
Aprovechar el valor de tu casa para obtener efectivo
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CÓMO PEDIR PRESTADO A largo plazo, la manera más barata de pedir prestado usando tu vivienda como garantía es con una hipoteca de tasa fija tradicional, especialmente cuando las tasas están
bajas. En la edición de marzo, escribí sobre cómo hacer eso y ahorrar para los gastos de jubilación. Pero con este tipo de hipoteca, tienes que pagar una gran cantidad de dinero mediante
pagos mensuales durante muchos años, o hasta que vendas tu casa. Una línea de crédito con garantía hipotecaria (HELOC) puede ser una manera más fácil y práctica de pedir prestadas cantidades
pequeñas para una sola necesidad, como una modificación en el hogar o un automóvil. Pero ya que las tasas en la mayoría de esos préstamos son variables, podrías terminar por deber mucho más
si las tasas suben. Si ves la televisión, probablemente has visto anuncios sobre hipotecas inversas: préstamos que usan tu casa como garantía y que no se tienen que pagar hasta después de
que ya no la ocupes. Toda esa mercadotecnia indica que son una manera más costosa de pedir prestado. Para obtener una hipoteca inversa de unos $165,000, pagarás aproximadamente $15,000 en
costos de cierre, según la calculadora en línea de la National Reverse Mortgage Lenders Association. (En comparación, los costos de cierre de un refinanciamiento son de un promedio de menos
de $4,000 en la mayoría de los estados, según ClosingCorp, quien recolecta esas cifras). Puedes recibir los ingresos de una hipoteca inversa de varias formas, como una suma global o una
línea de crédito de la que solo retiras fondos si los necesitas. Pearson sugiere que el mejor uso de una hipoteca inversa puede ser si una pareja casada es dueña de una casa y uno de ellos
necesita servicios de vida asistida o cuidados en un hogar de ancianos y la otra persona quiere quedarse en la casa. Esa pareja podría usar los ingresos para pagar los cuidados, ya sea
dentro o fuera de la casa. Pero el saldo adeudado en una hipoteca inversa crece; y si la conservas por mucho tiempo, podría acabar con el valor líquido, y te dejaría a ti (y a tus herederos)
con un patrimonio reducido. ¿Conclusión? El nuevo valor líquido de tu vivienda es real y gastable. Pero no es gratis.