9 señales de alerta de que tu preparador de impuestos es un impostor

9 señales de alerta de que tu preparador de impuestos es un impostor


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La temporada de impuestos ya es escalofriante sin la amenaza de los preparadores inescrupulosos de declaraciones de impuestos. Los operadores dudosos que el Servicio de Impuestos Internos


(IRS) llama “fantasmas” no tienen un número de identificación tributaria de preparador del IRS (PTIN) requerido por ley, a diferencia de los más de 630,000 profesionales de impuestos en


Estados Unidos. Tampoco firman las declaraciones en las que trabajan, lo que deja a sus clientes responsables en caso de presentar información falsa. Es más que un problema de documentación.


Los preparadores fantasmas ofrecen sus servicios en oficinas portátiles, en lugares de reuniones comunitarias (como iglesias) o en redes sociales. Prometen grandes reembolsos, y a menudo


basan sus tarifas en un porcentaje del reembolso. Para inflar lo que recibirás del Gobierno —y lo que obtienen de ti—, podrían inventar ingresos para solicitar créditos tributarios


falsamente o fabricar deducciones como gastos de negocios, de educación o médicos. Muchos estafadores luego desaparecen una vez que te cobran y, debido a que tu nombre está en la


declaración, es tu responsabilidad arreglar los “errores”. Eso significa que, además de pagar los impuestos que realmente debes, eres responsable de cualquier multa e interés que se acumule


mientras estás en mora. Algunos preparadores fantasmas llevan la estafa un paso más allá: se roban los reembolsos al transferirlos directamente a su cuenta de banco. Otros preparadores


fraudulentos trabajan en internet; envían correos electrónicos de suplantación de identidad (“phishing”) que parecen ser de profesionales de impuestos, o crean sitios web impostores que


afirman preparar y presentar tus impuestos electrónicamente. ESTAFAS RECIENTES DE PREPARACIÓN DE IMPUESTOS El último informe del IRS sobre las estafas de preparación de impuestos incluye lo


que la agencia llama “Dirty Dozen”: su “lista de 12 estafas y fraudes que ponen a los contribuyentes y a la comunidad profesional tributaria en riesgo de perder dinero, información personal,


datos y más”. Estas son algunas versiones de esas estafas:  * Los estafadores ofrecen ayudar a los contribuyentes a establecer su cuenta en línea del IRS en IRS.gov. Su objetivo es robar


información personal al pedir el número de Seguro Social y otros datos confidenciales de la persona, dice el IRS, que señala que es fácil configurar tu propia cuenta.  * Los autollamados


profesionales de impuestos que promueven grandes reembolsos relacionados con el crédito de retención de empleados (ERC), un crédito tributario relacionado con la COVID, a personas que en


realidad no reúnen los requisitos. Publican anuncios, dice el IRS, que “existen únicamente para recopilar la información personal identificable del contribuyente a cambio de promesas falsas.


Los estafadores luego usan la información para el robo de identidad”. Ten en cuenta que los estafadores también pueden hacerse pasar por el IRS a través de una carta, un correo electrónico


o un mensaje de texto en los que señalan que tienes un reembolso no reclamado o debes dinero. En una advertencia sobre estas estafas de impostores, el IRS dice que la agencia “no inicia


contacto con los contribuyentes por correo electrónico, mensajes de texto ni canales de redes sociales para solicitar información personal o financiera”.  Cuando la declaración de impuestos


implica el robo de identidad, los estafadores obtendrán tu número de Seguro Social y otra información, enviarán una declaración en tu nombre pero sin tu conocimiento y recibirán el reembolso


a través de su banco. Lo más común es que no descubras el fraude hasta que intentes presentar una declaración y las computadoras del IRS te la devuelvan porque ya se ha presentado una


declaración en tu nombre. Otra posibilidad es que recibas una indagatoria del IRS en la que se cuestionen las deducciones fraudulentas. Al margen de quién prepare tu declaración, en último


caso tú eres el responsable de que sea correcta.