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En la 76.ª edición de los premios Globo de Oro, actores tan diversos como Chris Pine, Steve Carell, Idris Elba, Tony Shalhoub, Ricky Martin, John Krasinski, Michael B. Jordan y el mismísimo

"Dude", Jeff Bridges, tuvieron una cosa en común. Además de sus variados trajes de etiqueta, todos lucían algún tipo de vello facial. La gama folicular fue vasta: desde una barba

incipiente de más de dos semanas (Elba), una barba elegante (Carell), hasta una sagazmente bíblica (Krasinski). Aunque no tan largas como el año pasado (Bradley Cooper y Jim Carrey se han

afeitado sus barbas Lincolnescas), las barbas todavía están tan de moda que resultó asombroso ver un rostro tan pálido y bien afeitado como el de Rami Malek, ganador de un premio Globo de

Oro. Las barbas no son solo una afectación de Hollywood. Lo que un día fue un símbolo moderno de rebelión corporativa ahora es la conformidad personificada. Según Chris Salgardo,

expresidente de la marca Kiehl's, que por mucho tiempo ha sido líder en el cuidado de la piel masculina, "casi el 70% de la clientela masculina de Kiehl's actualmente lucen

algún tipo de vello facial".  Y su popularidad no se limita a las zonas urbanas. Soy dueño de una casa situada 130 millas hacia el norte de la ciudad de Nueva York, en una calle de

grava más cercana a un pueblo por el que se puede conducir más rápido de lo que Taylor Swift puede cantar un coro, y algunas veces pienso que soy el único hombre que visita el Rite Aid local

en busca de hojas de afeitar. No estoy aquí para juzgar ni opinar sobre si las barbas son geniales (aunque sospecho de cualquier cosa que sea tan popular), o si son atractivas (aunque según

varios estudios, las mujeres opinan que las barbas incipientes son muy sensuales, las barbas largas señalan estabilidad parental, y los hombres sin barba posiblemente son menos masculinos),

sino porque existe una ilusión que necesita una llamada de atención, frecuentemente cada mañana. Las barbas suponen mucho más trabajo que afeitarse. Considéralo como tener otra melena, o la

única que te queda. En cualquier caso, debes cuidarla debidamente. Pero debes ser sincero contigo mismo. Así como no todos los hombres se ven tan galantes como Yul Brynner o Pitbull con la

cabeza afeitada, no todos se benefician de tener una barba. Primero, debes tener la capacidad física de que te crezca una, y la vida no es justa; no todos los hombres la tienen. Para los que

sufren de la maldición de tener áreas en las que no crece vello facial y barbas incipientes excesivamente ásperas: es mejor tener cuidado y abstenerse. Sin embargo, los que son capaces de

producir una barba abundante deben considerar varios puntos. En esta etapa de la vida, tu barba probablemente tiene la misma cantidad de canas, si no más, de las que te quedan en la cabeza.

Lo más importante es que una barba casi siempre te hará lucir unos cuantos años mayor. Cuando se tiene 28 años, la ilusión de la madurez puede ser una ventaja; cuando se tiene 56, vale la

pena evaluar si una barba agrega distinción, una tez morena o simplemente años. Westend61,Westend61/Getty Images La realidad es que mantener una barba saludable y atractiva exige más

esfuerzo y más tiempo que afeitarse regularmente.  Esto es lo que tú y tu rostro deben enfrentar para lograr tener ese aspecto distinguido que deseas.