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Ser rubia después de los 50 es como un truco de magia. Al instante, tu piel se ve más luminosa y tu cabello parece más grueso, te sientes más feliz, sexi y resplandeciente, sin una pizca de

maquillaje. La decisión más importante es si quieres lograr un matiz rubio, un rubio más claro o una cabellera completamente rubia. Eso depende de tu presupuesto y de cuánto tiempo y

esfuerzo estés dispuesta a invertir. Y no se trata solo del color. Es importante aclarar el tono de manera estratégica y responsable para evitar dañar tu cabello, que posiblemente sea más

fino, seco y frágil. Estas son 11 opciones de rubios brillantes para elegir. (De izquierda a derecha) Jennifer Lopez, Vanessa Williams y Jennifer Aniston. Albert L. Ortega/Getty Images; John

Lamparski/Getty Images for Sheen Center for Thought & Culture; Steve Granitz/WireImage 1. OPTA POR EL "BRONDE" Un tono bronceado “bronde”, o mezcla de castaño y rubio

(combinación de "brown" y "blonde" en inglés), permite que te sientas más rubia mientras conservas tu base de color castaño. Como muchas de las nuevas opciones de tonos

rubios, el "bronde" favorece a casi todos los tonos de piel, texturas de cabello y estilos, y es ideal para integrar las canas. Los reflejos semirrubios y semicastaños, claros y

oscuros, pueden ser sutiles o complejos, dependiendo de cuántos tonos se apliquen y la cantidad de técnicas usadas. Un especialista en coloración puede usar reflejos —con papeles de aluminio

o mechas pintadas estilo balayage— o una combinación de color base, reflejos claros y oscuros. Cuanto menos contraste, más natural será el efecto. (De izquierda a derecha) Halle Berry, Hoda

Kotb y Christine Baranski. GABE GINSBERG/WIREIMAGE; STEVE GRANITZ/WIREIMAGE; FRAZER HARRISON/GETTY IMAGES 2. AÑADE MECHAS DORADAS GRUESAS Otra manera de conservar tu tono castaño y al mismo

tiempo darle un matiz rubio es que un experto en coloración añada unas cuantas mechas doradas llamativas. Estas pueden agregarse solo junto a la cara (se llaman mechas

"money-piece") o en toda la cabeza (especialmente si te recoges el cabello en moño o cola de caballo) para suavizar e iluminar la base castaña. Es un estilo que se popularizó en la

década de 1990 y que ahora ha resurgido con fuerza como una manera fácil y eficaz de conseguir un toque de glamur con poco esfuerzo. Estas franjas de color cálido brindan al cabello maduro

una apariencia dinámica y pueden conseguirse con la técnica clásica de papeles de aluminio o de balayage. De nuevo, cuanto mayor sea el contraste entre la base y las mechas, más dramático

será el efecto. (De izquierda a derecha) Michelle Pfeiffer, Vivica A. Fox y Ellen Pompeo. George Pimentel/WireImage; Paul Archuleta/Getty Images; Steve Granitz/WireImage 3. UN RUBIO

"DERRETIDO" Lo que empezó como un color ombré ha evolucionado hasta convertirse en una raíz oscura (esta técnica también se conoce como sombreado de raíces) que hace una transición

gradual al rubio sin una demarcación clara entre los dos tonos. Durante el 2020, cuando los salones de belleza estaban cerrados, el cabello de dos tonos surgió como una tendencia duradera.

Ahora más que nunca los estilos rubios no disimulan las raíces oscuras, y el "derretido" se ha convertido en un estilo que requiere poco mantenimiento. Un experto en coloración

puede suavizar la transición del color para conseguir un efecto verdaderamente degradado, aunque el color en las raíces sea muy distinto del color en las puntas.