Jubilado contempla mudarse a un hogar de vida asistida

Jubilado contempla mudarse a un hogar de vida asistida


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TRES OPCIONES CERCA DE CASA. ¿CUÁL ES LA MEJOR? Mira las opciones que tenía Bob Grant. Rigucci/Shutterstock 1. ÁREA DE LA BAHÍA, CALIFORNIA; VIDA COMUNITARIA ($3,500 AL MES) Vivir en una


comunidad de vida asistida le permitiría a Grant mantener su independencia —tener un lugar al que pudiera considerar “su lugar”, como señala uno de sus hijos—, al tiempo que contaría con


atención, apoyo y oportunidades sociales. Getty Images 2. ÁREA DE LA BAHÍA, CALIFORNIA; EN CASA, CON MÁS AYUDA ($23 POR HORA) Contratar a un asistente que ayudara a Bob en su propia casa por


una tarifa horaria proporcionaría cierto alivio en el cuidado provisto por la familia y le permitiría quedarse en casa. “A papá le disgusta mucho la idea de ser una carga para la familia,


por lo que esta idea le pareció buena”, dice su hijo Bobby Arte. Gabriela Hasbun 3. ÁREA DE LA BAHÍA, CALIFORNIA; TÚ TIENES TU ESPACIO... EN UNA UNIDAD DE VIVIENDA ACCESORIA ($150,000) Un


gran cobertizo viejo en el jardín de su hija Bisa Grant-Gurganious tenía el esqueleto estructural para convertirlo en una simple unidad de vivienda accesoria, o ADU. De ese modo, Bob podría


estar en casa con Bisa y su familia, pero tener un espacio separado. Construir una unidad de aproximadamente 300 pies cuadrados para el abuelo costaría alrededor de $150,000. Gabriela Hasbun


SU ELECCIÓN: OPCIÓN 3. ¡VIVA LA VIVIENDA ACCESORIA! ÁREA DE LA BAHÍA, CALIFORNIA ($150,000) La familia construyó un estudio en el jardín de atrás que permite que Bob siga siendo el rey de


su castillo al tiempo que está a solo pasos de sus hijos y nietos. El costo inicial es mayor que el de contratar a un asistente, pero habrá grandes ahorros con el correr del tiempo. “Podemos


ver cómo está regularmente, pero él también puede cerrar la puerta para que los pequeños no entren corriendo y lo despierten a las 7 de la mañana”, dice su hijo Bob Arte. Una cerradura


inteligente con código en la puerta elimina la preocupación de perder las llaves. Los pasamanos y la iluminación al nivel de las rodillas lo ayudan a desplazarse por el apartamento de noche.


Una ducha con acceso al ras del piso reduce el riesgo de caídas. “Al mantener los costos bajos, podemos permitirnos gastar en servicios de limpieza y lavandería, y en un acompañante para


personas mayores que viene y pasa tiempo de calidad con papá”, agrega Arte. ¿En cuanto al valor intangible de que papá esté en casa, en un espacio que adora, sin que eso cause agotamiento en


la familia? “Decir que es maravilloso no comienza siquiera a describir la sensación”, dice Arte. “Me pone al borde de las lágrimas”. Más historias