Adultos jóvenes que siguen viviendo con sus padres

Adultos jóvenes que siguen viviendo con sus padres


Play all audios:


INTRODUCE POCO A POCO LAS FINANZAS ESTUDIANTES INSCRITOS EN LA UNIVERSIDAD HOMBRES Primavera del 2011: 8.4 millones Primavera del 2021: 6.8 millones MUJERES Primavera del 2011: 11.2 millones


Primavera del 2021: 10 millones Establece plazos límites en un futuro cercano para que tu hijo que no se ha independizado pague su cuenta telefónica, sus gastos de automóvil, su seguro de


salud y su parte del costo de acceso a internet, sugiere McConville. “Un joven puede negarse a preparar la cena, pero si le cortan el servicio de su teléfono, tiene que encontrar una forma


de ganar dinero”, dice. Sin embargo, Arnett dice que lo pienses dos veces antes de empezar a cobrarle un alquiler. “Si tu hijo tiene un empleo con salario mínimo, es razonable pedirle que


pague un alquiler, pero quizás no pueda pagar por cursos en una universidad comunitaria ni ahorrar para el depósito de un apartamento”. DEJA DE SOBREPROTEGERLO No sigas arreglando,


rescatando ni controlando. Tu hijo puede hacer sus propias citas, buscar puestos vacantes y programar entrevistas de trabajo. “Cuando estamos empujando y halando al mismo tiempo, los hijos


se vuelven pasivos en su propia vida”, dice Lythcott-Haims. “No sienten intrínsecamente que su vida es suya”. En vez de eso, anímalo de la manera en la que lo haría uno de sus tíos. HAZ


MENOS DE LA MITAD Deja que tu hijo se encargue de la mayor parte del trabajo para resolver sus asuntos. “Si recortas anuncios de empleo y él no les hace seguimiento, o lo inscribes en la


universidad o eres quien piensa cómo pedirle horas extras al jefe, estás haciendo más del 49%”, dice McConville. Ofrece ayuda, pero deja que él se responsabilice. REPIENSA TUS EXPECTATIVAS


Tú esperabas que fuera médico o abogado, pero a él no le interesa seguir estudiando. Descubre qué es lo que lo entusiasma y apoya eso, aconseja McConville. “Convertirte en tu yo verdadero es


el punto de referencia de la vida adulta”. SÉ PROACTIVO ACERCA DE LA SALUD MENTAL La depresión y la ansiedad pueden dificultar el progreso de un adulto emergente, y las tasas de ambos


trastornos han aumentado, en particular entre quienes tienen entre 18 y 29 años. Habla con tu hijo sobre cómo se siente y pregúntale si quiere tratamiento, recomienda Lythcott-Haims. “A un


hijo con una depresión grave no se le dice que tiene que conseguir empleo en menos de un mes”, dice. Pero el identificar y obtener tratamiento para los problemas de salud mental hace que


cualquier otro problema sea mucho más fácil de resolver.