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Hay muchas formas de demostrarle a alguien que te importa en el Día de San Valentín. La mayoría implica muestras de amor. Según la National Retail Federation, en el 2021, las personas en el

país gastaron $21,800 millones en regalos en esta fecha (en inglés), y la mayor parte de ese dinero se destinó a los clásicos como bombones y flores. Sin embargo, para expresar tu aprecio,

tu deseo y tu amor quizás quieras ser más creativo. Si lo que buscas es cautivar de verdad, dale un giro nada convencional a los regalos más populares de esta fecha. Eso significa evitar

"las tradicionales rosas rojas o las cajas de chocolate en forma de corazón", dice John Wheaton, de 61 años, de Hudson, Ohio. "Hay que interpretar las señales, arriesgarse e

innovar". Estas son algunas sugerencias: Cortesía Paula Barth CHOCOLATES Y DULCES Un Whitman’s Sampler puede ser lo que el fabricante, Russell Stover, llama "una tradición

atemporal", pero a los amantes del chocolate les agradará una nueva versión de este clásico del Día de San Valentín. Encuentra un chocolatero local —o compra en línea— para que te

entreguen a domicilio desde cualquier lugar las delicias exclusivas. En Boston, por ejemplo, Beacon Hill Chocolates trabaja con maestros de chocolates artesanos de Bélgica, Francia, Suiza,

Italia, Brasil y Estados Unidos para ofrecer chocolates en lotes pequeños y pintados a mano. ​ Las colecciones de trufas de chocolate incluyen lavanda, tocino, chai y otros sabores

sorprendentes. Las tapas de sus cajas coleccionables de San Valentín tienen imágenes clásicas de estilo "découpage", pintadas a mano y con destellos. Y para los que quieren un

toque de alcohol en su postre, Paula Barth, de 59 años, la fundadora y propietaria de la tienda, elaboró una colección de 12 piezas de trufas con sabor a licor. La presentación es

primordial, por lo que hay que prestar atención a la estética de la propia caja, dice Barth: "el 'factor sorpresa' es igual de importante que lo que se degusta". En Kate

Weiser Chocolate, en Dallas, puedes componer tu propia caja de chocolates pintados a mano —que tarda seis días en elaborarse—, con nombres tan simpáticos como "Cookie Monster"

(ganache de vainilla con mantequilla de galleta crujiente) y "Ninja Turtle" (caramelo suave y mantecoso con pacanas molidas y tostadas).