Reader TTS

| No estás siendo paranoico si piensas que todo el mundo te persigue o que alguien escucha todas tus conversaciones privadas. En efecto, el año pasado salió a la luz que los asistentes de

voz con nombres simpáticos como Alexa y Siri han estado espiando a sus dueños humanos. Entonces, ¿deberías preocuparte? Más importante aún, ¿qué puedes hacer para protegerte? Los servicios,

si usas Alexa de Amazon, Siri de Apple o Assistant de Google, siempre te escuchan, a ti o a tu familia. Estos asistentes tienen que hacerlo para poder responder a la palabra de activación

("¡Alexa!") cuando necesitas respuestas o quieres que hagan algo. También graban lo que dices y, generalmente, guardan esas grabaciones. En teoría estos altavoces inteligentes con

sus micrófonos inteligentes incorporados no ocultan un propósito malévolo. No son personas, son máquinas.  Solo escuchan para mejorar cómo siguen tus órdenes, y las grabaciones pasadas de tu

dulce voz ayudan a mejorar su precisión para comprender lo que dices. Las grabaciones se pueden usar para entrenar al sistema de reconocimiento de voz de los sistemas, de modo que prevean

mejor el contexto e incluso diferencien tus preguntas y órdenes de las de tu pareja. Al menos eso es lo que afirman las compañías. TU INFORMACIÓN, ALMACENADA EN LA NUBE, CORRE RIESGO DE SER

COMPARTIDA El problema es que esas grabaciones se guardan en la nube junto con información (cosas escuchas, movimiento, lugares a donde vas, noticias escuchas...) que puede ser compartida

con otras compañías. Además, se han compartido grabaciones personales —muy personales— de las costumbres privadas de la gente, no con algoritmos informáticos impersonales, sino con

operadores humanos. Se contrataron a estos oyentes humanos para que transcriban las grabaciones con el fin de evaluar y mejorar la exactitud de los programas. Algunos revelaron esa

información sobre Alexa y Google Assistant. Cuando esta revelación se hizo pública, tanto Apple como Google dijeron que suspenderían temporalmente sus programas de oyentes humanos. Amazon

decidió que los consumidores tuvieran la opción de optar por no tener oyentes humanos. Definitivamente es un problema serio. No solo se trata de publicidad dirigida. Las compañías usan este

tipo de información, correcta o incorrectamente, para determinar cuánto pagarás por tu seguro, tu tasa de interés hipotecario o si te contratarán para un trabajo. Así que es razonable

proteger tu privacidad digital.