La batalla de la región rural de ee. Uu. Por un internet más rápido

La batalla de la región rural de ee. Uu. Por un internet más rápido


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HACIA LAS SOLUCIONES Anne Boothe describe su ciudad natal de Malta, Montana, como "a 100 millas del Walmart más cercano y a 200 millas del aeropuerto más cercano". Pero Boothe, que


es abuela y trabaja a distancia, está satisfecha con su acceso a la banda ancha, que se proporciona por medio de líneas de fibra óptica a través de Triangle Communications, una cooperativa


propiedad de sus miembros. Comenzó en los años 50 como una compañía telefónica. "Nuestra cooperativa obtuvo préstamos federales para ampliar la red", dice Boothe, de 62 años, quien


disfruta charlar con sus nietos en Oregón a través de Zoom. "Tenemos muy poca población, menos de una persona por milla cuadrada. Pero con nuestra banda ancha, los cónyuges de los


granjeros pueden trabajar a distancia, los jubilados pueden permanecer conectados, y hemos evitado el éxodo de los jóvenes que se van para siempre". ESTADOS CON OBSTÁCULOS AL ACCESO A


INTERNET DE ALTA VELOCIDAD Hasta mayo de 2020, 22 estados prohibieron o restringieron la capacidad de las entidades públicas para ofrecer acceso a Internet de alta velocidad. A menudo, esto


deja a los residentes de pueblos pequeños y áreas rurales sin velocidades suficientes para trabajar o ir a la escuela desde casa, pero mantiene sus tarifas de acceso mensuales por encima de


$ 60. • Alabama • Colorado • Connecticut • Florida • Louisiana • Michigan • Minnesota • Missouri • Montana • Nebraska • Nevada • Carolina del Norte • Oregón • Pensilvania • Carolina del Sur


• Tennessee • Texas • Utah • Virginia • Washington • Wisconsin • Wyoming _Source: BroadbandNow_ Estas cooperativas no tienen la presión de generar un retorno de la inversión rápido, señala


Geoff Feiss, gerente general de la Montana Telecommunications Association. "Pueden invertir en áreas donde las compañías que cotizan en bolsa no pueden justificar el gasto". Otras


soluciones incluyen las redes municipales, en las que las ciudades y los pueblos emiten bonos para cubrir los costos de expansión de la red. Unas 125 comunidades de todo el país —la mayoría


con poblaciones de menos de 25,000 habitantes— operan este tipo de servicios de banda ancha, dice Christopher Mitchell, director de banda ancha del Institute for Local Self-Reliance, con


sede en Minneapolis. Cientos de otros municipios operan redes limitadas o participan en asociaciones público-privadas. Pero la investigación de BroadbandNow encontró que 22 estados tienen


leyes que prohíben la competencia del sector público con empresas de telecomunicaciones con fines de lucro. El Gobierno federal asigna aproximadamente $6,000 millones al año para el acceso a


internet en las zonas rurales, pero incluso es posible que esas mejoras no logren que algunas áreas cumplan con los estándares de banda ancha de la industria. "Eso es mantener


atrasadas las zonas rurales del país", dice Ali, profesor de University of Virginia. AARP está entre las organizaciones que buscan conseguir más fondos, y enfatizan la necesidad de un


servicio de telemedicina confiable para los adultos mayores en el país. AARP ha alentado a los legisladores federales y estatales a que asignen más recursos para la infraestructura de banda


ancha, e incluso ha abogado por asignaciones adicionales en los proyectos de ley para el alivio del coronavirus y ha hecho hincapié sobre la importancia del tema ante la FCC. El


distanciamiento social ha amplificado el problema. "Esta emergencia nacional", dice Feiss, "ha expuesto tanto los beneficios de la banda ancha, como las lagunas y los desafíos


que quedan".