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“Las normas propuestas no garantizan una reducción de los precios de vehículos eléctricos. Pero los avances químicos y tecnológicos en las baterías, junto con un aumento importante en el

número y volumen de nuevos modelos de vehículos eléctricos en el mercado, deberían reducir los precios astronómicamente altos de los vehículos eléctricos”, dice Gritzinger.  Los precios de

algunos modelos ya han bajado —por ejemplo, los del Ford Mach-E y del Tesla Model 3—, debido en gran parte a la competencia. Por otra parte, se han visto grandes aumentos en los precios de

los modelos de mayor demanda, según Gritzinger, como en el caso de la camioneta Ford F-150 Lightning, cuyo precio ha subido en más de $10,000. Gritzinger prevé que estos precios se

mantendrán en estos niveles hasta que otras camionetas eléctricas —como la Chevrolet Silverado EV de General Motors y la Ram 1500 REV de Stellantis— ingresen al mercado.  See more Salud y

bienestar offers > A la hora de comparar precios y reembolsos, el comprador de un vehículo eléctrico también debería tener en cuenta que los autos eléctricos resultan menos costosos una

vez comprados. La EPA estima que, cuando se suman los costos del combustible y de mantenimiento, el comprador de un sedán o SUV eléctrico ahorrará, en promedio, $9,000 durante ocho años en

comparación con lo que costaría tener un auto comparable a gasolina. El dueño de una camioneta eléctrica podría ahorrar $13,000 durante el mismo período.  CARGA: por el momento, hay un

estándar norteamericano para los enchufes de carga que se basa en el Sistema de Carga Combinado (SCC); sin embargo, Tesla ha estado promoviendo su propio sistema de enchufe y ha atraído

recientemente a muchos usuarios, lo cual ha dado lugar a cierta confusión. Ford, GM y Rivian han prometido ofrecer adaptadores para que sus vehículos sean compatibles con la mayoría de las

estaciones de carga públicas de Tesla (aunque tal vez no funcionen con algunas estaciones más antiguas y lentas). A partir del 2025, algunos fabricantes planean hacer sus vehículos

compatibles con estaciones de Tesla sin la necesidad de un adaptador, aunque no está claro cómo los harán también compatibles con los sistemas SCC a partir de entonces.  LOS HÍBRIDOS SE

MANTIENEN VIGENTES  “Nos sorprende que, cuando se considera el tema del aire limpio, no se hable más de los híbridos y los híbridos enchufables”, dice Brian Moody, editor ejecutivo de

Autotrader y Kelley Blue Book. “Yo mismo conducía un híbrido enchufable que alcanzaba 80 millas por galón”.  En vez de depender únicamente de los motores eléctricos y una batería grande, los

híbridos suelen emplear un motor a gasolina más pequeño, junto con una batería. Hay dos tipos básicos de autos híbridos: por un lado, los que dependen principalmente del motor a gasolina y

recargan la batería suplementaria mientras se conduce el auto; y, por el otro, los llamados híbridos enchufables, que pueden alimentarse exclusivamente de energía eléctrica para trayectos

cortos y pueden enchufarse durante la noche para recargarse.  Los híbridos son intrínsecamente más complejos, y menos eficientes en el consumo de combustible, que los vehículos eléctricos,

debido al peso adicional del motor a gasolina y la transmisión. Por ello, la mayoría de los fabricantes están optando por producir autos totalmente eléctricos, mientras que los fabricantes

que ofrecen híbridos son aquellos que se comprometieron a hacerlo hace muchos años.  POTENCIA DE LA BATERÍA: la principal ventaja que ofrecen los híbridos frente a los vehículos eléctricos

es que permiten evitar la ansiedad de no saber hasta dónde llegará el auto. Si se agota la batería, el auto continúa funcionando alimentado por gasolina. Es decir, con un auto híbrido no hay

que preocuparse por encontrar una estación de carga pública, especialmente en los viajes de larga distancia.  “Los híbridos, ya sean enchufables o no, pueden ser una propuesta atractiva

para muchos consumidores”, dice Paul Waatti, director de análisis del sector para la empresa de investigación AutoPacific. “Ofrecen más flexibilidad y no requieren grandes cambios en el

estilo de vida ni en la conducta” en comparación con los vehículos a gasolina.