Segundo turno: una carrera en enfermería

Segundo turno: una carrera en enfermería


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La experiodista Tracy Gordon Fox descubrió una actividad reconfortante al cambiar de profesión RYAN PFLUGER Facebook Twitter LinkedIn


La satisfacción de salvar vidas no es poca recompensa. Tal vez ese sea el motivo por el que el cuidar de los demás estimule el altruismo en todos nosotros. Y la necesidad es enorme, ya que


EE.UU. enfrentará la falta de más de 900,000 enfermeros titulados para el 2030. Tal vez sean los trabajadores de edad avanzada quienes tengan que hacerse cargo de esa tarea. La edad promedio


de los enfermeros titulados al momento de graduarse es “notablemente alta”, informó el U.S. Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicio Humanos de EE.UU.) en


el 2010.


Si bien la paga es aceptable (alrededor de $51,000 en promedio para estudiantes de enfermería de nivel básico), los cuatro enfermeros aquí reseñados tuvieron alguna motivación adicional:


“Tuve la sensación de que verdaderamente podía marcar la diferencia”, sostiene una de ellos, exjuez.


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A aquellos que se sienten atraídos por el deseo de ayudar a los demás, generalmente no les toma mucho tiempo graduarse. Hay más de 200 escuelas de enfermería que hoy ofrecen a alumnos con


título de grado una vía rápida a la graduación que demanda de 12 a 18 meses.


Todos los enfermeros citados en estas páginas se iniciaron en la profesión a edad avanzada. Quizá sus historias puedan inspirarte para que te permitas reimaginar tu propia vida.


TRACY GORDON FOX


Edad: 50


Empleo actual: Enfermera de Sala de Emergencias, Hartford, Connecticut


Ocupación anterior: Periodista, sección policial del Hartford Courant


Durante los últimos años de Tracy Gordon Fox en la movida criminal en el Hartford Courant, los paquetes indemnizatorios que ofrecía el periódico comenzaron a resultarle cada vez más


atractivos.


El ambiente en el complicado periódico desanimó a la periodista de tantos años, una mujer de pelo castaño y largo, que no sabía valorarse, que se menospreciaba a sí misma y que se ve y suena


un poco como Valerie Harper en la época en que interpretaba a Rhoda.


Para el 2008, “me sentía infeliz”, cuenta. Los editores la desanimaron a encarar proyectos como la aclamada serie del 2002 sobre el uso de heroína en un pueblo próximo a Hartford. Esa


investigación plantó la semilla de su carrera en enfermería.


Poco después de que uno de los adictos a los que Fox había seguido por allí falleciera por una infección de transmisión sanguínea, la novia de este, también drogadicta, empezó a volar de


fiebre y a “toser alquitrán negro”, recuerda Fox, quien dice que su instinto maternal surgió. Sabía que la joven adicta necesitaba atención de inmediato. Le preguntó al fotógrafo del


Courant: “¿Nos limitaremos a documentar esto o vamos a conseguirle ayuda?”.