Jubilados hallan un propósito con una segunda carrera

Jubilados hallan un propósito con una segunda carrera


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“Deseo ver cambios reales en la vida de niños de color en vecindarios urbanos marginados, donde estos niños afroamericanos no se gradúan de la escuela secundaria”, afirmó Jetson. “Por eso,


todos los días me despierto y me pregunto: ‘_¿Qué harás hoy que importará en 20 años?_’”. No es de sorprender que Jetson decidiera participar, pues su carrera de casi 25 años estuvo definida


por el servicio público. Fue director ejecutivo de Louisiana Family Recovery Corps, una organización sin fines de lucro que se concentra en apoyar a las familias impactadas por desastres


para que se recuperen. Antes de unirse a Recovery Corps, Jetson fue subsecretario del Departamento de Salud y Hospitales de Luisiana. Además, representó al distrito 61 en la Cámara de


Representantes de Luisiana durante más de 15 años. “Hay una línea muy fina entre permanecer por suficiente tiempo para tener un verdadero impacto y quedarte por demasiado tiempo y


convertirte en parte de la situación que no cambia”, señaló Jetson. “Me di cuenta de que estaba en un punto de transición difícil. Había trabajado en servicio del estado por casi 25 años,


así que decidí jubilarme a los 55 años”. “Por eso, todos los días me despierto y me pregunto: ‘_¿Qué harás hoy que importará en 20 años?_’”. — Raymond A. Jetson Durante el tiempo que trabajó


en servicio público, también perteneció al clero. “Mi intención fue abandonar el Gobierno estatal y enfocarme en el clero por un tiempo”, contó. Fue pastor en Star Hill Baptist Church, la


iglesia a la que asistió durante su infancia, durante 23 años, antes de jubilarse en diciembre del 2017. Pero en realidad no se jubiló. “Me fui de vacaciones por una semana a Florida, jugué


golf todo el día, comí bien, regresé y me sumergí en mi trabajo en MetroMorphosis, la organización que fundé y luego constituí en el 2012”, dijo. “Quería enfocarme más en arreglar mi


vecindario y vecindarios urbanos marginados como el mío. Mi pasión tenía raíces profundas en la angustia que sentía por lo que veía”. “Soy un hombre afroamericano con educación


universitaria, y crecí en el tipo de vecindarios donde viven estos adolescentes”, afirmó. “Estoy convencido de que cuando nosotros, como hombres negros mayores, nos demos cuenta de la


riqueza del posible impacto que podemos tener sobre nuestras comunidades, nos será posible lograr cambios”. Debido al coronavirus, ha tenido que improvisar. “Esta época de trastornos,


incertidumbre y COVID-19 me ha hecho reflexionar más profundamente sobre la manera en la que practico el liderazgo y lo que se encuentra al centro del trabajo que busco hacer”, señaló


Jetson. “He pasado mucho de mi tiempo conectándome y trabajando con otros en persona. El cambio profundo en lo que será la ‘participación’ después de la COVID-19 me desafía”. MetroMorphosis


ahora depende de manera significativa de las plataformas virtuales, dijo Jetson. “Mantener la dedicación del personal y las expectativas comunitarias, evaluar el progreso y a la larga, el


impacto, se ha convertido en una tarea muy distinta que demanda otras aptitudes y otra mentalidad”. CHRIS STEVENS POR MATT CASHORE/UNIVERSITY OF NOTRE DAME CHRIS STEVENS REGRESÓ A LA


UNIVERSIDAD Cuando Chris Stevens, quien entonces tenía 60 años, concluyó su carrera empresarial hace ocho años y necesitó un lugar que lo inspirara, decidió regresar a enseñar en su antigua


universidad, University of Notre Dame en South Bend, Indiana. “Me encontraba en un punto en la vida en el que quería girar, pero todavía me quedaban muchas cosas que podía hacer”, dijo.


Stevens pasó su infancia temprana en hogares de acogida, desde Texas hasta el norte del estado de Nueva York y la zona de Washington D.C. Encontró su propio camino mientras asistía a la


universidad. Se graduó de Notre Dame en 1974, donde estudió Economía y jugó básquetbol. Posteriormente, Stevens trabajó en una variedad de puestos de nivel ejecutivo en ventas, mercadeo y


gerencia, en empresas como Procter & Gamble y Anheuser-Busch. En 1996, fue uno de los cuatro integrantes del equipo original de Keurig Inc. Desde que se unió al profesorado de Notre


Dame, ha dado clases a estudiantes de licenciatura, de maestría en administración de empresas, de maestría en administración de empresas para ejecutivos y del programa ESTEEM (Maestría de


Excelencia Empresarial en Ingeniería, Ciencia y Tecnología) de la universidad. Su repertorio va desde cursos sobre resolución de problemas empresariales hasta liderazgo, gestión de cambio y


empresariado. “Al principio de cada semestre me aprendo de memoria los nombres y las caras de todos mis estudiantes y les pido que me cuenten sobre su vida, sus metas y sus sueños”, afirmó


Stevens. “Intento lograr que piensen a dónde desean llegar”. “Pueden ofrecerse como voluntarios para servirles comida a los desamparados o ayudar a recoger la basura, pero deben hacer


algo...”  — Chris Stevens Uno de los ejercicios favoritos de Stevens es escoger una noche antes de una de sus clases y enviarles a sus estudiantes un mensaje por correo electrónico en el que


les dice que no vayan a clase y que en vez de eso ayuden a alguien en la comunidad. “Pueden ofrecerse como voluntarios para servirles comida a los desamparados o ayudar a recoger la basura,


pero deben hacer algo y luego preparar un escrito para la clase que nos cuente lo que hicieron y la manera en la que eso se relaciona con quién son”, dijo Stevens. "Es poderoso. En mis


clases, trato de hacer muchas cosas que inspiren y motiven. Logro hacerlos llorar y reírse”. El empeño más reciente de Stevens: es codirector de la Inspired Leadership Initiative de Notre


Dame. En esta iniciativa, que se encuentra en su segundo año, participan 15 personas con logros quienes concluyeron con éxito carreras de dos o tres décadas y están listas para dedicar un


año académico a estudiar en Notre Dame. Pueden asistir como oyentes a cursos, ir a charlas, trabajar con estudiantes de licenciatura en proyectos y viajar al extranjero, a los centros


mundiales de Notre Dame, al tiempo que contemplan lo próximo que desean hacer. Para el año académico del 2020-2021, el plan es aumentar el número de estudiantes a 25. Debido a la pandemia de


COVID-19, el inicio se aplazó hasta enero y el programa se basará en el año calendario. El coronavirus no ha logrado que Stevens baje la velocidad. Todavía tiene unos 200 estudiantes y está


enseñando tres cursos en línea: Principles of Management (Principios de administración), Sports Management Experiential Learning (Aprendizaje experiencial de administración de deportes) y


Sales Leadership for the Entrepreneur (Liderazgo de ventas para empresarios), un curso de maestría. Se adaptó con rapidez al salón de clase virtual. “Todos tuvimos que acostumbrarnos a


participar en una llamada por Zoom y aprender a enviar a los estudiantes a salas de subgrupos”, dijo. “Trato de lograr que las clases sean lo más interactivas y entretenidas que puedo”. Al


comienzo de las sesiones virtuales les preguntó directamente a los estudiantes sobre sus mayores preocupaciones para el resto del semestre y les dijo con firmeza que “todos aprenderán de la


crisis del coronavirus”. Pero hay desafíos. “Los estudiantes en mis cursos están en diferentes husos horarios y países, y no tienen que ver las clases en vivo. Estas se graban y ellos pueden


mirarlas cuando tengan oportunidad de hacerlo. Son responsables por el contenido, pero no tienen que asistir a la clase”. Además de dictar sus cursos en línea, Stevens muchas veces envía


por correo electrónico a sus estudiantes artículos y videos para motivarlos. “Estoy más conectado a ellos que antes”, afirmó. “Necesitan sentirse esperanzados. Necesitan un lugar seguro del


que pueden depender y alguien que los apoye. Trato de ser esa persona”. Stevens pide a sus estudiantes que piensen en maneras de infundir esperanza a los demás. “Los estudiantes deben


escribir un párrafo todas las semanas sobre lo que están haciendo para marcar una diferencia en la vida de alguien. He descubierto que hay quienes hacen las compras en el supermercado y


llevan a pasear a los perros de adultos mayores, son tutores de uno de sus hermanos, elaboran mascarillas y preparan comida para quienes prestan cuidado, ayudan a su padre a organizar el


garaje y se comunican por FaceTime con abuelos que están aislados”. Tres errores a evitar al crear tu propio negocio