5 errores de planificación patrimonial que debes evitar

5 errores de planificación patrimonial que debes evitar


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ERROR 2: NO ACTUALIZAR TU TESTAMENTO Aunque cambiar a tu beneficiario en los documentos financieros evitará que dejes el saldo de tu cuenta 401(k) a tu excónyuge, tu testamento es lo que


determina principalmente quién recibirá los bienes que tú y tu cónyuge han acumulado a lo largo de sus vidas. Lo más probable es que tampoco quieras que tu excónyuge herede tu vivienda. Por


lo general, las personas casadas por segunda vez deciden dejar todos sus activos al cónyuge sobreviviente, y a la muerte de este, los activos restantes se repartirán a partes iguales entre


todos los hijos. Esto presupone, por supuesto, que dentro de 5 o 20 años, todos se seguirán llevando bien y que tu cónyuge, cuando mueras, no redactará un nuevo testamento que excluya a tu


parte de la familia. También puedes redactar un contrato que estipule que tu cónyuge sobreviviente no puede hacer cambios al testamento. Aunque algunos abogados especializados en


planificación patrimonial los utilizan, este tipo de contratos tienen sus inconvenientes. “No son válidos en todos los estados ni tampoco son reconocidos por todos los estados”, dice Letha


Sgritta McDowell de Hook Law Center en Virginia Beach, Virginia. “Y el mayor problema que tenemos es que a veces las disposiciones contractuales de los testamentos pueden ser confusas y


menos claras de lo que se pensó cuando se redactaron”. También debes decidir por adelantado quién recibirá objetos familiares importantes, incluso si su valor es en gran parte sentimental.


Tal vez no quieras que los hijos de tu cónyuge hereden la espada de la Guerra Civil de tu tatarabuelo o la colección de monedas de tu madre. Puedes incluir esas determinaciones en un


codicilo testamentario o en una carta dirigida al albacea de tu testamento, dice Bass. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento


offers > ERROR 3: TRATAR A TODOS TUS HEREDEROS DE LA MISMA MANERA La mayoría de los cónyuges no están en la misma situación financiera al casarse, y esto es especialmente cierto en el


caso de los segundos matrimonios. Si tu nuevo cónyuge se muda a tu casa, por ejemplo, es posible que quieras que tus hijos hereden los ingresos obtenidos de la venta de la casa, en lugar de


tu cónyuge o los hijos de tu cónyuge. De manera similar, si has contribuido más bienes al matrimonio, tal vez desees legar una mayor parte del dinero a tus herederos en lugar de a los de tu


cónyuge. “No existe una regla que exija que todos los hijos deban ser tratados por igual”, explica Jason Smolen, uno de los directores de SmolenPlevy Attorneys and Counsellors at Law con


sede en Vienna, Virginia. “Hay varias razones por las que los padres no tratan a sus hijos de manera igualitaria, en ocasiones esto se debe a una situación lamentable, como cuando un hijo


tiene una discapacidad mental o física”. En esos casos, tendrás que decidir con tu cónyuge cómo garantizar el cuidado de tu hijo, quizás a través de una cuenta Achieving a Better Life


Experience (ABLE, Lograr una Mejor Experiencia de Vida) o un fideicomiso.  En otras ocasiones, dice Smolen, el problema es conductual. Un hijo puede tener un problema con el juego, sufrir


una adición o ser un gastador compulsivo. Algunos padres pueden simplemente decidir que después de su muerte sus hijos son responsables de sus propias acciones, y si pierden su herencia


porque deciden apostarlo todo en una sola carrera de caballos, pues así será. Otros padres tal vez no soporten la idea de que se despilfarre una herencia. “Básicamente, se debe regular el


flujo de fondos a un hijo con un problema así”, dice Smolen. Esto cuesta dinero: tendrás que crear un fideicomiso y nombrar un albacea para administrar los activos. Una solución puede ser un


fideicomiso en protección de los pródigos (“spendthrift trust”). Con esta solución el beneficiario recibe sumas de dinero periódicas y se impide que los acreedores intenten obtener el


dinero del fideicomiso.