
Ahora más trabajadores pueden ahorrar para la jubilación gracias a las cuentas ira automáticas
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Según las investigaciones, en Estados Unidos es mucho más probable que las personas ahorren para la jubilación cuando pueden hacerlo por medio de un plan en el trabajo, en especial uno
estructurado a partir de deducciones automáticas de la nómina. Sin embargo, casi la mitad de las personas de 18 a 64 años que trabajan en el sector privado del país —cerca de 57 millones— no
tienen acceso a un plan de jubilación patrocinado por la empresa, como una pensión o un 401(k)—en inglés—, según un estudio que AARP llevó a cabo en el 2022—en inglés—. Los trabajadores
afroamericanos y los hispanos que perciben bajos ingresos son los más perjudicados, lo que agrava la persistente desigualdad de la seguridad jubilatoria. Con el apoyo de AARP, los estados
están tomando cada vez más medidas para ayudar a subsanar esta diferencia. Hasta la fecha, 20 estados han promulgado leyes para crear programas de “trabajo y ahorro” a fin de permitir que
quienes trabajan en empresas que no ofrecen un plan de jubilación puedan comenzar a ahorrar. La mayoría de los programas constituyen lo que se conoce como cuentas IRA automáticas. Estos
programas obligan a casi todas las empresas privadas que no ofrecen un plan de ahorro propio a inscribir a sus trabajadores en una cuenta individual de jubilación (IRA) facilitada por el
estado, con un porcentaje de ahorro preestablecido —normalmente entre el 3 y el 5% de los ingresos que se deduce automáticamente de la nómina— y a aumentar el aporte cada año (un proceso
denominado “aumento automático”), a menos que el empleado decida no participar. Diecisiete estados han promulgado programas de cuentas IRA automáticas; 10 están en funcionamiento y la
mayoría de los estados restantes tiene previsto lanzarlos en los próximos años.Si bien los detalles varían, los programas de cuentas IRA automáticas tienen una estructura similar en todos
los estados: * Las empresas participantes no pagan ningún costo, y por lo general solo son responsables de garantizar que los trabajadores puedan inscribirse. Tampoco efectúan contribuciones
equivalentes ni pueden cancelar un plan de jubilación interno para cambiarse a un programa estatal. * Los aportes se suelen destinar a cuentas Roth IRA supervisadas por consejos designados
por el estado y administradas por empresas financieras privadas. Los aportes a las cuentas Roth provienen de los salarios después de deducir los impuestos, por lo que los retiros durante la
jubilación quedan libres de impuestos. * Los empleados disponen de varias opciones para invertir los aportes, que suelen incluir una serie de fondos con fecha meta (TDF) que adaptan su
cartera de inversiones a la fecha prevista de jubilación de cada titular, y diversos fondos de acciones, bonos y rentas. * Al igual que ocurre con los planes laborales tradicionales, los
empleados inscritos deben pagar comisiones administrativas, que entre los programas actuales ascienden a $30 al año o entre el 0.25 y el 1% de los fondos de la cuenta. Algunos estados han
adoptado diferentes modelos destinados a incentivar a las pequeñas empresas y a las organizaciones sin fines de lucro a ofrecer oportunidades de ahorro a sus trabajadores de forma
voluntaria, por ejemplo, al elegir un plan por medio de un mercado estatal o al participar con otras empresas en un plan de múltiples empleadores (MEP). Hasta noviembre del 2024, los seis
programas de cuentas IRA automáticas que estaban en función desde el inicio del 2023 (los de California, Colorado, Connecticut, Illinois, Maryland y Oregón) habían ayudado a los trabajadores
participantes a ahorrar casi $1,500 millones, según el seguimiento hecho por el Centro de Iniciativas de Jubilación de la Universidad de Georgetown. Sin embargo, sus promotores señalan que
estos programas no solo ayudan a los trabajadores, sino que también ayudan a las pequeñas empresas que tienen recursos limitados a contratar y retener personal competente al facilitar y
hacer más económico el acceso a un beneficio jubilatorio. Estos son los programas que actualmente están en actividad o en desarrollo y el modo en que operan. (Algunos enlaces en inglés)