Cómo la “penalización por maternidad” agudiza la brecha de género en la jubilación

Cómo la “penalización por maternidad” agudiza la brecha de género en la jubilación


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Para muchas, el presupuesto familiar actual simplemente no permite ahorrar dinero para el futuro. Entre las participantes que afirmaron ahorrar poco o nada para la jubilación, el 49% dijeron


que no les quedaba dinero para ahorrar después de cubrir los gastos mensuales. “Para la gente que vive al día, a veces es muy difícil pensar en ahorrar dinero para dentro de 30 o 40 años”,


explica Lori Trawinski, directora de Finanzas y Empleo del Instituto de Política Pública de AARP. “La gente intenta llegar hasta la semana siguiente”. See more Salud y bienestar offers >


POCOS AHORROS, GRANDES BENEFICIOS Oster reconoce las dificultades que los padres afrontan a la hora de “evaluar los factores que influyen en los ingresos familiares a corto y largo plazo”,


pero sostiene que comenzar pronto y ahorrar incluso cantidades simbólicas para la jubilación puede significar una diferencia notable a la larga. “Las mujeres pueden suponer que no vale la


pena ahorrar para la jubilación si solo pueden reservar una pequeña cantidad de dinero”, escribe, “pero esa pequeña cantidad a los 30 años se convierte en una cantidad mucho mayor a los 65”.


  Por ejemplo, ahorrar $5 cada mes en una cuenta de inversiones a partir de los 30 años puede suponer casi $10,000 a los 65, suponiendo una tasa de retorno anual del 7%. (El S&P 500 tuvo


un promedio del 7.5% en los últimos 30 años). Si aumentas esa cantidad a $100 al mes, podrías tener ahorrados más de $160,000 para la jubilación, según el estudio de TIAA y Oster. Evans,


que tomó dos licencias por maternidad y trabajó a tiempo parcial durante un año cuando sus hijos eran pequeños, sugiere que las familias utilicen calculadoras de internet como las que 


ofrecen AARP y la mayoría de las empresas de servicios financieros para calcular la cantidad que necesitarán para la jubilación. De ese modo, tendrían una idea del efecto que sus ahorros


actuales tienen en su trayectoria a largo plazo. Cuando uno de los cónyuges deja de trabajar para cuidar a los hijos, la pareja debería buscar formas de presupuestar ahorros para la


jubilación de ese cónyuge, como una cuenta individual de jubilación (IRA) conyugal, sugiere Cindy Hounsell, fundadora y presidenta del Women's Institute for a Secure Retirement, un


grupo de defensa y educación. Por lo general, una persona debe percibir ingresos para hacer aportes a una cuenta IRA. Con una cuenta IRA conyugal, un cónyuge que trabaja puede hacer aportes


en nombre del otro cónyuge que tiene poco o ningún ingreso propio, siempre que la pareja presente una declaración de impuestos conjunta. “Eso podría ser parte del acuerdo entre los


cónyuges”, señala Hounsell, algo que permita garantizar que una madre que se queda en casa está generando sus propios ahorros en caso de que el matrimonio termine.