
6 excelentes razones para jubilarte en Míchigan
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Florida es famosa como destino de los visitantes del norte durante los meses fríos, pero cuando Steve Huffstutler se jubiló en el 2020, se dirigió en dirección opuesta.
“Me encantaba Florida; era fantástico, pero hace tanto calor en el verano”, dice Huffstutler, de 70 años, quien vivía en Naples, en la costa del golfo. También estaba cansado de la amenaza
de huracanes, los problemas ambientales cada vez mayores y la proliferación de torres de apartamentos con las que los constructores atiborraban el paisaje local.
Él y su esposa, Jackie, sabían exactamente cuál era el lugar para ellos: Frankfort, Míchigan, una comunidad playera de aproximadamente 1,300 habitantes en la costa este del lago Míchigan. Él
había estado destinado en Frankfort durante su servicio en la Guardia Costera de EE.UU. décadas atrás y la pareja tenía allí una cabaña.
“Frankfort es un pequeño pueblo muy lindo”, dice Huffstutler. “Y vivimos a una cuadra del lago Míchigan, lo cual modera realmente las condiciones climáticas y evita que sea muy caluroso en
el verano”.
La pareja está cerca del parque Sleeping Bear Dunes National Lakeshore, con sus millas de playas arenosas, frondosos bosques y puntos panorámicos espectaculares, y Traverse City, una
localidad más urbana, está a solo una hora en automóvil. Por eso, “creo que realmente tenemos lo mejor de dos mundos”, afirma Huffstutler.
Huffstutler es uno de los muchos jubilados que no se inclinan por el paraíso del llamado Sun Belt (Cinturón del Sol) y, en cambio, se mudan a un estado del norte, algo que silenciosamente se
está convirtiendo en una opción atractiva para los adultos mayores. Según un informe de diciembre del 2022 (en inglés) publicado por HireAHelper, un centro de intercambio de información
sobre servicios de mudanza, Míchigan es el tercer destino más popular para quienes se mudan a otro estado al jubilarse, por detrás solo de Florida y Carolina del Norte.
Algunos van allí en busca de temperaturas veraniegas más frescas y el cambio de estación; a otros los atraen las muchas ciudades pequeñas de Míchigan con su ritmo más lento, el acceso a
actividades al aire libre en toda época del año y las frutas y verduras frescas cultivadas por granjeros locales. Otros factores atractivos son los precios relativamente bajos de la vivienda
y un costo de vida razonable.
“Hay mucho para hacer y muchas cosas de las que disfrutar en Míchigan”, dice Steve Azoury, consultor financiero acreditado y propietario de Azoury Financial en Troy, cerca de Detroit. “Cada
una de las cuatro estaciones brinda una sensación nueva. Al estar bordeado por los Grandes Lagos, el estado cuenta con hermosas playas que pueden visitarse en el verano. Si te gusta pescar
en el hielo, los lagos serán tus amigos durante los meses de invierno”.
“Cuando la mayoría de las personas piensan en Míchigan, piensan en Detroit y en la industria automotriz”, explica Rick Rasmussen, de 81 años, quien vive en una comunidad para jubilados en
St. Joseph, una ciudad costera, y ha escrito libros sobre la historia del suroeste de Míchigan. “Todo eso está en el lado este del estado”. La parte oeste de Míchigan, dice, son “las
clásicas pequeñas ciudades de Estados Unidos”.
Míchigan también tiene buen servicio de cuidado de la salud, otra preocupación importante para las personas jubiladas. U.S. News & World Report ubica al estado en el 11.º puesto en cuanto a
calidad del cuidado de la salud y en el 6.º puesto en cuanto a la calidad de Medicare (lo que significa que una gran cantidad de personas de Míchigan inscritas en Medicare Advantage están en
planes con clasificación federal de cuatro estrellas).
“Nuestra atención de salud mejoró en forma exponencial cuando nos mudamos de vuelta al área rural de Míchigan”, dice Huffstutler.
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Estas son seis razones por las que los jubilados consideran establecerse en el estado de los Grandes Lagos.
El valor medio de los precios al que se listaban las viviendas para la venta en Míchigan en marzo del 2023 era de $267,000, uno de los valores más bajos del país, según Realtor.com.
En los suburbios de Detroit más aristocráticos, el precio de venta publicado puede estar entre $600,000 y más de $900,000. Sin embargo, en el condado de Berrien, en la parte suroeste de
Míchigan, junto al lago, el precio de venta es, en promedio, inferior a $300,000, dice Jackie Forrester, una agente inmobiliaria local. Esa esquina del estado es tan asequible que muchas
personas del vecino Illinois compran hogares de fin de semana y los renuevan para jubilarse allí, agrega.
Míchigan ocupó el 15.º puesto en la lista nacional de lugares con costo de vida más bajo en el segundo trimestre del 2023, según datos recopilados por el Centro de Investigación e
Información Económica de Misuri (MERIC). Esa es una ubicación considerablemente mejor que la de otros destinos populares para la jubilación, como Carolina del Norte (24.º), Florida (31.º) y
Arizona (37.º).
“En Míchigan, el costo general de vida —que incluye gastos como alimentos, transporte y cuidado de la salud— es moderado”, afirma Cameron Burskey, director gerente de Seguridad Jubilatoria
en Cornerstone Financial Services en Southfield, Míchigan. “Esto puede resultar atractivo para los jubilados que tienen un ingreso fijo”.
A pesar de que Míchigan no se cuenta entre los estados sin impuestos sobre los ingresos que tanto aman los jubilados, recientemente redujo su tasa tributaria a un 4.05% fijo. Como en la
mayoría de los estados, los beneficios del Seguro Social y la paga jubilatoria de los miembros de las Fuerzas Armadas están exentos de impuestos, y los jubilados de Míchigan pueden deducir
una parte de los beneficios de pensiones y cuentas jubilatorias privadas, aunque tal vez tengas que recurrir a un profesional en temas impositivos para navegar las complejas
reglamentaciones.
A diferencia de los destinos en el Sun Belt (Florida, Arizona, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Tennessee), Míchigan tiene primavera, verano, otoño e invierno. El cambio climático ha
afectado a la región: los inviernos y las primaveras son menos fríos y hay precipitaciones extremas con mayor frecuencia, pero las temperaturas veraniegas no han aumentado en forma
considerable, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). La temperatura promedio en julio varía desde alrededor de 75 °F en los puntos más al norte del estado, hasta
algo más de 80 °F alrededor de Detroit.
“Es difícil encontrar veranos mejores que los de Míchigan”, dice el nativo Doug Oosterhart, planificador financiero certificado y fundador de LifePoint Planning, una compañía con oficinas en
Bloomfield Hills, Míchigan, y en Chicago.
Bordeado por cuatro de los Grandes Lagos, Míchigan tiene la costa de aguas dulces más extensa del país (3,288 millas) y una gran cantidad de lagos internos más pequeños, lo que lo convierte
en una meca para la navegación recreativa y la pesca.
También tiene 13,400 millas de senderos designados por el estado para senderismo, ciclismo, equitación y otras actividades, y más de 1,000 sitios para acampar. En invierno, los jubilados que
disfrutan de las actividades al aire libre pueden hacer esquí de travesía, andar en moto de nieve o pescar en el hielo.
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Ann Arbor, una ciudad universitaria de tamaño mediano con muchísimas oportunidades culturales y educativas, con frecuencia figura en las listas de los “mejores sitios para jubilarse”, pero
las pequeñas ciudades distribuidas en el suroeste y el noroeste de Míchigan atraen a jubilados que desean disfrutar de un ritmo más lento, con un costo de vida más bajo y un gran ambiente de
vecindad.
Cindy Miller —nacida en Illinois— y su esposo, Paul, compraron una segunda vivienda en la ciudad de Glenn, sobre el lago Míchigan, en 1995 y se mudaron allí en forma permanente cuando él se
jubiló hace unos años. Les gusta caminar por la playa y observar la abundante fauna de la zona, que incluye pavos, zarigüeyas y ciervos.
Miller, de 69 años, vivió gran parte de su vida en el área de Chicago, pero se enamoró de la vida junto al lago en una ciudad pequeña cuando su familia compró una casa de vacaciones en Glenn
a mediados de la década de 1960. “No hay tráfico, no hay semáforos, no hay congestión, y la vista del lago es simplemente maravillosa”, dice. “No hay nada que supere esto”.
Míchigan en un gran estado agrícola, conocido por su gran cantidad de árboles frutales y sus abundantes cosechas de duraznos, manzanas y cerezas. De acuerdo con datos del Departamento de
Agricultura y Desarrollo Rural de Míchigan, el estado produce el 70% de las cerezas agrias del país, conocidas por su alto contenido de nutrientes y antioxidantes que ayudan a combatir las
enfermedades.
“En la pequeña ciudad donde vivo, hay dos mercados de agricultores”, dice Huffstutler. “Hay muchos puestos de granjeros y tenemos amplio acceso a alimentos frescos”.
Mudarse a Míchigan tiene una desventaja importante: los inviernos. Si no te gusta la nieve, tal vez este no sea el mejor destino para ti cuando te jubiles.
A fines de otoño y durante el invierno, el aire frío que fluye sobre las aguas cálidas de los Grandes Lagos crea un fenómeno meteorológico llamado “efecto lago”, que genera nevadas
abundantes al sur de los lagos, particularmente a lo largo de las costas del sur y del este (las áreas más alejadas del agua no reciben tanta nieve).
“Los fríos inviernos de Míchigan pueden hacer que las facturas de energía sean más altas por la calefacción”, señala Burskey. “Debes considerar el costo de acondicionar la casa para el
invierno, quitar la nieve y hacer frente a posibles gastos de salud asociados con el tiempo frío”.
De todos modos, para Huffstutler, las ventajas de Míchigan más que compensan la necesidad de tener una máquina para quitar la nieve.
“Quienes viven en la costa este o la costa oeste del país podrían pensar que este es un terreno que solo sobrevuelan en sus viajes”, dice. “La verdad es que es un lugar realmente atractivo
para vivir”.
Patrick J. Kiger es un escritor que colabora con AARP. Ha escrito para una amplia variedad de publicaciones, incluidas Los Angeles Times Magazine, GQ, Mother Jones y sitios web de Discovery
Channel y National Geographic.
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