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Esta Administración dio un primer paso oficialmente este miércoles para permitir la importación de medicamentos recetados de Canadá y otros países extranjeros, una medida diseñada para

ayudar a bajar el precio de muchos medicamentos esenciales para salvar vidas. La Administración busca comentarios públicos sobre una estrategia doble para la importación de medicamentos

recetados de menor precio. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) aceptará comentarios sobre sus propuestas, pero los funcionarios de esta Administración no pudieron cuantificar

los costos y beneficios, ni cuándo los consumidores realmente podrán beneficiarse de los descuentos prometidos. "Las personas en el país están hartas ​​de pagar los precios más altos

del mundo por los medicamentos recetados de marca", dijo Nancy LeaMond, vicepresidenta ejecutiva y directora de Activismo Legislativo y Compromiso, de AARP. "Los precios

exorbitantes de los medicamentos recetados perjudican no solo a los adultos mayores, sino también afectan el presupuesto de los estados. Tener la libertad de importar medicamentos menos

costosos ayudará a los estados a ahorrar dinero y administrar mejor los recursos limitados que se financian con el dinero de los contribuyentes". Ya existe una disposición en la ley del

2003 de medicamentos recetados de la Parte D de Medicare que permite la importación de estos fármacos bajo ciertas condiciones; sin embargo, el HHS nunca ha aprobado ese programa.

"Nuestro objetivo final es brindar un programa robusto que establezca claramente los procedimientos para la importación de medicamentos recetados que podrían ofrecer precios más bajos

y, al mismo tiempo, mantener la alta calidad que las personas esperan en Estados Unidos", expresó el subsecretario de salud del HHS, Brett Giroir, en un comunicado. Bajo una de las

alternativas del plan general propuesto, los estados, los mayoristas y las farmacias podrían obtener la aprobación del HHS para la importación de ciertos medicamentos de Canadá. Algunos

medicamentos no reunirían los requisitos para la importación, como la insulina, las sustancias controladas, los productos biológicos y ciertos medicamentos inyectables. Los estados y las

farmacias que soliciten un permiso federal tendrían que demostrar que los fármacos que desean importar a Estados Unidos cumplen con los estándares de seguridad de la Administración de

Alimentos y Medicamentos (FDA) y que los consumidores verían ahorros significativos. Varios estados ya han aprobado leyes que autorizan la importación de medicamentos recetados, entre ellos

Colorado, Florida, Maine y Vermont. Otros estados están considerando leyes similares. La segunda posible estrategia que permitiría al HHS la importación de medicamentos requeriría que las

farmacéuticas importaran versiones de sus propios productos aprobados por la FDA, y que ya se venden en mercados extranjeros.