Cómo simplificar las comidas: 6 consejos para cuidadores

Cómo simplificar las comidas: 6 consejos para cuidadores


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Si la persona tiene dificultad para tragar, haz que un patólogo del habla y el lenguaje, o logopeda, evalúe ese problema y la masticación. Un especialista puede recomendar consumir alimentos


de texturas específicas o sugerir ciertos líquidos, como agua gelificada, para asegurar que la persona trague sin inconvenientes, dice Holley. 3. CONSIDERA USAR UTENSILIOS ESPECIALES O


FISIOTERAPIA PARA ASISTIR EN LA ALIMENTACIÓN DIARIA. See more Salud y bienestar offers > Los utensilios, tazones y platos adaptados están diseñados para ayudar a que las personas con


discapacidades puedan comer en forma independiente. Pueden ser pesados o curvos para satisfacer diversas necesidades. Si alguien estuvo recientemente en el hospital o se lesionó, la


fisioterapia podría ser beneficiosa para reaprender las actividades diarias, que pueden incluir preparar una comida o comer, sugiere Holley.   4. LA COMODIDAD ES LA CLAVE PARA UNA


ALIMENTACIÓN SALUDABLE. Lava y corta por adelantado los ingredientes o refrigerios para que a tu ser querido le resulte cómodo comerlos cuando sienta hambre. Si la persona a tu cargo no


puede preparar una comida o un refrigerio, prepáralos tú por adelantado y coloca una etiqueta en cada recipiente que indique claramente el contenido. Al preparar las comidas, condimenta los


alimentos con hierbas en vez de sal, la cual aumenta el sodio, y trata de cocinar con métodos más saludables, como hornear, asar o cocinar a la parrilla, recomienda Holley. Ten en cuenta los


gustos de la persona. “Nuestras papilas gustativas cambian con la edad, de modo que algo picante podría resultarle mucho más picante a una persona mayor que a alguien más joven”, dice.


Hacia el final de su trayectoria de cuidadora, Rachel advirtió que a su abuela le costaba reconocer los recipientes plásticos en los que se guardaba la comida. De modo que comenzó a preparar


la mayoría de los almuerzos de su abuela por adelantado y entonces le ofrecía un menú de opciones. Eso permitía que quienes la cuidaban durante el día se concentraran en brindarle


asistencia directa, sin la responsabilidad adicional de tener que cocinar. “A medida que una persona avanza en edad y transita el camino de la demencia, tiene menos capacidad de tomar


decisiones en su vida. De modo que era muy importante para mí que mi abuela tuviera opciones”, relata Rachel. “Su cuidadora la ayudaba a mirar el menú y decidir qué quería comer”.