
No permitas que los cuidados familiares arruinen tu futuro económico
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FORMA UN EQUIPO ASESOR. Reúne un grupo de expertos que puedan ayudarte a afrontar las exigencias emocionales y económicas del cuidado. Los miembros del grupo pueden variar en función de lo
que necesites, pero considera incluir a un contador experto, un asesor financiero, un abogado especializado en el cuidado de personas mayores, y tal vez un coordinador de cuidados o un
asesor de cuidados de adultos mayores. Appel, que es planificador financiero certificado y fundador de Kindness Financial Planning, señala que contratar a un asesor con experiencia en el
cuidado de adultos mayores resultó sumamente beneficioso. “Se dedican a esto a diario”, dice. “Es muy bueno contar con un tercero imparcial que no pertenezca a la familia ni esté implicado
en la situación”. SEPARA LOS GASTOS DERIVADOS DEL CUIDADO. Aunque vivas con la persona a la que cuidas, es importante mantener las finanzas por separado, según Danielle Miura, planificadora
financiera certificada y fundadora de Spark Financials en Ripon, California. Ella recomienda crear un presupuesto mensual para ti y otro para tu ser querido. Una forma fácil de separar los
gastos —y de llevar la cuenta de los tuyos— es utilizar una tarjeta de crédito y una cuenta corriente específicas para todos los gastos del cuidado, recomienda Appel. Los gastos pequeños
pueden sumarse rápidamente hasta alcanzar “una gran cantidad”, explica, y cita ejemplos como la compra de gasolina para acudir a las citas médicas, la comida fuera de casa y un cable de
carga o un teléfono nuevo si la persona que recibe cuidados pierde el suyo. See more Seguro offers > Laura Vaillancourt, fundadora de la empresa de asesoramiento y coordinación de
cuidados Eldercare y asesora de Appel, comenta que es conveniente depositar en una cuenta separada los ingresos de la persona que recibe el cuidado, como los beneficios del Seguro Social.
Para simplificar el acceso a la cuenta, agrega tu nombre o el de quien utilice ese dinero para cubrir los gastos. PIDE APOYO A LA FAMILIA. Si tú te encargas de la mayor parte del cuidado de
un familiar, “pide a tus hermanos u otros familiares que te ayuden con las responsabilidades del cuidado o que proporcionen ayuda económica”, indica Cameron Huddleston, que fue cuidadora de
su madre durante doce años y es autora de _Mom and Dad, We Need to Talk: How to Have Essential Conversations with Your Parents About Their Finances_. “Tal vez no se den cuenta de que
necesitas ayuda hasta que se la pidas. Por lo tanto, debes ser preciso sobre el tipo de ayuda que necesitas”. Los profesionales de tu equipo de asesores pueden aconsejarte sobre el modo de
mantener conversaciones familiares productivas y sobre la manera de sacar el tema si deseas cobrar por brindar cuidados. “Un tercero que no esté implicado en la situación puede ser muy útil
para guiar la conversación, ya que con frecuencia hay muchas emociones en juego”, explica Appel. DEJA TODOS LOS ACUERDOS FINANCIEROS POR ESCRITO. Documenta claramente quién se hará cargo de
cada gasto. Los cuidadores familiares que vayan a recibir una remuneración de la persona que recibe el cuidado o de otras personas deben considerar la posibilidad de crear un contrato
oficial de cuidador, también conocido como contrato de cuidados personales, entre otros nombres.