6 avances científicos aterradores que te sorprenderán (y atormentarán)

6 avances científicos aterradores que te sorprenderán (y atormentarán)


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Facebook Twitter LinkedIn Las sanguijuelas ayudan a limpiar la sangre Tony Savino/Corbis


Escorpiones. Cadáveres. Gusanos. Estas son solo algunas de las técnicas aterradoras pero eficaces que científicos en todo el país están utilizando para tratar una serie de enfermedades


graves. Hemos recopilado seis espeluznantes nuevos tratamientos que te atormentarán. Prepárate a sentirte asqueado —y asombrado—.


1. Me encantan esas sanguijuelas


Estos retorcidos chupasangres son algo repugnantes, pero proporcionan un efecto de succión salvavidas que ayuda a los médicos a limpiar la sangre y reimplantar partes del cuerpo


desprendidas. Así que si un duende (o un pit bull) te desgarra las venas, las sanguijuelas pueden servir como un sistema de drenaje temporal hasta que tu cuerpo regenere nuevas venas,


explica Stephen Sullivan, profesor asistente y cirujano plástico de Brown University, quien una vez reimplantó la oreja de una mujer con 170 sanguijuelas. Cada sanguijuela consume cerca de


una cucharadita de sangre a la vez que recubre el área con saliva anticoagulante. Los pacientes apenas sienten sus pequeñas mordeduras y cuando las sanguijuelas terminan de alimentarse, se


desprenden solas.


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2. ¿Tienes un diente en el ojo?


En una maniobra similar a la del Dr. Frankenstein, la osteo-odonto-queratoprótesis (OOKP por sus siglas en inglés), también conocida como la "cirugía de dientes en los ojos," involucra


extraer un diente e implantarlo en un ojo enfermo. Sí, suena asqueroso, pero la teoría es que el cuerpo tiene menos probabilidades de rechazar su propio diente que, digamos, un implante


sintético. Durante el procedimiento, los médicos retiran quirúrgicamente parte del hueso de la mandíbula y el diente y perforan el diente para que sujete un lente prostético, el cual se


implanta eventualmente en el ojo. Y los estudios demuestran que funcionan. Un análisis colocó una probabilidad del 80% en que un implante de OOKP se mantendría intacto después de 20 años.