El pollo y el peligro de que esté contaminado con salmonela

El pollo y el peligro de que esté contaminado con salmonela


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Se acerca el verano y con él y sus agradables temperaturas se multiplican los pasadías en el parque, el campo y la playa. Los planificamos en familia, llevamos los trajes de baño y las


mantas para picnic, el protector solar y contra insectos. Y llevamos el almuerzo: pollo, hamburguesas, hot dogs, ensaladas y postre. Con todo esto ¿cómo podemos asegurarnos de no estar


llevando también con nosotros un potencial brote de salmonela? Hace unos días llegó a llamar mi atención un nuevo documental investigativo producido por PBS titulado en inglés _The Trouble


with Chicken_ (en inglés). Al ver este interesante reportaje, verdaderamente me alarmé ante el desarrollo que ha tenido la salmonela en los últimos años en Estados Unidos y la gran


incidencia que tiene ésta y otras bacterias sobre la población en general. No es raro escuchar sobre un nuevo brote de salmonela cada cierto tiempo, pero muchas veces no le prestamos tanta


atención. Hasta que nos toca de cerca. El pollo y la producción de sus productos en EE.UU. ha resultado ser un agente importante en la proliferación de cepas mortales de esta bacteria, como


la llamada salmonela heildelberg y se me hace un problema del que todos tenemos que estar al tanto. Según los expertos, la salmonela es la bacteria que causa más infecciones de origen


alimentario hoy en día y es también la que causa más muertes por ingesta de alimentos contaminados. Según datos del Centro para el Control de Enfermedades, (CDC por sus siglas en inglés), 


más de 1 millón de personas (en inglés) se contagian cada año en EE.UU., algunas sin llegar a reconocerlo, otras viéndose obligadas a pasarse unos días terribles en un hospital. Lo más


preocupante es que las nuevas cepas virales están resultando ser mucho más resistentes a tratamientos de antibióticos que hace un par de décadas. En otras palabras, las salmonelas de hoy soy


más poderosas que nunca.