Causas y tratamientos para la infección de orina

Causas y tratamientos para la infección de orina


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El Dr. Howard Goldman, urólogo de Cleveland Clinic, está de acuerdo: “Si una paciente tiene lo que llamamos ‘bacteriuria asintomática’, lo que significa que tiene bacterias en la orina pero


se siente bien, no hay motivo para recetarle antibióticos. Las mujeres tienen bacterias normales que viven en la vagina y que constituyen uno de los principales mecanismos de defensa para


evitar que las bacterias perjudiciales asciendan a la vejiga. Los antibióticos pueden eliminar las bacterias saludables, y las mujeres pueden ser más propensas a contraer más infecciones”.


Sin embargo, si tienes una infección urinaria con síntomas pronunciados, un antibiótico puede ser lo indicado. Para las mujeres que tienen infecciones urinarias recurrentes y frecuentes, los


médicos a veces también recomiendan la “terapia autodirigida”: antibióticos que las mujeres conservan en el botiquín de su casa o llevan con ellas cuando viajan, por las dudas. Otro


tratamiento eficaz es el estrógeno vaginal tópico. Booton explica que “Uno de los tratamientos principales que usamos con las mujeres mayores que tienen infecciones urinarias frecuentes es


recetar estradiol, un estrógeno tópico que se absorbe en la vagina. Es asombroso. El estrógeno sostiene todas las estructuras de la pelvis, para que el tejido sea más denso y tenga más


lubricación y así pueda tener más resistencia”. Fick, quien con frecuencia receta estradiol (algunos nombres comerciales son Premarin y Estrace), indica que “Las mujeres pueden usarlo un par


de veces por semana antes de acostarse. En general hace efecto a las seis semanas y restaura el tejido a un estado premenopáusico, por lo que hay mayor circulación de sangre en la zona, más


tejido y más humedad, lo que forma una barrera más densa contra las bacterias. No tiene riesgos porque se absorbe en forma local y no sistémica. Es eficaz tanto con las infecciones de la


vejiga recurrentes como con la incontinencia urinaria”. También hay otras medidas que puedes tomar por tu cuenta. Fick recomienda beber líquidos en abundancia y, de igual importancia, vaciar


la vejiga con frecuencia. Recomienda “beber, vaciar, beber, vaciar”. Fick también sugiere acidificar la orina tomando vitamina C o pastillas de arándano, que son mejores que el jugo común


de arándano que tiene un alto contenido de azúcar y no es saludable para las personas que tienen diabetes. Señala que “Incluso tengo una paciente que bebe un cuarto de taza de vinagre de


manzana todos los días”. A veces las infecciones urinarias en las mujeres mayores son consecuencia de las relaciones sexuales, tal vez en las mujeres que vuelven a tener actividad sexual con


una nueva pareja después de un divorcio en la mediana edad. Booton señala que “A diferencia de la masturbación, la actividad sexual con otra pareja puede desplazar las bacterias de afuera


hacia adentro de la uretra. Normalmente hay bacterias en todo el perineo (el área entre el ano y la vulva), y la actividad sexual puede empujarlas hacia adentro. Por lo tanto, las mujeres


mayores que tienen relaciones sexuales realmente deben estar al tanto de todo esto”. Esto significa, en primer lugar, que las mujeres deben orinar de inmediato después de tener relaciones.


Algunos médicos recomiendan que las mujeres que son propensas a tener infecciones urinarias a consecuencia de la actividad sexual tomen una pequeña dosis de un antibiótico profiláctico


inmediatamente después de tener relaciones, como por ejemplo el fármaco genérico nitrofurantoína. Corbin ofrece una advertencia final: los pacientes mayores que toman medicamentos


inmunosupresores por problemas médicos crónicos como diabetes, artritis reumatoide o psoriasis deben tener un poco más de cuidado si tienen síntomas de una infección urinaria. En estos casos


deben consultar con un médico de inmediato.