
¿conoces las partes de tu ojo y cómo funciona tu visión?
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EL HUMOR VÍTREO El gran espacio detrás de la lente, en la parte trasera del ojo y frente a la retina, está lleno de una sustancia clara y similar a un gel, llamada humor vítreo, que se
adhiere a la retina en varios puntos. El gel ayuda a mantener despejado el espacio en el centro del ojo para que la luz pueda llegar a la retina. "También proporciona cierta elasticidad
al ojo, lo que ayuda a mantener su forma", señala Rosen. "Por ejemplo, frotarse los ojos hace que la presión ocular aumente, pero vuelve a la normalidad cuando dejas de frotarte.
O, si te pinchas el ojo, no se desinfla automáticamente porque una especie de material elástico llena el ojo y absorbe el impacto, lo que evita que cause mucho daño". LA RETINA Desde
allí, la luz golpea la retina, una delgada capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la pared posterior del ojo. (Dato curioso: la curvatura de la lente y la flexión de la luz en
realidad crean una imagen al revés en la retina. El cerebro eventualmente pone la imagen al derecho). Incrustadas en la retina hay millones de células sensibles a la luz, llamadas
fotorreceptores. Hay dos tipos: conos y bastones. Los conos son los responsables de producir la agudeza visual del ojo (ver las señales de tránsito al conducir, la letra pequeña al leer o
reconocer detalles faciales como el color de los ojos de alguien), así como la visión del color. “La mayoría de estos conos se concentran en un área muy específica en el centro de la retina,
llamada mácula”, dice Haugsdal. Los bastones se encuentran principalmente en los bordes exteriores de la retina. Son más sensibles a los niveles de luz más bajos y nos ayudan con la visión
nocturna, lo que nos permite ver en una habitación con poca luz, por ejemplo. "Lo maravilloso de nuestros ojos es que tienen un rango dinámico increíble que les permite ajustarse a un
enorme diferencial en términos de luz", señala Rosen. "Se puede ver casi en la oscuridad total, pero también se puede ver a la luz brillante del sol. Una cámara no tiene ese rango.
Hay niveles de luz que son demasiado oscuros o demasiado brillantes para obtener una buena imagen". Estas células trabajan juntas en la retina para detectar y absorber los rayos de
luz, luego convertirlos en señales eléctricas, que después se envían a la corteza visual en la parte posterior del cerebro, a través del nervio óptico en la parte posterior del ojo. El
cerebro interpreta estos impulsos y convierte las señales en las imágenes que vemos. EL CEREBRO Casi la mitad de nuestra capacidad cerebral está dedicada a procesar información visual, según
investigadores de MIT. De hecho, cuando se trata de la visión, nuestro cerebro —y su capacidad para procesar esos puntos de luz— es tan importante como los tonos marrones, azules y verdes
que vemos a través de ellos. En última instancia, "es donde se reúne la información", señala Rosen. "Vemos con nuestro cerebro".