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No. Si padeces la enfermedad celíaca o tienes una sensibilidad no celíaca al gluten, o te sientes mal cuando consumes alimentos que contienen gluten, entonces es conveniente no consumirlo.

Cerca del 6% de la población del país tiene alguna sensibilidad al gluten, y cerca del 1% padece la enfermedad celíaca. Pero si no es tu caso, entonces no es “más saludable” comer sin

gluten. Muchos alimentos que no contienen gluten, como galletas, pasta, cereales y productos horneados, están elaborados con almidones de maíz, arroz o tapioca, que tienen muy poca fibra y

suelen carecer de nutrientes. No obstante, consumir menos hidratos de carbono que contengan gluten suele ser un objetivo acertado para la salud. Lo mejor es optar por alimentos como frutas,

verduras, frutos secos y semillas, legumbres, lácteos con bajo contenido de grasa y proteínas magras. Los cereales integrales sin gluten, como la avena certificada sin gluten, el sorgo, el

teff, la quinua, el amaranto o el arroz negro, también son saludables. Y si tienes problemas abdominales, acude al médico, ya que nadie debe autodiagnosticarse una alergia al gluten. —Lauren

Harris-Pincus, dietista y propietaria de NutritionStarringYou.com 10. DEMASIADO CROCANTE _Mordí un sándwich preparado con un panecillo crujiente, y... ¡caramba, me dolió!_ Tal vez tengas un

diente astillado o partido. Si te duele un diente de repente después de comer algo crujiente, no lo tomes a la ligera y llama de inmediato a un dentista para que te atienda. La verdad es

que no hay cura casera para una fractura dental. Sin embargo, puedes hacer mucho para evitar la próxima. Lo más importante es mantener una buena higiene bucal. Ten cuidado con los alimentos

pegajosos, crujientes o gomosos; utiliza el hilo dental y cepíllate los dientes rigurosamente; dedica unos minutos al día a masajearte las encías con un cepillo de dientes blando o con los

dedos. Así mantendrás la buena salud de las encías y los dientes, evitarás el deterioro dental y, en última instancia, evitarás la aparición de problemas como astillamientos o fracturas

dentales. —Guneet Alag, dentista, Fab Dental, Hayward, California 11. MI POBRE INTESTINO _Tengo gases todo el tiempo._ El estrés, los antibióticos, los suplementos de venta libre, el exceso

de comida para llevar, los virus y muchos otros factores pueden haber alterado las bacterias intestinales en los últimos años, lo que ha provocado un aumento de los síntomas

gastrointestinales. Si tienes otros síntomas, como pérdida de peso inexplicable, más náuseas o vómitos, o cambios en las heces, acude al médico. Sin embargo, en lo que respecta a los gases

habituales, se deben sobre todo a la dieta. Comienza por reducir las bebidas gaseosas y los alimentos que pueden causar malestar estomacal: edulcorantes artificiales; leche y helado; cebolla

y ajo; productos de trigo, como cereales, pan y galletas; frijoles y lentejas; y frutas de árbol, como manzanas, cerezas y duraznos. Estos alimentos contienen carbohidratos que el intestino

delgado no absorbe bien, por lo que fermentan en el intestino. El aumento de fibra puede facilitar el movimiento intestinal en caso de estreñimiento, y los alimentos ricos en probióticos,

como el chucrut, pueden restablecer las bacterias beneficiosas. —Dr. Andrew Boxer, Gastroenterology Associates of New Jersey 12. HACER FRENTE A LA EDAD _Mi piel ya no absorbe el maquillaje._

La exfoliación y el ácido hialurónico parecen lo contrario de lo que necesitas para la piel envejecida o dañada. Sin embargo, son exactamente lo que necesitas. Una exfoliación frecuente

junto con una hidratación adecuada evitarán que el maquillaje quede pastoso. Mi recomendación es realizar una exfoliación dos veces por semana o incluso cada dos días, y luego aplicar un

suero facial hidratante con ácido hialurónico. Te reafirmará la piel si lo dejas actuar unos minutos. Si deseas, termina la sesión con una ligera capa de base de maquillaje. —Michael Crumm,

esteticista de celebridades en Los Ángeles 13. CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS _Es la media tarde y no puedo evitar quedarme dormido._ Comienza por beber más agua. Alrededor de uno de cada cuatro

pacientes se queja de fatiga, y el mayor culpable es la deshidratación. Los hombres necesitan unas 15.5 tazas al día, y las mujeres, 11.5. ¿Bebes café para estimularte? Entonces en realidad

necesitas más agua, porque la cafeína es diurética. No desayunar también puede causar fatiga por la tarde, ya que puede producir un fuerte descenso del nivel de azúcar en sangre. En

definitiva, consumir tres comidas pequeñas al día con bocadillos saludables es la mejor manera de mantener estable el nivel de azúcar en sangre y reducir las grandes fluctuaciones de la

hormona insulina, lo que te mantendrá alerta y motivado durante todo el día. —Dr. Marc Helzer, University of Michigan Health-West