
Las causas del hipo y cómo curarlo
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GETTY IMAGES Facebook Twitter LinkedIn
Amigos, enemigos, familiares, desconocidos... prácticamente todos hemos tenido alguna vez un ataque de hipo.
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En el momento del ataque, no se puede pensar en otra cosa. Sin la menor advertencia, se escapa un sonido. Sabes que le seguirá otro, pero es imposible predecir cuándo. Así que te quedas
esperando lo inevitable: un segundo hipo, y luego un tercero. Y lo único que puedes hacer es esperar que los espasmos se detengan pronto.
Sin duda se trata de algo molesto, pero hay algunas buenas noticias: “En la gran mayoría de los casos, el hipo no es grave. Aparece y desaparece rápidamente”, dice la Dra. Aminah Jatoi,
médica oncóloga en Mayo Clinic y autora de publicaciones de investigación sobre el hipo en BMJ Supportive & Palliative Care, American Journal of Hospice and Palliative Medicine y Current
Oncology Reports, entre otros. “Pero algunas veces, el hipo parece requerir una evaluación médica más detallada”, dice.
¿A qué se debe el hipo?Aunque resulte sorprendente, los expertos aún no saben con certeza qué es lo que genera el hipo, “a pesar de que casi todos, sino todos, tenemos hipo a lo largo de la vida”, dice el Dr. Mark
Prince, presidente del Departamento de Otorrinolaringología en University of Michigan.
Por el contrario, el mecanismo de funcionamiento es más claro: los espasmos del pecho contraen el diafragma, lo que empuja el aire hacia arriba, hacia la garganta, y cierra la glotis (la
parte media de la laringe donde se encuentran las cuerdas vocales); eso genera el sonido de “hic”. Luego el diafragma vuelve a contraerse, siguiendo algún ritmo incierto y amenazante.
Todo sucede en forma repentina e involuntaria. “En las personas adultas, el hipo no parece tener ningún propósito”, dice Prince.