
¿Una pastilla para retardar el envejecimiento?
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:

¡Dile al Congreso: Fortalece el servicio al cliente del Seguro Social! Envíale un mensaje a los legisladores hoy
Los profesionales médicos han descubierto una manera de tratar muchas de las enfermedades que acompañan al envejecimiento: tenemos medicamentos para las enfermedades cardíacas, la diabetes,
la artritis y hasta la enfermedad de Alzheimer.
Pero ¿y si una pastilla pudiera contribuir a prevenir estas enfermedades?
Desde hace décadas, los científicos buscan ese santo grial de la medicina: medicamentos seguros que traten el envejecimiento en su conjunto, al frenar el deterioro celular o aumentar la
resistencia del cuerpo a los factores que desencadenan el deterioro mental y físico.
A pesar de los costos de investigación y de los retos científicos, el camino hacia una pastilla de este tipo despierta más interés que nunca. El Gobierno federal está involucrado (en
inglés), así como muchas instituciones académicas destacadas. Ciertos "biohackers" multimillonarios se han incorporado a la carrera, con sus propias teorías para desafiar a la edad y sin
reparar en gastos.
La urgencia tiene una razón de ser: las personas mayores de 85 años representan el segmento de la población del país de más rápido crecimiento. "De repente nos enfrentamos a un mundo en el
que cada vez más personas vivirán hasta los 80, 90 y 100 años en un futuro próximo", afirma Steven Austad, profesor de Biología de la Universidad de Alabama en Birmingham y director
científico sénior de la American Federation for Aging Research.
Encontrar un modo de preservar la salud de estos adultos en sus últimas décadas no solo mejora su calidad de vida, sino que los expertos afirman que podría ser una bendición para la economía
y un respiro para el sistema de atención médica, que desembolsa billones de dólares cada año para tratar enfermedades crónicas que se hacen más frecuentes con la edad. "No se trata de vivir
hasta los 200 años; se trata de vivir hasta los 90 con buena salud", señala la Dra. Sofiya Milman, profesora asociada de Medicina y Genética de la Facultad de Medicina Albert Einstein.
Pero si la carrera para encontrar esa pastilla bloqueadora de enfermedades fuera de 10 millas, Austad dice que solo estamos en la milla 2. ¿Qué es lo que frena el progreso? La falta de
datos. Aunque varios medicamentos son prometedores en animales, se necesitará mucho tiempo y dinero para probar su efecto a largo plazo en los seres humanos.
Luego están los reglamentos burocráticos: de momento, la Administración de Alimentos y Medicamentos no reconoce el envejecimiento como una enfermedad prevenible, por lo que no existe una vía
clara para aprobar medicamentos para tratarlo. Sin embargo, los expertos en la materia esperan que esto cambie.
Los tratamientos prometedores que nunca dieron resultado, como el resveratrol o los fármacos experimentales respaldados por la biotecnología, también han complicado el panorama. Aun así, se
han producido "verdaderos avances", afirma Austad, y un puñado de medicamentos destacan como candidatos para usarse en maneras que vayan más allá de las enfermedades individuales y que
podrían ayudar a mantener la salud de forma más amplia.
Membresía de AARP: $15 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.
El medicamento para la diabetes que toman millones de personas ha estado bajo el microscopio de la lucha contra el envejecimiento durante años, y los expertos afirman que sigue siendo uno de
los favoritos en la carrera hacia un medicamento de amplio espectro contra las enfermedades. En los estudios se ha demostrado que la metformina tiene efectos protectores contra las
enfermedades cardiovasculares y puede reducir el riesgo de otras enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, la demencia y los derrames cerebrales.
En una investigación más reciente, publicada en julio en la revista Aging Cell, se descubrió que el medicamento, que tiene décadas de antigüedad, también puede proteger contra la pérdida de
masa muscular (en inglés) en los adultos mayores. Es un medicamento "que se dirige a todas las características biológicas del envejecimiento", señala el Dr. Nir Barzilai, director del
Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento de la Facultad de Medicina Albert Einstein. "Por cierto, la metformina también es segura, tiene pocos efectos secundarios, es genérica y es
económica".
Barzilai está preparando un gran ensayo clínico de seis años de duración, denominado TAME (en inglés), para comprobar si los adultos mayores que toman metformina pueden eludir, o al menos
retardar, la evolución de enfermedades relacionadas con la edad. Él espera que en el estudio de 3,000 personas se demuestre también que el proceso de envejecimiento puede ser un objetivo
para la creación de medicamentos, lo que podría ayudar a lograr la aprobación de otros fármacos.
"Es [el envejecimiento] lo que origina las enfermedades", afirma Barzilai. "La idea es que si tienes en la mira el envejecimiento, no previenes una sola enfermedad, sino muchas".
La falta de financiación ha ralentizado el inicio del estudio. El ensayo, cuyo costo se calcula en $50 millones, no es algo que la industria farmacéutica esté impaciente por financiar, ya
que la metformina es un medicamento genérico que se vende a unos cuantos centavos por pastilla, dice Richard Miller, experto en envejecimiento de la Universidad de Míchigan. En cambio, los
investigadores trabajan con un entramado de subvenciones y donaciones. Pero los conocedores predicen que el ensayo estará listo para empezar en unos años.
La rapamicina, que se descubrió en la década de 1970, se utiliza actualmente para ayudar a prevenir el rechazo de órganos después de un trasplante de riñón y para tratar ciertos tipos de
cáncer. En los ratones, dice Austad, hace mucho más.
Se ha demostrado repetidamente que ayuda a prevenir el cáncer en roedores y ralentiza el avance de la demencia. Los investigadores afirman que ayuda a los ratones a conservar la masa
muscular, retarda las enfermedades cardiacas y mejora la respuesta a las vacunas. En un estudio fundamental se descubrió que el medicamento puede prolongar la vida de ratones ancianos en un
14% en las hembras y en un 9% en los machos, al posponer la enfermedad; en otros estudios se han producido resultados similares.
Membresía de AARP: $15 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.
La atención se centra ahora en los humanos y en si la rapamicina les proporcionará los mismos beneficios para retrasar enfermedades. Actualmente un pequeño número de ensayos se encuentran en
fase inicial en humanos y en perros (en inglés), y es a los ensayos en perros a los que hay que prestarles atención mientras esperamos más datos de humanos. "Los perros son mejores que los
ratones como indicadores de lo que se podría esperar en las personas", explica Austad.
Esta nueva clase de medicamentos se centra en las células senescentes, también llamadas células zombi, que son células dañadas que se resisten a morir. A medida que envejecemos, el organismo
se vuelve menos eficaz para eliminarlas, por lo que empiezan a acumularse y a liberar sustancias químicas que pueden provocar inflamación, dañar las células vecinas y provocar enfermedades,
afirma Barzilai.
La FDA ha aprobado algunos senolíticos para tratar enfermedades como el cáncer; otros son naturales y se venden como suplementos.
En la actualidad, investigadores de varias universidades y centros médicos están probando la capacidad de los senolíticos para prevenir o retardar la evolución de enfermedades humanas como
el Alzheimer, la artrosis y la enfermedad renal. Las empresas privadas también están invirtiendo dinero en la investigación de los senolíticos, así que no los pierdas de vista.
Mientras tanto, si tienes la tentación de salir corriendo a la farmacia en busca de suplementos senolíticos, recuerda que sus posibles beneficios "no se han probado en absoluto en las
personas", afirma Austad. Además, ten en cuenta que los suplementos no están tan reglamentados como otros medicamentos de venta libre y pueden provocar efectos secundarios o interactuar con
otros medicamentos que estés tomando.
De hecho, ese consejo de prudencia es válido para todos los productos que afirman curar el envejecimiento. "No hay nada que puedas comprar sin receta o con receta médica que se haya
demostrado que retarde el envejecimiento de las personas", dice Miller.
Los investigadores médicos coinciden en que, por el momento, las recetas más potentes son los hábitos cotidianos que ayudan a mantener el cuerpo y el cerebro en plena forma: dieta,
ejercicio, sueño y relaciones significativas. Algún día, una pastilla puede ser más eficaz. Tal vez falten años para lograrlo o quizá nunca se logre de verdad. Pero lo que se ha demostrado
es que esa idea "ya no es absurda", afirma Miller.
Rachel Nania es una galardonada editora que escribe sobre atención médica y políticas de salud para AARP.
Membresía de AARP: $15 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.
Qué puede —o no puede— decirnos sobre la cognición una simple serie de pruebas.
Nunca es demasiado tarde para adoptar conductas que pueden mejorar la salud y la longevidad.
Nada interfiere tan intensamente en nuestra salud física o mental como el peso corporal.
Somos una asociación no partidista, sin fines de lucro, que ayuda a las personas mayores de 50 años a mejorar la calidad de sus vidas.