
El motivo principal para empezar a tocar un instrumento después de los 50 años
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“Tu cerebro está echando humo”, dice Burdette. “[Tocar música] básicamente lo enciende”. Jonathan H. Burdette (I), un radiólogo que estudia la música y el cerebro, empezó hace poco a tocar
el violín. “Los estilos de bluegrass son interesantes y complejos”, dice Burdette, de 56 años. Cortesía de JONATHAN BURDETTE Mientras tanto, en el cerebro ocurren otras cosas, señala Larry
Sherman, profesor de Neurociencia de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón y autor del libro _Every Brain Needs Music: The Neuroscience of Making and Listening to Music_. Sherman
señala que en primer lugar, cuando tocamos un instrumento, pueden nacer nuevas neuronas o células nerviosas en el cerebro. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes
Cerebrovasculares, ya nacemos con la mayoría de las neuronas cerebrales. “Sin embargo, cuando hacemos una actividad como aprender a tocar un instrumento, que supone un gran esfuerzo
cognitivo, hay [investigaciones] que sugieren que ese tipo de actividad puede realmente estimular la producción de células nuevas”, afirma Sherman. “Tu cerebro está echando humo”, dice
Burdette. “[Tocar música] básicamente lo enciende”. — Dr. Jonathan Burdette, profesor de Neurorradiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest Cuando tocas música, las
neuronas deben poder procesar la información a gran velocidad: piensa en la rapidez con que un músico tiene que traducir una nota de una página al punteo de una cuerda. Cuando practicas
música, el cerebro produce mielina, un material aislante que envuelve las neuronas y facilita la rapidez de circulación de la información. “Si tienes mielina, siempre digo que es como si tus
impulsos nerviosos condujeran a medianoche por el sistema de autopistas autobahn en Alemania, donde no hay límite de velocidad, así que puedes ir a 200 millas por hora y nadie te detendrá”,
comenta Sherman. See more Seguro offers > Por último, cuando aprendemos cosas nuevas y exigentes, como tocar el piano, generamos nuevas sinapsis que ayudan a transmitir información entre
las neuronas, según Sherman. “Y cuando ensayamos música que ya hemos aprendido, reforzamos esas sinapsis”, agrega. Las investigaciones sugieren que la producción de mielina y el
fortalecimiento de las sinapsis disminuyen con la edad, por lo que realizar una actividad que pueda reactivar ambas operaciones significa que “tendrás más posibilidades de [conservar] esos
procesos y de tener un cerebro mejor y más funcional”, indica Sherman. La música puede afectar incluso la estructura cerebral. “El cerebro tiene una parte importante llamada cuerpo calloso
que conecta ambos hemisferios, y en los músicos suele tener un mayor tamaño”, señala el Dr. Bernard R. Bendok, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Mayo Clinic de Phoenix. Los músicos
también suelen tener más materia gris, añade, que es la zona del cerebro con una alta concentración de neuronas. JARED SOARES NUNCA ES TARDE PARA COMENZAR Solemos pensar que aprender a
tocar un instrumento musical es una actividad propia de los jóvenes, pero en realidad el cerebro puede aprender cosas nuevas a cualquier edad, una capacidad que los científicos denominan
neuroplasticidad. La mayor diferencia entre aprender de joven y aprender a tocar un instrumento más tarde es que, cuando eres mayor, puede llevar más tiempo, sobre todo porque un cerebro
joven es más maleable. (Esta es también la razón por la que los niños pueden aprender otro idioma con tanta rapidez). “No es que los adultos mayores no puedan aprender, sino que lleva más
tiempo”, explica Sherman. Sin embargo, no debes permitir que eso te desanime, dice Bendok, cuya investigación consiste en trazar mapas cerebrales de músicos. “Pienso que le damos mucha
importancia. Al igual que nunca es demasiado tarde para empezar a ir al gimnasio —siempre que lo apruebe el cardiólogo—, nunca es demasiado tarde para adquirir nuevas aptitudes mentales y
aprender nuevas habilidades”, afirma.