La competencia motiva el hacer ejercicios

La competencia motiva el hacer ejercicios


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PRACTICAR UN DEPORTE MÁS TARDE EN LA VIDA No hace falta haber tenido una larga carrera deportiva para beneficiarse de un poco de la competencia. Bill Cordes, de 75 años, de St. Cloud,


Florida, es un deportista que comenzó tarde en su vida y que recientemente quedó tercero en la división 3.0 de 50 o más de la Asociación de Tenis de Estados Unidos en el Campeonato


Individual Nacional. Cordes no empezó a competir en tenis hasta el 2018. Hasta entonces, había sido un ávido espectador, que asistía a torneos y seguía a sus tenistas favoritos, como Roger


Federer. Entonces se enteró de que la USTA planeaba construir una instalación nacional de tenis de clase mundial en Orlando. Las instalaciones de 64 acres incluyen una zona de desarrollo de


jugadores para atletas profesionales, incluidos los que compiten en los Grand Slams. Sin inmutarse por su edad e inexperiencia (jugaba ocasionalmente los fines de semana, pero nunca había


competido), Cordes convenció a su esposa para que se mudara a casi cuatro horas al norte para estar cerca del campus "y así poder jugar todos los días", dice él. Cordes, veterano


del ejército de Estados Unidos, se apuntó a un programa militar de la USTA que ofrece instrucción gratis a los militares, tomó algunas clases y empezó a competir. Su carrera de tenista


floreció. Para Kathleen Fitzgerald, atleta de 78 años, de Norman, Oklahoma, la competencia la hace responsable y la mantiene centrada de un modo diferente al de trotar a diario o una clase


de yoga. "Tienes un propósito. Tienes un objetivo que alcanzar", dice Fitzgerald, directora ejecutiva de los Oklahoma Senior Games, en los que compite en tenis de mesa y atletismo.


"Te apuntas a la competencia y sabes que se acerca y que si no estás preparado es tu culpa". Hasta hace siete años, Fitzgerald era patinadora sobre hielo y ganó una medalla de


plata en la competencia de adultos mayores de 55 años. Cuando salió de la pista de hielo, dice que se dio cuenta de que para ella no todo era ganar. "Era un agradecimiento a las


personas que me habían ayudado, como mi entrenador, los otros patinadores... Es todo el proceso de establecer el objetivo y trabajar para conseguirlo", dice Fitzgerald. Para Hennessy,


el jugador de sóftbol, no hay nada mejor que la sensación que tiene cuando sale a batear o atrapa una pelota en el campo. "De repente, todo lo demás se desvanece", dice. "No


te preocupas de ningún otro problema. Sólo estás jugando con tus amigos". Profesora de filosofía convertida en boxeadora