Cómo el peso afecta tu salud después de los 60 años

Cómo el peso afecta tu salud después de los 60 años


Play all audios:


Según los CDC, la obesidad está vinculada con al menos 13 tipos de cáncer. Algunos de esos están relacionados con hormonas, porque la obesidad crea inflamación, que altera el sistema


inmunitario y causa una desregulación del sistema hormonal. “La obesidad conduce a un aumento en ciertas hormonas y estas llevan a más tipos de cáncer: de seno, endometrial, de tiroides, de


páncreas y más”, dice el Dr. Omar Ghanem, cirujano metabólico de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota. “Esas conexiones están comprobadas y sabemos que bajar de peso con cirugía bariátrica


puede reducir el riesgo”, dice. Se ha demostrado que la cirugía bariátrica reduce tipos de cáncer que no están relacionados con las concentraciones hormonales. En un análisis reciente de 15


estudios (en inglés), que incluyeron un total de casi 950,000 personas obesas que se sometieron a cirugía bariátrica y más de 17 millones que no tuvieron ese procedimiento quirúrgico, los


investigadores descubrieron que para los del primer grupo, el riesgo de cáncer de hígado, colorrectal, de riñón, de las vías urinarias, del esófago y de pulmón había disminuido en casi un


50%. La obesidad también es un factor de riesgo para padecer una enfermedad autoinmunitaria, un problema que se vuelve más común con la edad, en particular entre las mujeres. Estas


enfermedades diversas, entre otras el lupus y la artritis reumatoide, surgen cuando el sistema inmunitario empieza a atacar los tejidos sanos del organismo.  “El sistema inmunitario de las


personas con artritis reumatoide en particular envejece de forma prematura”, dice la Dra. Cornelia Weyand, investigadora del sistema inmunitario de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota. “Su


edad en términos inmunitarios es unos 25 años más avanzada que su edad real”. Los últimos tres años han subrayado la manera en la que la obesidad puede impactar el sistema inmunitario. Los


investigadores analizaron recientemente (en inglés) el efecto del peso en la evolución de unos 150,000 pacientes de COVID-19. Descubrieron que los pacientes que tenían un IMC de 30 a 34.9


(apenas por encima del umbral de “obesidad”) tuvieron un 7% más de probabilidades de ser hospitalizados y un 8% más de probabilidades de morir que las personas que tenían un peso saludable.


Los que tenían un IMC de 45 o más (considerados obesos “mórbidos”) tuvieron un 33% más de probabilidades de ser hospitalizados y un 61% más de probabilidades de morir. Sin embargo, el


sistema inmunitario se puede recuperar cuando se controla el peso. En un estudio realizado en el 2022 en el Brigham and Women’s Hospital con personas obesas que perdieron el 18% del peso


corporal después de someterse a una cirugía para bajar de peso, se descubrió que en menos de tres meses, el sistema inmunitario de los pacientes había mejorado perceptiblemente y tenían


niveles más bajos de glóbulos blancos y menos inflamación. NUESTRA FORMA DE PENSAR EN EL PESO CORPORAL Hubo una época en la que la sabiduría popular decía que “sentirse gordo” era


estrictamente un problema de jóvenes. Ahora, una serie de investigaciones han descubierto conflictos sobre el peso y la imagen corporal entre las personas de 60 años ignorados desde hace


mucho, al igual que nuevos conocimientos. “No es que con la edad se deje de tener una imagen corporal negativa”, dice Lisa Kilpela, una psicóloga e investigadora de imagen corporal y


profesora auxiliar del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio. “Hay muchas razones para sospechar que, para algunas personas, podría empeorar con la edad”.


Más de la mitad de las mujeres de 60 a 69 años dicen que sus inquietudes sobre su peso o la forma de su cuerpo tienen un impacto negativo sobre su vida. En una encuesta grande realizada por


la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (en inglés), hasta el 64% pensaban en su peso todos los días. Los hombres no son la excepción. En un estudio canadiense pequeño de hombres


de entre 60 y 83 años, la mitad dijeron que se sentían poco atractivos debido a su peso. Por sentirse descontentos con su cuerpo, el 17% de los hombres y el 39% de las mujeres de entre 50 y


65 años se sentirían incómodos si usaran un traje de baño en público, según una encuesta de UCLA (en inglés) realizada entre más de 52,000 adultos en Estados Unidos. Pero a los 60 años, una


imagen corporal negativa puede tener consecuencias mucho más graves: hasta un 26% de las mujeres de 55 a 83 años dijeron tener problemas con atracones de comida en un estudio reciente


realizado por Kilpela y otros investigadores. “Por mucho tiempo, se pensaba que las mujeres mayores no tenían trastornos de la conducta alimentaria”, dice Kilpela. “Las mujeres mayores que


vienen a nuestro laboratorio dicen, por ejemplo: ‘Gracias por tenernos en cuenta. Pensábamos que se olvidarían de nosotras por nuestra edad’”. La insatisfacción con la imagen corporal está


vinculada a un mayor riesgo de depresión, calidad de sueño más deficiente y cuidado personal inadecuado. “Es como la forma en que tratas un par viejo de zapatillas deportivas en comparación


con un par nuevo”, señala Kilpela. Sin duda, no todas las personas de sesenta y tantos años se sienten muy insatisfechas con su imagen corporal, dice la Dra. Debra Safer, profesora adjunta


de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad de Stanford, especializada en el tratamiento de trastornos de nutrición y de peso. En un estudio de mujeres de entre 18 y 87


años acerca de la imagen corporal y los comentarios negativos sobre su propio peso, solo el 12% de las participantes de 61 años o más dijeron que se sermoneaban a sí mismas a menudo sobre su


peso —la menor cifra entre las categorías de edades del estudio—. “La autocompasión es el antídoto”, dice Safer. “Compasión por todo lo que el cuerpo te ha permitido hacer y todavía te


ayuda a hacer”. Ilustración de Christine Rösch LOS 6 PASOS MÁS EFICACES PARA BAJAR DE PESO QUE DEBES TOMAR HOY Come menos, muévete más: perder peso se reduce a esas cuatro palabras


solamente, ¿verdad? Lo cierto es que no. Décadas de investigaciones demuestran que perder peso de manera eficaz implica la elección de alimentos tanto como, si no más que, la cantidad de


alimentos. Y ciertos hábitos de estilo de vida afectan significativamente el éxito o el fracaso. Está ampliamente aceptado que estos seis pasos son clave para la pérdida eficaz de peso. 1.


COMIENZA EL DÍA CON PROTEÍNA Los estudios demuestran que consumir proteína en determinados momentos, que conlleva comer de 25 a 30 gramos de proteína por la mañana y la misma cantidad en el


almuerzo y la cena, ayuda a las personas de mediana edad y mayores a mantener la masa muscular, lo que a su vez reduce la acumulación de grasa. Esta es la base del éxito de ventas del _New


York Times The Whole Body Reset _(en inglés), de AARP. La persona promedio en el país actualmente come aproximadamente 10 gramos en el desayuno y aproximadamente 60 gramos en la cena. 2.


ELIGE ALIMENTOS AGRÍCOLAS EN VEZ DE ALIMENTOS ELABORADOS EN UNA FÁBRICA Eso significa comer frutas, verduras, nueces, semillas, mariscos, aceites de oliva y aguacate, lácteos bajos en grasa


y carne magra durante el día. Mientras menos alimentos procesados consumas, mejor. Los alimentos en su forma natural son la base de las dietas mediterráneas y DASH, que se clasifican


constantemente como los mejores programas para el control del peso, la salud cardíaca y la longevidad. 3. MUÉVETE AL MENOS 30 MINUTOS AL DÍA La vida activa diaria es mejor que unas cuantas


sesiones semanales en el gimnasio y estar sentado el resto del tiempo. Trata de moverte durante por lo menos 150 minutos a la semana —puedes caminar, nadar, montar bicicleta, trabajar en el


jardín— para el acondicionamiento cardiovascular y haz entrenamiento de resistencia para la fuerza muscular por lo menos dos días por semana, según lo recomendado por los CDC. 4. REDUCE LOS


CARBOHIDRATOS SIMPLES, ESPECIALMENTE EL AZÚCAR Eso significa minimizar el consumo de las galletas, los refrescos y otros dulces. Los carbohidratos simples no solo te llenan de calorías y


proporcionan una nutrición mínima, sino que un mayor consumo de carbohidratos provoca la retención de agua, lo que te hace aumentar de peso, además de lucir y sentirte pesado. 5. DEJA DE


COMER A LAS 7 P.M. Comer más tarde por la noche aumenta tu hambre al día siguiente, disminuye las calorías que quemas al día siguiente y hace que tu cuerpo almacene más grasa, según un


estudio reciente. 6. ACUÉSTATE A DORMIR AL MENOS SIETE HORAS ANTES DE QUE NECESITES DESPERTARTE La grelina es la hormona creada en el estómago que nos indica que debemos comer. Se ha


demostrado que dormir menos de siete horas en la noche eleva la grelina, lo que significa que puedes sentir que necesitas consumir más calorías al día siguiente.