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¿Has notado que algunas personas siempre parecen ser el blanco de los mosquitos, mientras que a otras las ignoran? Los expertos dicen que no es una coincidencia. Una creciente cantidad de

investigaciones ha identificado varios factores que parecen hacer que algunas personas sean más propensas a atraer a los mosquitos. Si bien algunos de estos están bajo tu control, como el

color de tu ropa, otros factores no lo están, como tu tipo de sangre o la cantidad de bacterias que tienes en la piel. “Aproximadamente el 85% de lo que te hace más atractivo o menos

atractivo (para los mosquitos) está determinado por tu ADN”, dice Timothy C. Winegard, profesor de Historia en la Universidad de Colorado Mesa y autor de _The Mosquito: A Human History of

Our Deadliest Predator._ Winegard dijo que los mosquitos hembra pican a los humanos porque necesitan nuestra sangre para nutrir sus huevos. “Simplemente son buenas madres”, dice.

“Lamentablemente, también pueden transmitir patógenos”. En el 2023, por primera vez en 20 años, hubo casos de infecciones de malaria en Estados Unidos, lo que causó alarma entre los

epidemiólogos. La malaria es una de las varias enfermedades peligrosas que transmiten los mosquitos. Los insectos también pueden propagar el zika, la fiebre del Nilo Occidental, el dengue y

varios tipos de encefalitis. Los mosquitos utilizan múltiples pistas para rastrear a su presa humana. Estos son cuatro factores que podrían hacerte un imán para los mosquitos: 1. TU TIPO DE

SANGRE Cuando se trata de su comida preferida, algunos tipos de mosquitos parecen preferir el tipo de sangre O positivo, el grupo sanguíneo más común en Estados Unidos. Más de una de cada

tres personas en Estados Unidos tiene sangre de tipo O positivo. En un estudio del 2019 publicado en la revista _American Journal of Entomology_, los investigadores ofrecieron a los

mosquitos diferentes comederos que contenían los cuatro tipos de sangre y descubrieron que los insectos eligieron el comedero de sangre tipo O (en inglés) más que cualquier otro. Otro 

estudio, en el 2004, reveló que los mosquitos se posan en personas con sangre tipo O con mucha más frecuencia (en inglés) que en personas con otros tipos de sangre, y casi dos veces más que

en personas con sangre tipo A.