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Cuando la pandemia sea más leve y los estadounidenses comiencen a viajar de nuevo, Tourism Ireland espera que la Isla Esmeralda se encuentre en la lista de deseos. Estados Unidos, después de

Gran Bretaña, se ubica en el segundo lugar con más turistas a la isla. El país recibió a 1.7 millones de personas de EE.UU. en el 2019, un 71% más que en el 2014. Esos turistas inyectaron

cerca de $2,000 millones en la economía. “El mercado de EE.UU. es la fuente más importante de ingresos del extranjero”, dijo Alison Metcalfe, vicepresidenta ejecutiva de Tourism Ireland para

EE.UU. y Canadá. Por supuesto, solo unos meses después de que comenzara el 2020 la pandemia de coronavirus suspendió de forma drástica los viajes en todo el mundo, como la muy popular ruta

transatlántica entre Estados Unidos e Irlanda. Eso significó que se cancelaran o retrasaran muchísimas vacaciones. Andrea del Vecchio, de 56 años, y su esposo, Rich, habían planeado llevar a

sus dos hijos adolescentes a Irlanda, en un muy esperado viaje de vacaciones de primavera en abril del año pasado. Cuando comenzó la pandemia, cambiaron la fecha para agosto del 2020.

Cuando eso tampoco se hizo realidad, obtuvieron un vale de Aer Lingus que es válido por cinco años, y ahora planean unas vacaciones de ocho a diez días para recorrer Irlanda en auto en el

verano del 2022. “Tenemos todo nuestro itinerario totalmente planeado”, dice Del Vecchio. “Estamos listos para el viaje”. RESTRICCIONES RELACIONADAS CON LA COVID-19 El gobierno irlandés

anunció recientemente la ampliación de las restricciones de nivel 5, que incluyen un límite de viaje de 5 kilómetros (3.1 millas) para los residentes, por lo menos hasta el 5 de abril. Se

pide encarecidamente no hacer viajes al país o fuera del país, a menos que sean de carácter esencial (en EE.UU., los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades también desaconsejan

hacer viajes no esenciales). Cualquier persona que en la actualidad viaje a Irlanda debe tener una prueba de COVID-19 negativa realizada dentro de los tres días previos a la llegada (llegar

al país sin una prueba puede originar una multa de $1,800 “o una sentencia a prisión de hasta 6 meses, o ambas cosas”), cuarentena de dos semanas y llenar un formulario COVID-19 de ubicación

de pasajeros que indique dónde se quedará el turista. Antes de la pandemia, había dieciséis puntos de entrada y cuatro aerolíneas que prestaban servicio a Irlanda desde Estados Unidos.

Ahora, con el país efectivamente cerrado al turismo, los que viajen de Estados Unidos solo pueden llegar directamente desde Nueva York, Boston o Chicago a través de Aer Lingus. Mientras

tanto, la industria turística irlandesa —restaurantes, pubs, hoteles— continúa sin funcionar. El primer ministro Micheál Martin dijo a fines de febrero que no esperaba que el turismo

comenzara a funcionar antes de mediados del verano.