
Guía para visitar el parque nacional de las islas vírgenes
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:

COSAS QUE HACER IR A LA PLAYA: el VINP es merecidamente famoso por sus playas de arena blanca que se extienden a lo largo de tranquilas bahías protegidas en las que abunda la vida marina.
Visita la parte norte del parque para ver las mejores playas y mojarte los pies en el agua en las bahías de Hawksnest, Trunk, Cinnamon y Maho, yendo de oeste a este en la carretera North
Shore Road desde Cruz Bay. Llega temprano para encontrar un sitio para estacionar y un lugar con algo de sombra en la playa, y luego pasa el día disfrutando del sol y haciendo esnórquel en
el mar Caribe. En Maho Bay, la bahía con más infraestructura, encontrarás una variedad de camiones de comida, puestos que venden recuerdos y pequeños bares frente a la playa. En Trunk Bay,
los $5 del ingreso te permiten acceder a la playa y las instalaciones, que incluyen baños, un pequeño bar y un puesto de alquiler de equipos. A poca distancia de la playa, puedes hacer
esnórquel y recorrer el sendero submarino Underwater Trail, con placas sumergidas que describen la vida marina de la zona. Más cerca de Cruz Bay dentro del parque, Honeymoon Beach tiene su
propio grupo de vendedores y camiones de comida junto a la playa, mientras que la vecina playa Salomon Beach ofrece un escenario más sereno. El VINP se adentra en el mar para proteger los
arrecifes de coral alrededor de la isla, que son sitios espectaculares donde los amantes del esnórquel y del buceo pueden apreciar algunas de las 400 especies de peces que habitan estas
aguas. Las tortugas marinas abundan, especialmente en Maho Bay, y apacibles rayas águila se aproximan con frecuencia a la costa. “Es como si te hubieran introducido dentro de un acuario; es
espectacular”, dice Laurel Brannick, supervisora de interpretación del parque. “Si vienes al parque y no miras bajo el agua, es como ir al Gran Cañón y no mirar hacia abajo”. CAMINAR:
recorre los más de 20 senderos del parque para llegar a puestos de observación espectaculares, explorar sitios históricos y ver la fauna de la región, incluidas revoloteadoras reinetas
amarillas —ave oficial de las Islas Vírgenes de EE.UU.—, lagartijas escurridizas, cangrejos ermitaños sigilosos y hasta burros salvajes que deambulan por el terreno. Como el clima es tan
caluroso y húmedo, asegúrate de llevar mucha agua, usar filtro solar y repelente de insectos y ponerte un sombrero para protegerte del sol en los senderos, donde algunas de las secciones son
descubiertas. En ocasiones, el grupo sin fines de lucro Friends of Virgin Islands National Park organiza caminatas, si el tiempo lo permite (en su sitio web también encontrarás mucha
información útil para los visitantes). El VINP ofrece algunos senderos planos que son accesibles para casi todos. El sendero Lind Point Trail, que comienza directamente detrás del centro de
visitantes del parque en Cruz Bay, te conduce a lo largo de una milla de recorrido fácil hasta la popular playa Honeymoon Beach. Si estás motivado, continúa ascendiendo hasta el mirador Lind
Point Overlook para disfrutar de magníficas vistas de Cruz Bay. El Cinnamon Bay Trail, en la parte norte de la isla, comienza con un sendero interpretativo plano con señales, de media milla
de longitud, que atraviesa las ruinas de la Cinnamon Bay Plantation (los primeros 500 pies están pavimentados y se pueden recorrer con silla de ruedas). Si asciendes unos pocos cientos de
pies desde North Shore Road, deja tu Jeep para recorrer a pie un sendero al borde de la carretera hasta Peace Hill; verás las ruinas de un molino de viento de piedra y admirarás fantásticas
vistas del Caribe y las mejores playas del VINP. Para los aventureros, el sendero emblemático del parque, Reef Bay-Petroglyph Trail, sigue un difícil camino que te introduce en la historia y
la belleza del lugar. Toma el Reef Bay Trail, de 2.2 millas, que cubre 900 pies de elevación a través de segmentos de espesa jungla y secciones expuestas al sol para descubrir las ruinas de
las plantaciones de caña de azúcar y la pintoresca playa en Reef Bay. A mitad de camino por el sendero, toma un desvío de media milla a lo largo del Petroglyph Trail para ver los
misteriosos símbolos que los pueblos taínos tallaron en las rocas hace cientos de años. ROBERTHARDING/ALAMY STOCK PHOTO NAVEGAR: ya sea que navegues en un bote pequeño, un sólido catamarán o
un lujoso yate motorizado, debes experimentar el VINP desde el agua. Es la única manera de llegar a los muchos pequeños cayos, islotes y arrecifes del parque y a las playas remotas. Alquila
un bote y haz una expedición de esnórquel, un crucero al atardecer, o simplemente desplázate de una tranquila playa a otra; también puedes sumarte a un grupo de excursión con empresas como
Cruz Bay Watersports. O puedes conseguir un alquiler por varios días en Moorings, que tiene una flota de botes motorizados y a vela en St. Thomas. El parque nacional alquila una cantidad
limitada de sitios para amarrar botes cerca de las playas populares. EXPLORAR LA HISTORIA: no dejes de lado la rica historia que se conserva dentro del VINP. Explora las talladuras en roca
de las tribus indígenas taínas en el sendero de los petroglifos (Petroglyph Trail) y los hallazgos arqueológicos en el centro de visitantes. Visita los restos de la colonización danesa, que
dejó un conjunto sorprendente de ruinas de sus extensas plantaciones de azúcar; lo más notable son los molinos de viento de piedra que se ven en el parque. Recorre los restos de la
plantación Annaberg al norte del VINP, con letreros que cuentan la historia de su molino de viento, la fábrica de azúcar, la destilería y las viviendas. Llega hasta los jardines justo debajo
del molino para conocer al paisajista local Charles Jackson, quien da charlas informales sobre la flora del parque la mayoría de los días de semana entre las 10 a.m. y las 2 p.m., y hasta
entrega muestras de su caña de azúcar fresca y dulce y del mango que se cultiva allí. Una parte dolorosa del pasado de St. John se relaciona con generaciones de mano de obra esclava que
despejaron las tierras y trabajaron en las plantaciones de caña de azúcar, y con la brutal opresión y los intentos de rebelión de estos esclavos negros. Puedes contemplar esta historia en
los restos de los humildes cuartos de esclavos en Annaberg, y también colina abajo, en la costa de la próxima bahía Leinster Bay, a lo largo del sendero Road to Freedom, recientemente
certificado, que forma parte del conjunto nacional de sitios del ferrocarril subterráneo. Algunos esclavos que intentaban escapar a las tentadoramente próximas Islas Vírgenes Británicas,
donde la esclavitud se había abolido 12 años antes que en las entonces Islas Vírgenes Danesas, usaron este sendero para embarcarse en botes robados o comenzar a nadar la distancia de 1.2
millas que los separaba de las costas británicas. Sube por el sendero hasta la cima de la colina para visitar los restos de una amenazante caseta de vigilancia, un fuerte recordatorio de
esos tiempos turbulentos. MÁS ALLÁ DEL PARQUE El East End de St. John, la zona al este justo después de los límites del parque, es el lugar donde puedes escaparte de las multitudes y
alquilar motos acuáticas y otras embarcaciones motorizadas que no están permitidas en las playas del parque. Prueba los kayaks con piso transparente y los escúteres acuáticos motorizados
para explorar las aguas claras de Saltwell Beach en la bahía Hansen Bay, donde una familia local ofrece lugar para estacionar ($5), un pequeño bar de refrigerios y un puesto de recuerdos.