Sara ouzande: «al volver de parís me faltaba el aire, sentía taquicardias, vértigos, ansiedad»

Sara ouzande: «al volver de parís me faltaba el aire, sentía taquicardias, vértigos, ansiedad»


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El equipo nacional de piragüismo en aguas tranquilas inició la temporada 2025 en la Copa del Mundo de Szeged con 12 medallas y buenísimas sensaciones. Destacó el oro del K4 500 femenino, un


equipo renovado al cincuenta por ciento tras los Juegos, pero en ... el que continúa como proa Sara Ouzande (Gijón, 1996). La asturiana, que compartirá embarcación con Estefanía Fernández,


Lucía Val y Bárbara Pardo, inicia con ilusión un nuevo ciclo olímpico. -¿EL ORO DE SZEGED HA SUPERADO LAS EXPECTATIVAS? -Sí. Había sido un año raro. Llevábamos entrenando juntas solo dos


semanas y en la competición previa los tiempos fueron lentos en general. No teníamos una referencia clara. Íbamos un poco a probarnos, a ver cómo salía. Y nos plantamos con el oro a la


primera. -DICEN QUE LOS AÑOS POSOLÍMPICOS SON DUROS. ¿CÓMO LO LLEVA? -Después del ciclo olímpico de París, que lo pasé bastante mal, necesitaba quedarme en casa. Tuve la suerte de poder


entrenar con Miguel García y Álvaro Fiuza en Asturias. Me ayudaron mucho a volver a encontrarme bien, tanto física como psicológicamente. Estuve muy tranquila en casa, entrenando con ellos y


con el equipo de chicos hasta el selectivo de abril. Muy a gusto. -ESE SELECTIVO LLEGÓ CON POLÉMICA. TERESA PORTELA RENUNCIÓ AL SABER QUE LAS ELEGIDAS TENDRÍAN QUE INSTALARSE EN SEVILLA.


¿PARA USTED QUÉ HA SUPUESTO? -Me pilló por sorpresa. Me había instalado en Asturias con mi pareja, que justo es de Sevilla... Y de repente me llega un mensaje y tengo que irme al otro


extremo del país. Me costó. Llevo fuera de casa desde los 18, pero venía de tres años especialmente duros. Volver me había dado tranquilidad, y tener que irme otra vez es difícil. -CON SU


SALIDA AHORA ES USTED LA REFERENCIA, AUNQUE SOLO SEA POR EL TIEMPO QUE LLEVA EN EL K4. -No me veo con un rol más poderoso, aunque una compañera me felicitó y me dijo que mantenerse en el


equipo durante tanto tiempo es lo más difícil. -¿QUÉ VIRTUDES TIENE UNA BUENA PROA? -Es una posición muy expuesta. Mis compañeras hacen lo que yo marco, y si cometo un error, lo cometemos


todas. Todo depende de sensaciones. Si te pasas de ritmo, aunque estés fuerte, puedes fallar en la estrategia y perder la carrera. Tienes que tener todo muy claro. Llevas a tres personas


detrás metiendo fuerza y tú tienes que saber cuándo apretar. Si tiras antes de tiempo, no llegas. Si te quedas corta, te pasan. -ESA FALTA DE TIEMPO QUE HAN TENIDO PARA ACOPLARSE, ¿DA MÁS


VALOR AL ORO DE HUNGRÍA? -Sí, y te pongo un ejemplo. En la eliminatoria sentí ese empuje conjunto, pero demasiado pronto, a los 250 metros. Hablé con mis compañeras y les dije que eso estaba


muy bien, pero que necesitábamos sentirlo 50 metros más adelante. En la final, lo noté a falta de 200 metros. Pensé: 'Madre mía, que parece que vamos a ganar'. Cuando vi que los


otros barcos no nos recortaban, pegué un grito: '¡Vamos, que sí, que sí!'. Y al final, lo logramos. Fue brutal. -¿QUÉ PALABRA LE VIENE A LA CABEZA AL RECORDAR LOS JUEGOS DE PARÍS?


-Un sueño cumplido. -¿VALORA MÁS AHORA EL DIPLOMA QUE CONSIGUIÓ CON EL K4? -Sí. Entrenamos muchísimo, veníamos de ser terceras en el Mundial clasificatorio... En su momento, con todo ese


esfuerzo, el sexto puesto no me dejó del todo satisfecha. Pero ahora valoro mucho más lo que significa un diploma olímpico. Es algo muy exclusivo. Pocas personas pueden decir que lo tienen.


-PERO EL OBJETIVO SIGUE SIENDO LA MEDALLA. ¿YA PIENSA EN LOS ÁNGELES? -Sigue siendo el objetivo. Esta Copa del Mundo nos da muchas fuerzas. En solo dos semanas hemos conseguido un oro, y con


una diferencia de 0,8 segundos respecto al segundo. En piragüismo eso es mucho. -EN PARÍS TAMBIÉN COMPITIÓ EN K2 CON CAROLINA GARCÍA, Y SE CAYERON AL AGUA... -Caerse al agua puede parecer


raro, pero no lo es tanto. Pero me sigo preguntando por qué en unos Juegos, No recuerdo haber sentido nada extraño. Era una final, vas al límite. Cualquier desequilibrio puede tirarte al


agua. Y si no recuerdo mal, fue a unos 30 metros de la meta. -DESPUÉS DE AQUELLO SE DERRUMBÓ EN LA ZONA MIXTA. -Solo pensaba: 'No puede ser'. Tras tres años tan duros, no podía


creer que nos fuéramos de los Juegos con una caída. No lo había contemplado. Podía pensar en quedar mejor o peor, pero no en caerme al agua. No entraba en mi cabeza. -HA DICHO QUE FUERON


TRES AÑOS MUY DUROS HASTA PARÍS. ¿PLANTEARÁ DE OTRA FORMA EL NUEVO CICLO? -Sobre todo, quiero disfrutar más del camino, del día a día. Que no todo dependa del resultado. Si el año es bueno y


el resultado también, perfecto. Pero si no sale bien, que al menos haya merecido la pena. -¿UNOS JUEGOS DEJAN SECUELAS? -Al volver mi cuerpo empezó a mandarme señales en forma de mareos. Un


día, conduciendo, vi cómo el asiento del copiloto se me venía encima. Frené, di la vuelta y le dije a mi madre que fuéramos al médico. No podía ni conducir. Me había dado vértigo, supongo


que por la tensión acumulada. Luego, entrenando ritmos largos tenía que parar porque me faltaba el aire. Empecé a tener ansiedad. En una reunión con la Federación, cuando nos dijeron que nos


quedábamos en Sevilla, me dijeron que estaba muy seria, y lo que pasaba es que me estaban dando taquicardias. -¿Y AHORA CÓMO ESTÁ? -Ahora mismo estoy bien. Hoy por hoy no hay ninguna


situación que me esté generando ansiedad o estrés. Si aparece, la reconoceré. Pero, por ejemplo, si recibo una llamada inesperada de la Federación o si el entrenador me dice 'tenemos


que hablar', todavía me altera un poco. Lo asocio con algo negativo. -¿HA PEDIDO AYUDA? -Ahora no. En el pasado sí fui a un psicólogo en Pontevedra, para ver si podía gestionar mejor la


situación, por si estaba enfocando mal las cosas. A veces uno piensa que el problema está fuera, pero puede estar dentro. -TAMBIÉN SE HA RENOVADO EL K4 MASCULINO. ¿CÓMO LOS VE? -Han


trabajado muy bien. Les ha pasado lo mismo que a nosotras: han entrenado poco juntos. Enseguida estarán luchando por medalla. Incluso por el oro. Si quieres te lo firmo ya.