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La librería San Pablo de Santiago acogió este miércoles la presentación de '33 miradas del papa Francisco', el nuevo libro del periodista y corresponsal de ABC en el Vaticano Juan

Vicente Boo, que cierra su colección de obras sobre la figura del pontífice. El acto ... reunió a fieles, lectores y autoridades eclesiásticas, y en él el autor dio a conocer algunos

entresijos de su último trabajo, que explora el pontificado del Papa Francisco desde una perspectiva cercana y reflexiva. Pero, por coincidencia, también sirvió como homenaje tras el primer

mes de su fallecimiento. La editorial San Pablo, anfitriona del evento, estuvo representada por su director Rafael Espino, que agradeció la presencia del arzobispo de Santiago, monseñor

Francisco José Prieto, y subrayó la relevancia de las obras escritas por Boo: de la primera, centrada en la figura del pontífice, a esta última, que pone el foco en su rumbo y legado. Espino

evocó la 'Dei Verbum' para recordar que, al igual que la manifestación divina, también el hombre se da a conocer a través de sus palabras y gestos. Y de ambos dejó muchos atrás

Francisco, recogidos ahora con detalle por Boo. En su intervención, el autor explicó que para esta obra estudió un marco temporal de 60 años, desde el Concilio Vaticano II hasta nuestros

días, y que posó su vista en un concepto que servía de «brújula» para Francisco: la «vuelta a los orígenes» de la religión. En contraposición a los manuales que regían cuando comenzó su

papado, el de Versalles y el del Imperio Austrohúngaro, Francisco se guió por el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. En sus primeros años en Roma, muchos no comprendían esa orientación

más pastoral que diplomática, pero poco a poco se fue imponiendo su estilo directo, marcado por la lucha contra el clericalismo, el carrerismo y la corrupción económica. Frente a comisiones

internas, optó por auditoras internacionales independientes. Frente al abuso, aceleró medidas que ya había iniciado Juan Pablo II. El libro estructura este legado en ocho bloques temáticos:

desde el papel de la mujer en el Vaticano hasta el abordaje de los grandes temas del presente y del futuro, como la inteligencia artificial, el metaverso o la diplomacia interreligiosa.

Destacan capítulos como 'El papa de los indígenas', 'La familia humana' o 'El papa pecador', que muestran su mirada pastoral, inclusiva y autocrítica. También

se detiene en sus batallas internas, como la politización de las religiones o el cisma de sectores conservadores en EE.UU. En ese sentido, el arzobispo compostelano evocó una reflexión del

cardenal Angelo Scola, quien describió a Francisco como «un puñetazo en el estómago de la Iglesia dado por el Espíritu Santo para despertarnos». Y retrató su figura como puente entre

culturas, esferas sociales y generaciones. Uno de los capítulos más significativos para Boo es el que dedica al nuevo Papa León XIV, a quien considera una continuidad natural del camino

iniciado por Francisco. «Creo que empezó a prepararlo en 2014», reveló hacia el final. En 2019 se intensificaron sus nombramientos, estratégicos y progresivos, hasta situarlo en todos los

departamentos clave del Vaticano: Doctrina de la Fe, Evangelización, Cultura, Legislación, Vida Consagrada. «Es el 'insider' perfecto, pero también un 'outsider', con

experiencia misionera y visión global. Francisco lo fue colocando como se colocan las velas para un nuevo rumbo», afirmó. Y cerró con una imagen muy personal del Papa: la de su sonrisa

pícara, sus respuestas desconcertantes y su modo de hablar con los hechos. Y se mostró convencido de que, aun tras haber fallecido, «esa sonrisa seguro que apareció al saberse sucedido por

alguien a quien preparó con tanto cuidado». La periodista Paula Pájaro destacó al autor como testigo directo de grandes acontecimientos en Roma y Nueva York. Desde su mirada como

corresponsal, Boo ejerció de cronista de la actualidad en el Vaticano en un contexto global marcado por guerras, populismos, crisis sanitarias y desafíos digitales.