Mocro, la mafia marroquí que revienta 500 cajeros al año en alemania

Mocro, la mafia marroquí que revienta 500 cajeros al año en alemania


Play all audios:


Eran alrededor de las tres de la madrugada cuando la explosión despertó a los vecinos de la calle Grevesmühlener, en el berlinés distrito de Lichtenberg. En sólo unos minutos, llegan los


primeros agentes de policía, pero ya no quedaba rastro de los ladrones que habían ... atacado la sucursal del Banco Targo. Enseguida llegaron los artificieros, en vano, y un técnico del


banco que realizó el informe forense. «Partes del techo resultaron gravemente dañadas, restos de concreto y astillas cubren el piso y los cajeros han sido vaciados», resumió. El modus


operandi era dolorosamente familiar. Sólo en Alemania, es reventado prácticamente un cajero automático a diario con la misma técnica. «Es una forma de ganar mucho dinero fácil si dispones de


los materiales adecuados y está pasando en toda Europa», lamenta un portavoz de la Policía. Se refiere a explosivos como el triperóxido de triacetona (TATP) o mezclas de gases y pólvora


negra. Se trata de una rutina muy entrenada. Tres jóvenes enmascarados se acercan a un cajero automático, llevando explosivos o una bombona de gas. Fijan el material explosivo o perforan el


cajero automático para introducir el gas. Rápidamente se retiran y al cabo de unos segundos el cajero explota. Sustraen el efectivo con rapidez y huyen en el coche con matrícula robada que


les está esperando y que está modificado. En los pocos casos en que se han realizado detenciones, se han incautado coches aparentemente modestos preparados para alcanzar grandes velocidades


y con depósitos de gasolina adicionales conectados al tanque a través de mangueras, lo que permite huidas incluso más allá de las fronteras sin parar a repostar. Antes de cada golpe,


cómplices familiarizados con la zona espían las máquinas, los suministros de dinero y las rutas de escape. El botín lo reparte la mafia Mocro, que proporciona los explosivos y entrena los


comandos de asalto. «Mocro» es como se dice marroquí en argot neerlandés. Se trata de una organización criminal que tiene su origen en Marruecos y que opera principalmente en los Países


Bajos, Bélgica y Alemania, aunque con extensiones en toda Europa. Se dedica al tráfico de cocaína y hachís, a través de puertos estratégicos como Rotterdam y Amberes, en los que ha ganado


notoriedad por su extrema violencia, incluyendo asesinatos por encargo y atentados con explosivos. Inicialmente, enviaba a aspirantes a entrar en sus filas a estos robos de cajeros, a modo


de prueba sobre el terreno, pero lo lucrativo de la práctica la ha convertido en un negocio por sí misma. En ocasiones utilizan muchos más explosivas de lo que habría sido necesario y han


llegado a derribar edificios afectados. En un caso, una pared de bóveda fue arrojada a 30 metros del interior de un cajero automático. La policía considera que este procedimiento se utiliza


también como entrenamiento de los miembros de la mafia y calcula que, cada año, explotan de esta forma unos 500 cajeros automáticos en Alemania. La Oficina Federal de Policía Criminal


registró el máximo número de ataques en 2022, con un botín de unos 30 millones de euros, aunque se trata de una cifra opaca porque los bancos son reticentes a cifrar las pérdidas. En Belín


explotan cuatro cajeros cada semana. Casi el 80% de los sospechosos proviene del extranjero. Los ladrones capturados el año pasado tenían nacionalidad de Países Bajos (65), Alemania (20),


Rumania (7), Marruecos (6), Francia, Italia y Turquía (4). En algunos casos, ha sido posible llegar a los ladrones a través de los observadores. Tras el ataque a un cajero automático del


Postbank en el Clevischer Ring de Colonia-Mülheim, en una sucursal situada cerca de Wiener Platz, las cámaras de vigilancia permitieron identificar a varias personas que habían merodeado


anteriormente en los alrededores y que dirigieron la investigación hacia los perpetradores. Así fue posible realizar dos detenciones en Keupstraße. Pero la Policía considera que LOS CAJEROS


SON SOLAMENTE UN FLECO DE LA INVESTIGACIÓN y que la experiencia con explosivos es utilizada después en ajustes de cuentas, como el año pasado en Colonia, cuando estallaron una cafetería y


una tienda de moda que funcionaban como tapaderas y lavadoras de dinero de una banda rival. Esta es solo una de las 821 organizaciones criminales que según Europol funcionan en toda Europa,


con más de 25.000 miembros, y que luchan entre ellas por el control de áreas geográficas. «Estamos hablando de un grupo cuyas estructuras han estado establecidas en países europeos durante


décadas«, advierte DIRK PEGLOW, jefe de la Asociación Alemana de Investigadores Criminales. «La propensión a la violencia es muy alta en todos los grupos, pero en este, la disposición a


cometer actos de violencia es mayor», señala MAHMOUD JARABA, del Centro de Investigación FAU para el Islam y el Derecho en Europa. En términos de estructuras y prácticas comerciales, «los


'clanes' árabes en Alemania no son tan diferentes: los actores principales provienen de una determinada familia, pero no son grupos cerrados», explica, y aclara que, «sin sus redes


dentro y fuera de Alemania y los Países Bajos, no sobrevivirían».