
Fernando iwasaki: donald sánchez & pedro trump: vidas paralelas
- Select a language for the TTS:
- Brazilian Portuguese Female
- Brazilian Portuguese Male
- Portuguese Female
- Portuguese Male
- Language selected: (auto detect) - PT
Play all audios:

En el preámbulo de 'Vidas paralelas' Plutarco escribió: «Es que no escribimos historias sino vidas, y la evidencia de la virtud o el vicio no se encierra necesariamente en las
acciones más señaladas; al contrario, muchas veces un gesto, una palabra y alguna niñería hicieron ... más por revelar un carácter que combates con muertos sin cuento, los despliegues
inmensos de tropas y asedios de ciudades». Así, tal como Plutarco propuso paralelos entre griegos y romanos de siglos distintos, trataré de establecer otro paralelo entre Trump y Sánchez —un
par de gobernantes políticamente incongruentes—a través de sus gestos, palabras y niñerías. 1. Los dos fueron hostiles, disruptivos y purgantes cuando tomaron el control de sus partidos,
porque los reconfiguraron hasta convertirlos en la marca de un proyecto político personal. 2. Ambos necesitan levantar muros y alambradas para gobernar polarizando. Así, Trump se enfrenta a
los «antipatriotas» y «enemigos del pueblo», mientras Sánchez gobierna contra la «ultraderecha» y los «ultraricos». 3. Los dos han utilizado la política exterior en clave interna o nacional,
destrozando la trayectoria internacional de sus respectivos países y enemistándose con aliados de toda la vida, como Canadá y Argentina. Y aunque Trump está con Israel y Sánchez con
Palestina, los dos tienen debilidad por Marruecos. 4. Ambos presumen de poderosos enemigos mediáticos. Por eso para Trump 'The media is the enemy of the people' y para Sánchez «la
máquina del fango es la ultraderecha mediática». 5. Familiares de los dos han recibido tratos de favor, ya se trate de Ivanka o Begoña, Jared Kushner o David Sánchez. Y ante las críticas, la
reacción ha sido la misma: simbiosis entre lo familiar y lo político. 6. Ambos mantienen conflictos contra jueces y tribunales; pero aquí Pedro ha superado a Donald, pues controla al fiscal
general y al presidente del Constitucional. Así, mientras en España Sánchez puede presumir «¿De quién depende la fiscalía?», en USA Donald sólo pudo lamentarse: 'I have the right to do
whatever I want with the DoJ' ('Tengo derecho a hacer lo que quiera con el Departamento de Justicia'). 7. Trump sí le ha dado sopas con honda a Sánchez en materia
audiovisual, porque presentó 'The Apprentice' en la NBC y luego le dedicaron 'Trump: An American Dream' (Netflix), 'The Trump Show' (BBC) y
'Unprecedent' (Discovery Channel). En cambio, el documental sanchista 'Las cuatro estaciones' tuvo que emitirse con cargo a nuestros impuestos en RTVE porque ninguna
cadena se atrevió a programarlo. 8. Los dos tuvieron mediocres expedientes académicos, sus calificaciones son inaccesibles, sus tiulaciones han dado que hablar y ambos les han declarado la
guerra a las universidades privadas. La lección de este paralelo debería ser como el final de 'Los teólogos' de Borges: para la insondable divinidad, Donald y Pedro, Trump y
Sánchez, quizá formen una sola persona. Sus seguidores encarnan dos polos ideológicos incompatibles, pero admiran los mismos gestos, palabras y niñerías.