Estreptococo: síntomas y tratamiento

Estreptococo: síntomas y tratamiento


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Muy común en épocas invernales, la bacteria ESTREPTOCOCO, se transmite de persona a persona y es una de las principales responsables de las infecciones de garganta en los niños, por ejemplo,


de anginas y faringitis. La mayoría de este tipo de infecciones se tratan con antibióticos y el paciente se cura sin secuelas. Con el nombre científico de STREPTOCOCCUS PYOGENES, según la


zona donde se localice la infección, la bacteria estreptococo también puede generar: escarlatina, impétigo, meningitis, infecciones del oído, flemones de la garganta, bacteriemias (bacterias


en sangre), osteomielitis (infección de huesos), fascitis necrosante (muerte del tejido) y, en algunos casos excepcionales, un tipo de infección llamada invasiva. En este caso extremo, el


peligro es que se genere una sepsis, es decir, una reacción inflamatoria descontrolada en el cuerpo que PUEDE LLEVAR AL SHOCK Y A LA MUERTE. Estos casos son raros y aislados, pero existen.


Por eso es importante DETECTAR LOS PRIMEROS SÍNTOMAS A TIEMPO. El Dr. Federico Etchegoyen, médico clínico y endocrinólogo, explica: "Si no se tratan, las infecciones por estreptococos


pueden dar lugar a complicaciones. Por ejemplo, una infección del oído se puede diseminar a los senos paranasales, causando sinusitis, o al hueso mastoides (el hueso prominente detrás de la


oreja), causando mastoiditis. Otras complicaciones afectan órganos distantes. Por ejemplo, algunas personas desarrollan inflamación renal (glomerulonefritis) o fiebre reumática. Pero es


tranquilizante advertir que, en general, son enfermedades frecuentes, de fácil diagnóstico y de tratamiento eficaz". El estreptococo​ se conoce desde hace más de 200 años y, aunque no


existe una vacuna para prevenir el contagio de esta bacteria, es fácilmente tratable. Se detecta a través de un HISOPADO DE GARGANTA (que se hace con un hisopo con el que se toma una muestra


de saliva). El primer resultado está al cabo de un rato, pero el cultivo puede demorar hasta 3 días. Cabe destacar que, aunque el test rápido haya dado "negativo", hay que esperar


el resultado del cultivo para descartar por completo la infección. SE CONTAGIA POR CONTACTO DIRECTO CON SECRECIONES NASALES o de garganta de personas infectadas, o por contacto con heridas


s o úlceras en la piel infectada. Ventilar los ambientes y el correcto lavado de manos, especialmente antes de preparar las comidas y después de toser o estornudar (siempre cubriéndose la


boca con el brazo) es la mejor forma de prevenir el contagio. Tomar de la misma botella, besar o usar los mismos cubiertos son posibles formas de contagio. Cuando el estreptococo generar una


infección de garganta (faringoamigdalitis estreptocócica), los síntomas, con frecuencia, aparecen repentinamente y pueden incluir DOLOR DE GARGANTA -en ocasiones con escalofríos- FIEBRE,


CEFALEA, NÁUSEAS, VÓMITO Y MALESTAR GENERAL. "La garganta es de color rojo intenso y las amígdalas están inflamadas, con o sin manchas de pus. Los ganglios se agrandan y son sensibles


al tacto. Sin embargo, los niños menores de 3 años pueden presentar, como único síntoma, el goteo nasal", describe el Dr. Etchegoyen. Pero aclara que, si la persona con dolor de


garganta tiene también to, enrojecimiento ocular, congestión nasal, diarrea o ronquera, la causa probablemente sea una infección de origen viral y no por estreptococo. Otros síntomas por los


que se aconseja acudir al médico son: -Dolores musculares intensos. -Dificultad respiratoria. -Decaimiento muy marcado. -Cambios en la coloración de la piel (pálida o morada, o con un brote


o puntitos rojos). -Tendencia al sueño e irritabilidad. El tratamiento es, generalmente, con penicilina (antibióticos) y el paciente deja de contagiar a las 24 horas de empezar a tomar la


medicación. Pero, como se dijo anteriormente, todo dependerá de la zona y el tipo de infección de la que se trate. Siempre es clave que se respete el tiempo y las dosis indicadas el médico,


para asegurarse de erradicar la infección. A diferencia de otras enfermedades eruptivas (como la varicela), la escarlatina o la faringitis por estreptococo pueden repetirse varias veces a lo


largo de la vida. Es importante consultar ante las primeras señales de alarma, no automedicarse y, en el caso de los niños, tener las vacunas al día y no llevarlos a la escuela para evitar


el contagio.