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En un extraño mundo futurista donde reinan las máquinas, una mosca cae dentro de un ordenador y cambia el apellido de un guerrillero por el de un inocente padre de familia, que es asesinado

por el Estado. La delirante película _Brazil _de los geniales Monty Python es una sátira atroz contra la burocracia. Ese ha sido el destino del Teatro Emperador en los últimos 19 años, desde

que se cerró en 2006 con el fin de realizar una rehabilitación interior del edificio. La restauración sigue esperando mientras se han sucedido los informes, análisis y estudios,

independientemente de que haya gobernado el PP o el PSOE.  El Ministerio de Cultura, que pagó cuatro millones y medio de euros por el edificio diseñado por Gonzalo y Manuel de Cárdenas y

Francisco J. Sanz, no ha sabido qué hacer con el teatro, aparte de encargar proyectos, algunos tan peregrinos como averiguar cuál sería el mejor uso para un inmueble que ha proyectado cine,

ha acogido conciertos, zarzuelas y óperas, mítines políticos y, por supuesto, teatro. El informe, encuesta incluida, concluyó que el mejor destino era seguir siendo teatro, pero no desanimó

a las administraciones a contratar nuevas evaluaciones de públicos, rentabilidad... todo menos la reforma. A la empresa Stolle se le encomendó en octubre, por 16.500 euros y un plazo de dos

meses, la misión de evaluar las necesidades escénicas del edificio, cuyas conclusiones servirán como base para el proyecto de rehabilitación. Se dijo entonces que en diciembre saldría a

licitación en proyecto de obra. Luego se dio el plazo de junio. El arquitecto leonés Alejandro Conty, al frente de la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España

(Amithe), ha intentado que el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) rinda cuentas. También ha reclamado información sobre la situación del teatro a través del

Defensor del Pueblo y ha lanzado preguntas al Ministerio de Cultura en el portal de transparencia. El 19 de diciembre, la directora del Inaem, María Paz Santa-Cecilia, responde por escrito

que «dependiendo de las conclusiones del informe —el realizado por Stolle S.L.—, a partir del segundo trimestre de 2025 se llevará a cabo la licitación del proyecto de obra». Conty está

pendiente de una reunión con responsables del Inaem para saber cuando habrá obras en el Emperador. VERÓNICA VIÑAS