
Casi 200 pacientes leoneses con asma grave mejoran con terapias biológicas
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El asma es la enfermedad crónica respiratoria más común en el mundo. En España la prevalenia es del 5% en adultos y hasta el 10% en la edad pediátrica. Las causas del asma pueden ser por
alergias, frío, infecciones, contaminación e incluso estrés. El asma causada por las alergias cobra especial relevancia en la época de la floración, en primavera. Pero con todas las
molestias que causa y que, para muchas personas exige, tratamientos antihistamínicos o con corticoides, por regla general este tipo de cuadros se tratan en consultas de alergología que
incluso han incorporado vacunas a su arsenal terapéutica. La primavera es un momento de riesgo para las alergias por la sensibilización a las gramíneas, pero éstas no necesariamente provocan
asma. Los estornudos y el picor de ojos, que pueden ser muy molestos, son los síntomas más extendidos entre la población. «La alergia puede empeorar o desencadenar una crisis asmática grave
y más este año. Con tanta lluvia, la alta concentración de polen genera muchos mecanismos irritantes», explica el jefe de Neumología del Caule, Luis Carazo. Los casos de asma más graves,
muchas veces no relacionados con alergias, se tratan en Neumología. El servicio puso en marcha hace diez años una consulta específica que atiende anualmente a unos 500 pacientes que
presentan cuadros graves de asma. «El asma es una enfermedad muy frecuente que ven desde los médicos de Atención Primaria hasta los especialistas en Alergología y nosotros en Neumología, que
es donde vemos los casos más graves y problemáticos», precisa el doctor Carazo. En la edad adulta el asma más rebelde se puede producir por diversas causas como pueden ser los pólipos en
las vías nasales, que en ocasiones también tratan los otorrinos. Son casos en los que la patología no puede ser controlada por los inhaladores y precisa de muchos corticoides, visitas a
urgencias por crisis e incluso ingresos hospitalarios. El paciente tipo de esta patología de asma grave tiene entre 30 y 40 años, sufre cuadros persistentes, bronquitis que se repite y
agudización bronquial y frecuentemente inflamación eosinofílica con comorbilidad de pólipos nasales, incluso en personas operadas hasta cuatro veces. Los pacientes sufren grandes
limitaciones en su vida, como puede ser no poder hacer ejercicio o estar impedidos para subir una escalera, hasta el punto de tener que planificar su vida calculando hasta dónde pueden
llegar en su vida cotidiana. Un catarro puede desembocar en un ingreso hospitalario y no una sino varias veces al año. La calidad de vida queda comprometida y las bajas laborales aumentan.
Para estos casos más rebeldes, y siempre después de un estudio riguroso, se empezó a hacer uso de medicamentos biológicos a partir de 2007 de forma muy selectiva. Desde 2015, cuando se crea
la consulta de Asma en el Caule, el tratamiento de los casos de asma más graves con anticuerpos monoclonales ha aumentado y no sólo se prescribe a más pacientes sino que hay mayor variedad
de tratamientos basados en estas terapias biológicas. Estos tratamientos se aplican sobre todo, aunque no siempre, al asma de tipo eosinofílico, un tipo de asma grave caracterizado por
niveles altos de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) en el pulmón. En la consulta, que actualmente atienden dos especialistas en Neumología y una de enfermería, se realizan los estudios
analíticos, TAC torácico y evaluación de las causas del mal control de la enfermedad. Hay que verificar, por ejemplo, que la terapia inhalada se realiza de manera correcta. Con esta consulta
y los nuevos tratamientos monoclonales «conseguimos en gran cantidad de casos un buen control de la enfermedad», apunta el jefe de Neumología. El paciente asmático desde niño por una
alergia que padezca desde niño también puede tener la indicación de los medicamentos basados en anticuerpos monoclonales si requiere en exceso trattamientos con corticoides. Alrededor de 200
pacientes asmáticos son tratados actualmente en el Caule con fármacos de anticuerpos monoclonales. «Los tratamientos biológicos han cambiado la vida a muchos pacientes, hasta el punto de
que algunos dejan por su cuenta el inhalador, cosa que no les recomendamos», añade el especialista. Hay muchos pacientes que cumplen criterios de remisión de la enfermedad —que no de
curación total— hasta un 40%-50%. Es una «mejoría significativa», hasta el punto de que «algunos pacientes nos preguntan hasta cuándo tienen que tomarlos, pero la respuesta es que son
fármacos a largo plazo y no sabemos hasta dónde puede llegar su efecto», precisa Carazo. El objetivo es que los pacientes estén bien controlados, no precisen corticoides y mejore su función
pulmonar. Además, los efectos secundarios de estos tratamientos biológicos son muy leves, similares a cuando reciben una vacuna. «No afectan a las defensas de la misma manera que sucede con
otros tratamientos biológicos para el cáncer», aclara el especialista. Carazo no quiere dibujar un panorama idílico. «Hay pacientes muy complicados para los que a veces no funcionan estos
tratamientos» Los tratamientos biológicos son de prescripción hospitalaria y generalmente se aplican por vía subcutánea. Después de la prescripción se valora su respuesta en aproximadamente
cuatro meses. «Si se observa que no hay respuesta, se busca otra alternativa terapéutica». Los pacientes que padecen asma más grave suponen aproximadamente entre el 5-10% del total de
pacientes que sufren asma, que se estima que es el 5% de la población, unas 20.000 personas en León. Sin embargo, el coste de atender a este pequeño grupo de pacientes es muy elevado. Los
tratamientos con anticuerpos monoclonales son caros pero a la vez suponen un ahorro en otros gastos sanitarios, como urgencias e ingresos hospitalarios, y de índole socioeconómico, como son
los costes por bajas laborales. «Conseguir que los pacientes no tengan que venir a urgencias, ni ser ingresados o tener que pedir bajas laborales es un avance para ellos y para el sistema
sanitario, merece la pena», subraya el jefe de Neumología. «Los británicos, que miden la relación coste-beneficio a través de las guías Nice, consideran que el fármaco biológico está
amortizado cuando es eficaz con un paciente asmático que sufre tres o cuatro agudizaciones al año», añade. Además de los avances con los tratamientos farmacológicos, la consulta de Asma del
Caule ha aumentado la calidad de sus prestaciones y la humanización asistencial con la creación de la consulta de enfermería en relación directa con los pacientes.