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EL SEVILLA HA REACCIONADO. Al menos, eso es lo que transmite un equipo que, tras FRENAR AL BORUSSIA DORTMUND y lograr el pase en la Liga Europa, dio una DIGNA IMAGEN EN EL SANTIAGO BERNABÉU,

pese a que finalmente la derrota le quite brillo a una mejoría defensiva que da pie a la esperanza. Sin embargo, no se puede obviar que el Sevilla sumó su QUINTA DERROTA CONSECUTIVA EN LA

LIGA, un registro con muy escasos precedentes en la historia del club de Nervión. Aun así, el conjunto de Gregorio Manzano se comportó como un equipo que, después de la dolorosa racha de

goles encajados en casa ante equipos menores, frenó la sangría reconstruyendo su sistema defensivo a base de juntar líneas y coordinar la presión. En ese sentido, EL PARÓN NAVIDEÑO LE VIENE

BIEN AL EQUIPO PARA RETOMAR FUERZAS, recuperar efectivos y afrontar enero con mejores expectativas, y con un calendario asequible. Yendo a las frías estadísticas que constan en las

hemerotecas, la realidad es que sólo EN TRES DE LOS CUATRO DESCENSOS QUE HA PROTAGONIZADO EL SEVILLA desde que ascendió a Primera División en 1934 TUVO UNA RACHA DE DERROTAS PEOR QUE LA

ACTUAL. Concretamente, el peor registro llegó en la campaña 1967-68, cuando ni el relevo de Juan Arza en lugar de Antonio Barrios hizo reaccionar a un equipo que viviría su primera tragedia

deportiva, el primer e inesperado descenso a Segunda División. Entonces, entre las jornadas 15 y 22, el Sevilla concatenó 8 partidos seguidos perdiendo, lo que sería definitivo para el drama

deportivo. Curiosamente, ni en otra aciaga temporada que terminó en descenso, LA 71-72, LLEGÓ A LAS CINCO DERROTAS SEGUIDAS, quedándose en cuatro. El actual registro sólo es superado, al

margen del referido año de 1968, en la temporada 96-97 y en la 99-00. En ambos casos, el Sevilla llegó a acumular seis derrotas consecutivas que serían determinantes para dos nuevos

descensos de categoría, el último de los cuales dio paso posteriormente al inicio del mayor ciclo de éxitos de la historia del club. Cinco derrotas consecutivas es un lastre muy grande que

sólo tiene cuatro precedentes del Sevilla en la Liga. EN 1936, EL EQUIPO SE SALVÓ DEL DESCENSO EN UN ÚLTIMO y dramático PARTIDO A DOMICILIO ANTE EL ATLÉTICO DE MADRID (2-3 y descenso de los

madrileños, que fallaron un penalti en los instantes finales que hubiera condenado a los hispalenses). En la campaña 57-58 hubo también una racha de cinco derrotas y el equipo terminó

décimo; al igual que en la 86-87 (fue decimocuarto) y la 91-92 (decimosegundo). Contra ese gran lastre debe empezar a reaccionar ya el conjunto de Manzano desde mañana mismo, porque NO

LOGRAR UN BUEN RESULTADO en la ida de los octavos de la Copa del Rey ante el Málaga TERMINARÍA DE FRUSTRAR ESA REACCIÓN A MEDIAS que ha pergeñado ante Borussia y Real Madrid. Contra esa

racha están las sensaciones de un equipo que empezará enero con más efectivos y con un calendario que invita a la esperanza. El Sevilla tiene un mes de enero propicio para enderezar el

rumbo. EL 2 DE ENERO RECIBE A OSASUNA, VISITA LA SEMANA SIGUIENTE A LA REAL SOCIEDAD Y luego tiene dos partidos en Nervión: ante el ESPANYOL Y EL LEVANTE, choque éste que dará comienzo a la

segunda vuelta. El primer mes del año se cierra con la visita a La Coruña. Eso sí, este mes se imbrinca con la Copa. Pero antes de que llegue enero, el pleito copero ante el tocado Málaga se

antoja fundamental para terminar de concretar esa mejoría. Las sensaciones de ahora no tienen nada que ver con las que produjeron los duros traspiés ante Mallorca, Getafe o Almería, rivales

que encontraron muchísimas facilidades para abrir vías hacia el gol. Así lo reconocen desde dentro del Sevilla, el único equipo de Primera que no ha sumado ni un punto en las últimas cinco

jornadas. La RECUPERACIÓN DEFINITIVA DE LUIS FABIANO Y FAZIO Y LA ESPERADÍSIMA DE JESÚS NAVAS, que ultima su vuelta al equipo, amén del regreso de los tocados Perotti y Kanoute, deben ayudar

a un grupo al que también le ha estado faltando la presencia de hombres decisivos. El fútbol tiene mucho que ver con lo anímico y, pese a que el último triunfo data del ya lejano 14 de

noviembre, en Zaragoza, la moral de la tropa ya es otra y asoma un nuevo año.