La última borrachera de chavela vargas, en el echegaray | diario sur

La última borrachera de chavela vargas, en el echegaray | diario sur


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Fue su pareja más estable y también la más dañina: 30 años de relación, de dependencia y de sometimiento al alcohol que la apartaron de ... los suyos y de los escenarios. Hasta que cumplidos


los setenta años, Chavela Vargas dijo basta. 'El último trago' recrea esa última borrachera de La Chamana, el momento en el que decidió dejar de «entequilarse» para no perder a su


amor. Un delirio alcohólico que se estrenó este martes en el Echegaray, en el marco del 38 Festival de Teatro de Málaga, con interpretación y dirección de Elena Hernández al frente de La


Tarumba. La actriz canaria asume en solitario la hora y veinte de función hablada y cantada. Porque lo que sucede durante esa noche de rabia, dolor y pena donde Chavela Vargas toca fondo se


narra a través de palabras y de canciones. 'La china', 'Sombras', 'En el último trago', 'La noche de mi amor', 'La noche de mi mal',


'Paloma negra'... Todas ellas interpretadas en directo con el músico Pedro Gordillo al piano, fuera de la escena. Y cantar a Chavela es un reto demasiado grande. Si bien Elena


Hernández hace una buena construcción del personaje, con la dificultad añadida de su ebriedad, en lo musical no siempre da en el tono. La canaria tiene una bonita voz, pero el registro de la


Vargas no es fácil de lograr. Quizás tampoco lo pretenda. La actriz –que compagina su pasión por el teatro con la enseñanza– no busca imitar a Chavela, imposible hacerlo, sino rendir


homenaje a un icono de la música latinoamericana. Y eso lo consigue. 'Llorona' y 'Macorina' fueron sus mejores interpretaciones. Queda patente su admiración por la


artista que revolucionó la canción mexicana y por la mujer que peleaba contra sus demonios. En el momento que retrata 'El último trago', ya tenía una edad avanzada y se debatía


entre el tequila o Alicia Pérez, su último amor. Ella le había dado un ultimátum después de sorprenderla enseñando a su hijo a matar arañas a balazos en plena borrachera. Y ella es la


protagonista ausente de la obra, la persona a la que Chavela se dirige constantemente, contra la que vuelca su ira y también su amor en esa noche en la que decide dar el último trago,


acompañada de muchos fantasmas de su pasado. Con 'La china' empezó la función. 'Vámonos' la despidió. Pero antes de marcharse, Elena Hernández quiso devolverle el aplauso


al público que estaba ahí a pesar de ser un martes a las cuatro de la tarde en una ciudad confinada perimetralmente y con la pandemia desbocada. «Gracias a vosotros, gracias a Chavela»,


dijo visiblemente emocionada.