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Myke Towers lo superó todo: la amenaza de lluvia, la leve demora y el susto de los RELÁMPAGOS DE LA TORMENTA. Antes de su aparición, sonó una breve ‘play list’, suya, algo tardía para

algunos, y de repente, sobre la pantera negra (título de un disco de 2024), entre DOS PANTALLAS GIGANTES Y UN TRIÁNGULO DE DIVERSOS FULGORES, apareció el cantante y compositor. Para entonces

ya había comprobado que todo el mundo conocía sus canciones y que le habían encendido los MÓVILES PARA ALUMBRAR SU APARICIÓN Y GRABAR SU SALIDA. La noche se quedó casi ideal, levemente

calurosa, idónea para los buenos ritmos. En la primera división del escenario, APARECIERON LOS FUTBOLISTAS LISO Y GUTI, y el rapero SHARIF, que volvía de Latinoamérica: "Creo que esta

música le gusta más a mi novia Celia. Yo con el paso de los años me he vuelto más tolerante con la música -confesaba, y revelaba-: si hay algo en este mundo que me guste es ver bailar a mi

chica. Lo hace de maravilla". Por allí, un poco antes de que irrumpiese el músico tres jóvenes explicaban su pasión por Towers: "POR FAVOR, DIGA QUE TODO ESTÁ MUY BIEN

ORGANIZADO", pedía una zaragozana, que consideraba que algunos videoclips, algo subidos de tono pero elegantes, también ayudaban a la fama del cantante puertorriqueño, que congregaba a

15.500 ESPECTADORES en la Feria de Zaragoza. A su lado, dos mujeres más: una dominicana y una colombiana, a la que LE HABÍA TOCADO LA ENTRADA DE 100 EUROS EN UN SORTEO DE GARDEN, felices de

estar allí.