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No hay fractura en el pómulo de Isra Cano. El mismo domingo por la noche pasó por urgencias el jugador iliturgitano, que tuvo que abandonar ... el campo en los primeros minutos por el choque

con un central que le dejó con una visible inflamación en el ojo derecho. Amoratado e hinchado, eso sí, pero nada más que le impida jugar cuando pasen unos días. Las pruebas diagnósticas

determinaron que el hueso está intacto y el mediapunta podrá volver a entrenar esta semana con el grupo. Si los antiinflamatorios hacen su efecto, estará en la convocatoria del sábado. A las

5 de la tarde viene el Águilas, otro rival directo por conseguir algo más que la permanencia. Después de pasar en la tabla al Orihuela y celebrar la permanencia, ahora el objetivo es

superar también a los murcianos, que están un puesto y dos puntos por encima del Linares. Pero antes de eso, es de recibo disfrutar lo vivido en Alicante. Un triunfo muy importante porque el

Linares no ganaba a domicilio desde seis jornadas atrás, fue el 11 de enero en casa del filial del Granada, justo con el revulsivo que supuso la llegada de Pedro Díaz. Después sacaron

empates seguidos ante Antoniano (1-1), San Fernando (3-3), Don Benito (0-0) y las dos últimas derrotas en las visitas al UCAM Murcia (2-0) y Juventud de Torremolinos (0-1). Como mínimo tres

o cuatro puntos más podría llevar el Linares de esos partidos que donde no mereció tal signo. En ese caso, ahora se estaría hablando de otra cosa, pero hay que tener los pies en el suelo, la

salvación era la clave en esta temporada de transición. EL LINARES QUE QUIERE PEDRO Lo verdaderamente importante es que, esta vez sí, el equipo supo mantener una misma línea durante los 90

minutos, supo sufrir y no venirse abajo ante un rival que en su campo es de los mejores locales del grupo. Pedro Díaz comentó ayer a su vuelta a Linares que en Los Arcos se vio «un partido

muy igualado, un campo complicadísimo ante un rival que hasta el domingo había recibido solo siete goles en su campo. Aprietan muchísimo, pero supimos estar en el campo bien plantado,

ordenados, no nos generaron peligro. En una jugada elaborada nuestra conseguimos el gol de Hugo Díaz, después de un disparo de Fran, en una jugada por fuera de David». Era un encuentro de

mono de trabajo. Otras veces el Linares se mostró con altibajos, pero en Alicante «supimos jugar el partido que otras veces no supimos. A pesar de los contratiempos, cuando al minuto cinco

perdimos a Isra Cano y en el minuto 20 a Ismael Guti, que se resintió de su lesión de isquios, gastamos dos ventanas en la primera parte. Con todo eso, el equipo supo mantenerse y aprovechar

los resquicios que nos dejó el rival para robarles, salir a la contra y hacerles daño». Con la ventaja de 0-1 al descanso se esperaba un Orihuela que saliera en tromba y, sin embargo, fue

el Linares quien se sintió más cómodo en el césped hasta que el cansancio pasó factura en el último cuarto de hora y los locales aprovecharon que tenían más cambios disponibles para ir con

todo arriba. «En la segunda parte estuvimos bien plantados también, metimos más velocidad con Diego Talaverón, les cogimos un par de situaciones para hacer el 0-2 y luego pues lo que

sabíamos, que íbamos a sufrir», comentó Pedro Díaz. Eso estaba en los planes del técnico y así preparó a sus hombres. Así, el llamado 'Efecto Pedro Díaz' volvió a funcionar y el

equipo fue intenso sin renunciar al gol porque «si alguien pensaba que no lo íbamos a hacer en Los Arcos, pues no es consciente de esta categoría y del grupo. Supimos sufrir y defender bien

a la contra. Les apretamos alto para que tuvieran que salir en largo y aguantamos el gol a favor hasta el final, sin renunciar a hacer el segundo». Lograda la salvación, objetivo para el que

vino Pedro, y con el equipo celebrándolo a lo grande, ahora se abren tres caminos que deben afrontarse en el último mes de competición. El primero es la renovación de Pedro Díaz para la

próxima temporada y que pueda formar un equipo desde cero a su gusto. La afición le quiere, ha salvado a un equipo que estaba hundido y ha evitado que el primer año de la SAD acabe en otro

descenso. Y lo más importante, clave es que Pedro lo quiere. Así lo dijo en su visita a las jornadas de convivencia de la Peña Azulilla Valgas Fresa, antes de partir para Orihuela. Rodeado

de buenos aficionados y contando anécdotas de sus años recorriendo la banda derecha de Linarejos, Pedro Díaz entonó el «si el club quiere, yo claro que quiero seguir aquí, me siento feliz en

Linares». Así que la primera de las vertientes está clara. La segunda es ir cerrando la renovación de los jugadores que interesan. La tercera es saber cómo acaba el campeonato el Linares:

solo permanencia, Copa del Rey o fase de ascenso. Las matemáticas lo dejan todo abierto.