
El colegio de economistas celebra la edición número treinta de su jornada de las habas | ideal
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José María Escudero, decano del Colegio de Economistas, destacó la fiesta de la confraternización que significa esta jornada, compartida con compañeros y con representantes de ... otros
colectivos «que nos acompañan». Es el caso de la Universidad, con el vicerrector Esteban Romero, muy ligado a este colectivo, no en vano su padre, Miguel Romero, colegiado de Honor, fue
presidente del extinto Colegio de Titulados Mercantiles y, por cierto, el creador de este almuerzo alrededor de las habas, junto a otros miembros de su equipo de trabajo de entonces, entre
los que estaban Antonio Romero, del Consejo Social de la UGR, y Miguel Ángel Velázquez, a los que pude saludar en el acto. También estaba la vicepresidenta de la Confederación Granadina de
Empresarios, Concha de Luna; la delegada del Ministerio de Hacienda, Elisabeth Fernández; Juan Manuel López, secretario general de la Federación de Hostelería y Turismo; y no faltó la
teniente de alcalde, responsable de Economía del Ayuntamiento de Granada, Rosario Pallarés. Y acudió el presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Rafael López Cantal,
al que saludé junto a Fernando Mir, el padre y el hijo José María Escudero, en su intervención, habló del camino que ha venido desarrollando la profesión, afrontando «la digitalización de
las Administraciones Públicas con una externalización de actividades que ha recaído de forma muy significativa sobre nosotros, y lo hemos hecho aportando valor, rigor y profesionalidad». Un
proceso evolutivo que «no se detiene», y detalló algunos de los retos a los que se enfrentan para mantener la imagen de una tarea «cohesionada, respetada y preparada». Mensajes importantes
para todos, especialmente quienes están comenzando su andadura en el sector, y allí había una buena representación de pre-colegiados y alumnado del Máster –así se llamaba su mesa– que
coordina Pedro Barrilao. Compartió almuerzo con José Manuel Bolívar, César Fajardo, Elena Cano, Carmen Barrilao, Laura López y Sergio Martín, entre otros. En el protocolo habitual del
encuentro, celebrado en el restaurante La Ruta del Vino, de Huétor Vega, hubo un brindis de Honor, en este caso a cargo de Luis Fernando Rodríguez, del Colegio de Gestores Administrativos; y
también la entrega de los premios a las dos competiciones deportivas, pádel y fútbol que, resultados aparte, destacó por lo bien que se lo pasaron –incluidos los comentarios en el caso del
balompié–. Muchas caras conocidas entre los asistentes, caso de José María Rosales de Angulo o Lázaro Rodríguez, colegiados de honor al igual que Ramón García-Olmedo y José Ángel
García-Valdecasas, y el decano de honor, Francisco Martín-Recuerda. Y estaba la junta de gobierno, con la vicedecana, Silvia Membrive, el secretario Enrique Borrello, Jorge Gavilán o Esther
Vaquero, entre otros. Y, por supuesto, el personal de la casa que, como siempre, se volcó en que todo saliera a la perfección, en un trabajo coordinado, un año más, por la gerente del
Colegio de Economistas, Fanny Pérez-Soler, que nunca deja de sorprenderme por su capacidad de buena organización. Son ya treinta años los que se llevan celebrando este almuerzo que sirve
también de homenaje a uno de nuestros productos estrella, las habas y que, junto a la diversión y la música permiten una jornada de convivencia a la que no faltaron representantes de la
facultad de Empresariales, Hacienda, el Tribunal Económico-Administrativo, Inspección de Trabajo y otros colegios profesionales que quisieron estar presentes. Imposible nombrarles a todos,
que se incorporaron con gusto a la foto de familia. Me quedo con las palabras finales del anfitrión de la jornada al repasar el trabajo realizado en sus años de mandato: «Esta ha sido, es y
será, mi forma de entender la profesión; y también la vida en general, convencido de que los actos de cada uno no son sino un reflejo de su manera de ser».