El granada se queda sin defensa | ideal

El granada se queda sin defensa | ideal


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Fue bonito mientras se intentó, en el amago eufórico que coincidió con la llegada de Pacheta, pero el Granada no estará en la promoción de ... ascenso a Primera división por sus propios


deméritos. No tienen defensa los rojiblancos, autores de una temporada más vulgar que otra cosa, cuyo arreón final no le condujo hasta las eliminatorias precisamente por los problemas atrás


del equipo, que se sucedieron uno detrás de otro hasta comprometer el partido entero. Al Racing le valía con empatar, pero se esforzó por el triunfo. Tras aguantar tanto, se desmoronaron los


nazaríes al final en una 'cantada' tremenda por parte de Luca Zidane, que alternó errores de bulto con algunas paradas tremendas que no le salvaron del suspenso. Todos verán el


'play off' por televisión. El desenlace inevitable en una tarde horrorosa en El Sardinero. El Granada se relamía cuando marcó en menos de un minuto, pero desde entonces se quedó


sin cobertura. Fue un ataque eléctrico, que parecía prometer un día de gloria, pero que derivó en un inquietante encuentro en el que todo lo que sucedió desde entonces fue negativo, hasta el


bochorno del portero en el tiempo añadido. Racing Club de Santander Ezkieta; Michelin, Mantilla, Castro, Mario García; Meseguer, Aldasoro (Maguette, m. 46), Andrés Martín (Manu Hernando, m.


93), Iñigo Vicente (Lago Junior, m. 85); Rober (Sangalli, m. 65); y Arana (Karrikaburu, m. 65). 2 - 1 Granada CF Luca Zidane; Ricard Sánchez, Manu Lama (Pablo Insua, m. 23), Loïc Williams


(Stoichkov, m. 83), Carlos Neva; Martin Hongla, Manu Trigueros (Sergio Ruiz, m. 46), Gonzalo Villar; Tsitaishvili (Brau, m. 74), Rebbach (Shon Weissman, m. 74) y Lucas Boyé. * GOLES: 0-1, m.


1: Rebbach; 1-1, m. 10: Arana; 2-1, m. 96: Sangalli. * ÁRBITRO: Arcediano Monescillo (comité castellano-manchego). Expulsó a Carlos Neva (m. 45+5). Amonestó a los locales Alsasoro (m. 43),


Iñigo Vicente (m. 61) y Lago Junior (m. 94); y a los visitantes Rebbach (m. 18) y Brau (m. 90). * INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 42 de LaLiga Hypermotion, disputado en los


Campos de Sport del Sardinero ante 22.298 espectadores, unos 500 de ellos, granadinistas. Las desgracias empezaron en una jugada aislada. Manu Lama fue a proteger la trayectoria de un balón


que iba hacia Luca Zidane y Andrés Martín, con malas pulgas, le empujó como si fuera un bolo contra el francés. Su agresividad no fue considerada de amarilla para el árbitro, pero el


central se quedó maltrecho. Quien creyera que perdía tiempo por la ventaja en el marcador se equivocaba por completo. El madrileño se había fastidiado en la zona de la clavícula. Su mano


izquierda, apoyada sobre el hombro, delataba su molestia, que hizo calentar a Insua para volver a jugar tantos meses después del fiasco en Córdoba. Acabó con gorro de nadador por un golpe en


la cabeza. En esa coyuntura previa a la sustitución, apareció el propio Andrés Martín para ganar una pelota dividida y filtrar un pase para Arana, que pilló descompuesta a la zaga


rojiblanca. Hongla se quedó retrasado tras Loïc Williams y el delantero local le ganó la espalda y ajustó con cierta suficiencia ante Luca Zidane, que no se estiró en exceso. El punta mandó


calmar a su afición, algo nerviosa tras la afrenta inicial del Granada, y el Racing gobernó desde entonces el encuentro con puño de hierro, con frecuentes llegadas, mordiendo en los duelos


como caimanes. El sufrimiento se hacía creciente ante unos anfitriones envalentonados. Arana medró en pos de otro tanto y Lama ya se tuvo que retirar. Acto seguido, un bingo de Andrés


Martín, jovial buscando la espalda de una zaga desfigurada. Sin embargo, el VAR salvó al Granada por un fuera de juego previo de un compañero. Se dormía Manu Trigueros, al que se le


atragantó el ritmo de juego en muchos lances, e intentaba sudar Insua en medio de un enjambre de racinguistas. Iñigo Vicente tuvo otra celebración abortada por el banderín del asistente. El


Granada se limitaba a buscar a Boyé en largo, sin conectar como debía en otras zonas. Los problemas continuaban en su parte trasera. Michelin probó de falta y Zidane sí sacó una manopla


gigante, en una sucesión de acercamientos que ahondaban en la vulnerabilidad visitante. De repente, los rojiblancos tuvieron una falta favorable en la corona enemiga, que le hicieron a


Tsitaishvili, ya metidos en el alargue del primer tiempo. Ejecutó el Granada, pero sin fortuna, con un rechazo ante el que Manu Trigueros no supo interrumpir el avance contrario en su


origen. El Racing salió con alas en los pies y Andrés Martín se midió en carrera con Carlos Neva, en franca desventaja, perjudicado por una mala salida de Zidane, que dudó si ir y acabó


retrocediendo. El capitán, en el mano a mano, atropelló al racinguista y Arcediano Monescillo lo expulsó sin remedio. Todas las desgracias se multiplicaban para el conjunto de Pacheta, que


pronosticó goles, pero no tantas incidencias. Solo le sonría ligeramente el empate momentáneo, aunque con un futbolista menos se le ponía cruda la remontada. Para intentarlo al menos, el


burgalés probó un ajuste del sistema a tres centrales, con Hongla, Insua y Loïc, dando una parcela al cántabro Sergio Ruiz, aplaudido por el respetable local. Giorgi pasó a carrilero


izquierdo, con Ricard, titular por las molestias de Rubén, en la orilla derecha. El aire seguía soplando a favor del Racing ante un Granada sufridor, que veía caer por la borda todo el


esfuerzo acumulado en las dos jornadas previas, las que le concedieron presentarse en El Sardinero con opciones. Pero mientras se iluminara un 1-1 en el marcador, cualquier veredicto de


aplazaba, por más que a ratos fuera un monólogo racinguista. Los nazaríes se atrincheraron, aunque en medio del asedio corrieron en una progresión con pase atrás de Rebbach y llegada de


Ricard, con un golpeo potente que sacó Ezkieta no sin apuros. El Granada continuó en el filo de la navaja. Sangalli, al poco de entrar, fue aparentemente zancadilleado por Martin Hongla en


una internada por el área junto a la línea de fondo. Una vez más, Caparrós Hernández, en la sala del vídeo, fue el mejor zaguero rojiblanco, avisando de la exageración del racinguista. La


angustia proseguía. El empate le valía al Racing, pero no especulaba, intacta su ambición. Pacheta reclamó un servicio a la causa a Weissman y la banda izquierda pasó a ser para Brau, pero


la producción se mantenía entre los locales, como en una acrobática reacción de Zidane ante Andrés Martín. Karrikaburu se sumó al asedio, pero el rancho rojiblanco no ardía. Salió Stoichkov


para los últimos minutos, para procurar la justificación del esfuerzo de su fichaje invernal, aunque en condiciones muy desfavorables. No dejó nada para el inventario. Finalmente, el triunfo


cayó del lado local en una pifia estúpida de Luca Zidane, que se puso el pie de Gravesen. En lugar de patear muy en largo hacia la vanguardia, se le quedó corto el balón y Sangalli, a


puerta vacía, se encumbró entre los suyos. Tras tanto aguantar, un encaje ridículo en su vieja casa. Sus fantasmas atemorizaron a todos. Ahora, viene la reconstrucción, pero primero,


demuelan lo que haya que demoler.