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Desde que anunciase el adelanto del congreso nacional del PP a julio, Alberto Núñez Feijóo ha asegurado por tierra, mar y aire que no ... le incomodan los debates internos. Que está

dispuesto a revisar el ideario del partido, sin actualizar desde tiempos de Mariano Rajoy, y abordar cuestiones clave que en estos últimos ocho años sin un congreso al uso han quedado en el

limbo. Es el caso de las posibles alianzas con Vox o con la relación con Junts, que se atraganta entre las filas populares. Pero fuentes de la dirección nacional descartan que la ponencia

política vaya a plasmar las «estrategias a futuro» con otras formaciones. En la cúpula del PP, insisten en que el partido debe salir del cónclave del 4, 5 y 6 de julio con una ponencia marco

«que deje por escrito qué somos y cuál debe ser el rumbo que debemos seguir». Es decir, que marque las líneas base con las que se elabora el programa con el que Feijóo se presentará a las

elecciones generales. «Lo que hagan los demás no entra dentro del ámbito de competencias nuestro, ni en nuestro objetivo, ni en nuestra motivación», avisó este martes el presidente de la

Junta, Juanma Moreno, encargado de pilotar la ponencia política junto a su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la eurodiputada Alma Ezcurra y la alcaldesa de Zaragoza,

Natalia Chueca. Feijóo ha preferido no arriesgarse y ha confiado la elaboración del documento programático sobre el que asentar el proyecto «alternativo» a Pedro Sánchez a dirigentes afines

del sector más moderado del PP. Y, aunque, el cierre de filas en el partido con el líder nacional es total no le han dejado de enviar algún recado de cara al cónclave. El último, le llegó

este miércoles a través de José María Aznar. El expresidente del Gobierno aprovechó una conferencia sobre la nueva relación entre Europa y Estados Unidos en el segundo mandato de Donald

Trump para avisar al dirigente gallego de que «atizar» al Ejecutivo no es suficiente para «gobernar» un país. «Ganar porque el rechazo del adversario es mayor que el entusiasmo de los

propios permite ahorrarse los programas meditados», aseveró. Aznar insistió en que «no tener un mandato claro suele propiciar un rumbo errático en la acción de Gobierno», alentando la idea

de que Feijóo debe dar la «batalla cultural» en el XXI congreso nacional si quiere dar el salto definitivo a la Moncloa. Una idea que comparte la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel

Díaz Ayuso, quien en la presentación el pasado lunes del libro de Esperanza Aguirre defendió que al PP no sólo le debe bastar con «echar a Sánchez», sino que «tiene que ilusionar». «Todas

las batallas hay que darlas y ganarlas», zanjó Feijóo al día siguiente. El líder del PP, que compartió foro con el expresidente Aznar aunque no se llegaron a cruzar, evitó referirse

directamente a él. Sí aseguró que del cónclave saldrá «el proyecto de la España que vendrá». Será el reverso del «manual populista» que atribuye al actual jefe del Ejecutivo, del que destacó

además su «afán para controlarlo todo». Para Feijóo, la «degradación democrática» que vive España es de tal calibre que es indispensable una oxigenación para acabar con «el autoritarismo,

las mentiras y la corrupción» que llegará cuando el PP recupere el Gobierno.