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Lunes, 18 de enero 2021, 18:34 | Actualizado 19:00h. Comenta Compartir El aplazamiento de las elecciones en Cataluña hasta el 30 de mayo ha supuesto un duro contratiempo para la estrategia

del PSOE de lanzar como revulsivo electoral la candidatura de Salvador Illa. La irrupción del ministro de Sanidad puso patas arribas el tablero político catalán, con algunos sondeos que

incluso le colocaban como el ganador de los comicios. Perdido el factor sorpresa, los socialistas tratan ahora de evitar que la popularidad del candidato del PSC se desinfle ante Esquerra

Republicana de Catalunya. Para mantener vivo el 'efecto Illa', el PSOE ha decidido llevar su comité federal, máximo órgano del partido entre congresos, a Barcelona. La cita será el

sábado y contara con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como de algunos miembros de la ejecutiva de Ferraz, además de los integrantes de la mesa del comité

federal, que preside el andaluz Francisco Toscano. No lo harán la mayoría de los barones socialistas que seguirán el cónclave de forma telemática debido a la incidencia de esta tercera ola

de la pandemia. En esta reunión, la ejecutiva del PSOE propondrá que el 40º congreso federal del partido, que servirá para reelegir a Sánchez como secretario general, se celebre los próximos

días 15, 16 y 17 de octubre. Se trasladará además a las distintas federaciones la propuesta de celebrar los cónclaves autonómicos, para nombrar a los nuevos líderes territoriales o

confirmar a los actuales, antes de que acabe 2021. SONIDO DE TAMBORES EN ANDALUCÍA La batalla en Andalucía no se presenta fácil. Su secretaria general y antigua rival interna de Sánchez,

Susana Díaz, no está dispuesta a dar un paso atrás. Ninguno de los mensajes que le llegan para que propicie un relevo pactado le han hecho mella. «Cuando se convoque el congreso, voy a

presentar mi candidatura», aseveró el pasado viernes en Sevilla, 24 horas después de entrevistarse con el secretario federal de Organización, José Luis Ábalos. Pero en Ferraz apuestan por un

lavado de cara en la federación andaluza. Sánchez se ha convencido, encuestas en mano, de que hay que relevar a Díaz porque, según aseguran fuentes socialistas, todo apunta a que la

expresidenta de la Junta está en caída libre y, a diferencia de 2019, ni siquiera sería ya la fuerza más votada. «Hay que reforzar y renovar en algunos casos los liderazgos autonómicos para

hacer al PSOE competitivo en todos los territorios», defendió este lunes la ejecutiva del partido en un comunicado. MÁS INFORMACIÓN Comenta Reporta un error