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La vida de un hombre puede ser medida a través de los actos que realiza, y en el caso de Manuel Sánchez Sánchez, su legado ... es un testimonio profundo de amor y dedicación. Este padre

entregado, cuya existencia estuvo marcada por una fe silenciosa y firme, ha dejado un vacío inmenso tras su marcha, un dolor que cada la Semana Santa de Granada siente con profundidad. Sin

embargo, hay consuelo en la certeza de que ya descansa en la paz del Señor, acogido en el abrazo eterno del Santísimo Cristo de la Expiración, la figura que tanto veneró a lo largo de su

vida y la Virgen del Mayor Dolor. La hermandad Escolapia, un espacio sagrado donde las tradiciones y la devoción se entrelazan, permanece unida en el profundo dolor por la pérdida de Manuel.

Su fallecimiento no solo deja huellas en los corazones de su familia, sino también en todos aquellos que conocieron su bondad. Fátima Sánchez Valenzuela, su hija y Hermana Mayor de la

hermandad, junto a Manuel Sánchez Valenzuela, su hijo y capataz del paso de palio y su esposa y gran cofrade Mari Carmen Valenzuela, han tenido que enfrentar la tristeza, rodeados del cariño

de quienes comparten su dolor en estos días de Semana Santa El velatorio en la sala 2 del Cementerio de San José, se ha convertido en un lugar de encuentro cofrade, no solo para rendir

homenaje a Manuel, sino para encontrar consuelo mutuo en la comunidad que él tanto valoraba. En esos momentos de recogimiento, se eleva una plegaria común; un susurro de esperanza que confía

en la gracia del Santísimo Cristo de la Expiración, quien ya lo ha recibido en su misericordioso abrazo. La misa de corpore in sepulto, que tendrá lugar esta tarde de Miércoles Santo a las

18:00 horas, será un tributo a una vida de entrega y fe, resaltando los servicios que Manuel tuvo en su familia y en la Granada cofrade. Mientras el día avanza y se acercan las horas del

acto final, es inevitable sentir la nostalgia de aquellos momentos compartidos con Manuel. Su risa, sus consejos, su fe inquebrantable resonarán en nuestros corazones y en nuestras memorias.

En su partida, nos deja una lección: la importancia de la familia, la fortaleza de la fe y el amor hacia nuestras hermandades. Cada anécdota, cada lágrima compartida en su honor, se

convierte en un vínculo que nos une más a quienes seguimos aquí, recordándolo y celebrando su vida. Sabemos que desde lo alto, Manuel velará por su familia y por las cofradías granadinas.

Descanse en paz, querido Manuel, que tu legado perdurará en todas las obras cofrades que ha hecho toda tu familia