
La comunitat, faro del municipalismo y solidaridad internacional | las provincias
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:

Sandra Paniagua Jueves, 22 de mayo 2025, 00:26 valencia. «La solidaridad es la ternura de los pueblos», escribió la poeta latinoamericana Gioconda Belli. Bajo este espíritu, Gandia acogerá
el 27 y 28 de mayo el III Encuentro Estatal de Gobiernos Locales y Cooperación Internacional al Desarrollo, una cita clave que convertirá a la Comunitat Valenciana en el epicentro del
municipalismo solidario a nivel nacional. Como antesala de este encuentro, LAS PROVINCIAS y el Fons Valencià per la Solidaritat organizaron una mesa de expertos para hablar sobre la
relevancia de este espacio de reflexión al que están convocadas todas las entidades locales del Estado español y a voces expertas como Eva Granados (SECI), Lily Rodríguez (CEPAM) o Yolanda
Sevilla (FEMP). Durante el encuentro tendrán lugar cinco plenarias que abordarán desde la cooperación descentralizada hasta el impacto del nuevo Real Decreto de Subvenciones, pasando por la
cooperación feminista y la aportación local a la Ayuda Oficial al Desarrollo. Para hablar de este tercer encuentro nacional acudieron a La Rotativa de LAS PROVINCIAS: Xelo Angulo, presidenta
del Fons Valencià per la Solidaritat y tenienta de alcalde de Xàtiva; Jordi Cuadras, presidente de la Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad (CONFOCOS), presidente del Fons
Català de Cooperació al Desenvolupament y concejal del Ayuntamiento de Igualada (Barcelona); Pedro Carceller, director general de Inclusión y Cooperación al Desarrollo de la Generalitat
Valenciana; Miguel Bailach, secretario general de la FVMP y concejal de Massamagrell; Miguel Ángel Picornell, teniente de alcalde de Gandia; Antonio Marín, vocal de la Junta Ejecutiva del
Fons Valencià, teniente de alcalde de Vila-real y concejal de Solidaridad, Cooperación e Integración del Ayuntamiento de Vila-real; Mentxu Balaguer, vocal de la Junta Ejecutiva del Fons
Valencià y alcaldesa de Corbera; y Óscar Valero, teniente de alcaldesa de Onda y concejal de Servicios Sociales a la Ciudadanía, Calidad de Vida y Familia del Ayuntamiento de Onda. Durante
el encuentro, todas las personas coincidieron en destacar el valor de la cooperación descentralizada como una herramienta transformadora que nace desde lo local para incidir en lo global.
«Es la manera más directa y humana de canalizar la solidaridad», afirmó Xelo Angulo, quien subrayó el papel del Fons como vertebrador de un tejido que suma más del 25% de ayuntamientos
valencianos. «El municipalismo es la forma más eficaz de garantizar que cada acción llegue a donde más se necesita», añadió. Pedro Carceller, por su parte, destacó la fuerza de los
ayuntamientos para movilizar la solidaridad y generar una sociedad más comprometida: «La cooperación entre iguales es una estrategia potente para garantizar derechos y construir comunidad.
Lo vemos en cada crisis: los municipios responden primero». Por su parte, Miguel Bailach puso el acento en la legitimidad que otorga la cooperación municipalista, ya que «llega donde tiene
que llegar, con garantía y eficacia. Es un reflejo de una sociedad solidaria que actúa desde lo más cercano». Miguel Ángel Picornell, desde la experiencia de Gandia, recalcó la necesidad de
actuar unidos y unidas: «Un ayuntamiento solo no puede hacer lo que sí es posible a través del Fons. La unión hace la fuerza y nos permite mantener una acción sostenida y coherente». Antonio
Marín, por su parte, llamó a saber dirigir los recursos en un mundo cada vez más convulso: «No se trata solo de ayudar, sino de hacerlo bien. Saber dónde y cómo, escuchar a los territorios
y planificar con ellos». A todo ello, Óscar Valero añadió el valor del contacto directo y el trabajo en red porque «genera reciprocidad, humanidad y transforma nuestras sociedades. No solo
llevamos ayuda, traemos aprendizaje». Mientras que Mentxu Balaguer, desde la mirada de los municipios más pequeños, enfatizó la importancia de la continuidad y de hacer llegar a la
ciudadanía el impacto real de cada euro invertido, puesto que «la cooperación no es una acción puntual, es una necesidad constante que conecta realidades. Es formación, compromiso y visión
de futuro». Jordi Cuadras reforzó esta idea señalando que «el municipalismo es una identidad compartida que se construye desde la cercanía. La cooperación descentralizada no es solo eficaz,
es también una herramienta de gobernanza y justicia social». Además, recordó que «el espacio del Encuentro está pensado para el diálogo, para compartir retos y soluciones, y para que todos
los gobiernos locales se sientan parte de una red que transforma». Sobre el III Encuentro Estatal en Gandia, Angulo expresó su orgullo por consolidar en la Comunitat este foro nacional: «Es
el momento de visibilizar el compromiso histórico de nuestro territorio con la cooperación internacional. Nos colocamos como referentes y mostramos que la descentralización solidaria es una
realidad». Pedro Carceller añadió que «este ecosistema valenciano demuestra que, incluso en tiempos de polarización, es posible construir desde la empatía. La cooperación es un hilo que une
a todos los colores políticos cuando se pone a las personas en el centro». A su vez, Miguel Bailach remarcó la necesidad de seguir creciendo como fondo y facilitar la participación de más
municipios: «Tenemos que sumar más ayuntamientos. Porque es eficaz, es transparente y nos permite actuar juntos y juntas. Esa es la ventaja del Fons». Picornell apuntó que «la cooperación es
la mejor herramienta contra la pobreza y el discurso del odio. Gandia es un escaparate de cómo se puede actuar localmente con impacto global». Respecto a esta tercera edición, Antonio Marín
destacó que consolida las bases del trabajo colectivo más allá de ideologías: «Aquí se viene a trabajar por las personas. Compartimos proyectos, experiencias y soluciones que sirven aquí y
allá». Mientras que Valero subrayó el papel de la Comunitat como referente nacional y el valor de compartir buenas prácticas: «La solidaridad valenciana es un ejemplo. Compartimos lo que
funciona y aprendemos del resto». Mentxu Balaguer cerró con una idea poderosa: «La cooperación es formación, continuidad, evaluación y compromiso. Todo eso lo encarna este encuentro. La
estabilidad que ofrece el Fons permite que incluso cuando cambian los gobiernos, las políticas solidarias se mantengan». En el tramo final del debate, los y las participantes ofrecieron
reflexiones que conectaron la acción local con los desafíos globales. Jordi Cuadras definió el encuentro como «un espacio de trabajo y justicia global. Hablamos de agua, cultura,
infraestructuras y derechos, poniendo siempre a las personas en el centro. Eso es cooperación». Miguel Bailach habló de dar «prioridad a las políticas de cooperación»; Picornell reclamó
visibilidad mediática para seguir dando voz a quienes luchan por la dignidad; Antonio Marín recordó «el poder de las personas unidas por un fin común»; Óscar Valero insistió en que «lo que
pasa en el mundo nos afecta directamente»; y Mentxu Balaguer concluyó que «la cooperación nos permite mirar el mundo con otros ojos y trabajar por una sociedad plural, empática y global».
Xelo Angulo cerró con una llamada a la acción: «Somos representantes de una ciudadanía que cree en la paz, en la igualdad, en una sociedad más justa. Esa es nuestra misión y la cooperación
internacional es uno de los caminos más eficaces para lograrlo. La profesionalización de este ámbito a través del Fons es una buena noticia, porque lo convierte en una verdadera política
pública y local». Pedro Carceller concluyó que «la responsabilidad de transformar vidas es de todos y todas. Y cuanto más cerca esté la acción de la ciudadanía, más duradero será su
impacto». El mensaje que resonó al finalizar la mesa fue unánime: la cooperación internacional no es una opción, es un deber ético que se articula desde lo local hacia el mundo. En tiempos
de incertidumbre y discursos excluyentes, este foro representa una demostración de que el municipalismo puede ser el motor de una transformación justa, humana y efectiva. Gandia se prepara
para ser el epicentro de esa convicción compartida. Allí se pondrán nombres, rostros e historias a una solidaridad que ya no entiende de fronteras, sino de alianzas, compromiso y futuro.
Porque cooperar no solo cambia vidas: también construye esperanzas. Reporta un error