
«para dormir mejor se recomienda al menos dos horas de luz natural al día» | la verdad
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Que tire la primera piedra quien no haya deseado alguna vez tener la facilidad para conciliar el sueño de Ariadna, el personaje mitológico que parece ... que no desaprovechaba ocasión para
echarse una (divina) siesta. Los artistas la han inmortalizado siempre durmiendo, y así la encontramos, incluso, en los jardines de Versalles esculpida por Van Cleve (1684). Pero no es
normal lo suyo; los problemas de sueño se multiplican año tras año y sus consecuencias condicionan nuestro día a día. «Hay estudios que demuestran que dormir poco durante unos días sería
suficiente para alterar la composición de la microbiota intestinal, y que ello puede conducir a otros problemas relacionados, no solo con los problemas intestinales, sino también, por
ejemplo, con el bienestar emocional», explica María Ángeles Bonmatí, licenciada en Biología y doctora en Fisiología por la Universidad de Murcia (UMU), en cuyo Laboratorio de Cronobiología
es investigadora, tarea que comparte con su labor en el Instituto de Salud Carlos III y en el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria. Este miércoles llega a las librerías su libro
de divulgación científica 'Que nada te quite el sueño. Por qué dormir bien es fundamental para tu salud', publicado por Crítica. Ameno. Útil. Muy bien documentado. –¿FUE SUYA LA
IDEA DE QUE APARECIERA UN GATO EN LA PORTADA DE SU LIBRO? –No, me la propusieron desde la editorial, sin saber que yo tengo tres gatos, que me encantan, y me pareció muy bien. TOMAR
CONCIENCIA «DEBEMOS RECHAZAR ESA IDEA DE QUE DORMIR ES UN TIEMPO PERDIDO O UNA ACTIVIDAD NO PRODUCTIVA» –¿Y POR QUÉ LE ENCANTAN? –Me entiendo muy bien con ellos; son animales que, en contra
de lo que mucha gente cree, pueden llegar a ser muy afectuosos. Pero, sobre todo, me transmiten tranquilidad y me gusta la forma de mirar que tienen. Me encanta mirar a un gato asomado a la
ventana, da la impresión siempre de que está viendo algo muy interesante, que a nosotros se nos escapa. –¿USTED DUERME BIEN? –No puedo quejarme, mi sueño es relativamente bueno y no he
tenido, por ejemplo, problemas de insomnio prolongado en el tiempo; sí he tenido algún episodio de no poder dormir bien, pero se ha resuelto sin complicaciones. CONDICIONANTES «A MENUDO, LAS
PERSONAS NO ESTÁN DURMIENDO EN CONDICIONES DE OSCURIDAD ADECUADA, Y ESO ESTÁ GENERANDO PROBLEMAS DE SALUD» –'QUE NADA TE QUITE EL SUEÑO' NO ES UN LIBRO DE CONSEJOS, DICE USTED.
¿QUÉ OBJETIVO TIENE? –Pretende acercar a la gente el conocimiento científico que se tiene, hasta ahora y de un modo divulgativo, comprensible, sobre el sueño. Intento dar a conocer un
proceso fisiológico que no se conoce apenas, con lo cual no se puede evaluar su gran importancia. Si conocemos qué es lo que ocurre en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro mientras dormimos,
seremos conscientes de que el sueño no sirve solamente para apagarnos y que descansemos unas horas, sino que durante ese tiempo se están produciendo procesos fundamentales para la salud y
para la fisiología. Debemos rechazar esa idea de que dormir es un tiempo perdido o una actividad no productiva. –¿POR QUÉ, EN GENERAL, DORMIMOS TAN MAL? –El estilo de vida que llevamos, ese
vivir de forma acelerada, no ayuda a lo contrario. En cuanto al insomnio, tiene mucho que ver la 'rumiación': nos vamos a la cama y empezamos a darle vueltas y más vueltas a
nuestras preocupaciones, entrando en un bucle del que es difícil salir. Y eso, cuando sabemos que la 'rumiación' no ayuda a resolver los problemas, más bien al contrario. El
cerebro entra en un suerte de torbellino y eso genera muchos problemas de insomnio. Mejor intentar resolver nuestros problemas durante el día que cuando nos vamos a dormir. Se ha demostrado,
por ejemplo, que el insomnio conlleva un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, depresión, ansiedad y una mayor posibilidad de cometer un suicidio.
Además, las mujeres sufren en mayor medida este problema del insomnio. RUIDOS –¿POR DÓNDE EMPEZAR? –De forma individual, exponiéndonos más cada día a la luz natural. Pasamos muchísimo tiempo
en interiores donde, en ocasiones, ni siquiera entra la luz natural. Y, por la noche, dormir cuanto más a oscuras mejor. Ahora tenemos un problema de contaminación lumínica en las ciudades
y, a menudo, las personas no están durmiendo en condiciones de oscuridad adecuada, y eso está generando problemas de salud; también tenemos el tema del ruido. LAS CLÁSICAS MANTAS «EL CASO ES
QUE PARECE CIERTO QUE TENER SOBRE NOSOTROS UN PESO CUANDO NOS DISPONEMOS A DORMIR AYUDA A CONCILIAR EL SUEÑO» –CONTROLAR EL RUIDO NO SOLO DEPENDE DE NOSOTROS. –Cierto, hay muchísimas
personas que sufren problemas de ruido en sus viviendas derivados del ocio nocturno, o del comportamiento de algunos vecinos que se convierten en fuentes de estos. Es a las autoridades a las
que les corresponde, mediante hacer cumplir las leyes que ya existen, proteger a los ciudadanos de un nivel de ruido que muchas veces supera los límites recomendados incluso a altas horas
de la madrugada. –¿QUÉ PROPONE? –Las autoridades deben ser conscientes de que el sueño es un proceso fisiológico fundamental, y por tanto deben proteger las condiciones ambientales
necesarias para que se produzca: oscuridad nocturna, control del ruidos...; y, una vez que ya tenemos el problema, deben dotar a los servicios de salud de unos recursos que permitan atender
los problemas de sueño. Para empezar, faltan esos recursos en la atención primaria. Y, cuando los problemas de sueño son un síntoma de ansiedad o de otro problema relacionado con la salud
mental, tampoco hay suficientes psicólogos en la sanidad pública para atender esa demanda. También las unidades de sueño son muy escasas en el sistema público de salud, con listas de espera
larguísimas. –BIEN, LLEGA EL MOMENTO DE IRSE A LA CAMA. –Y llega de noche, porque somos animales diurnos, pese a las singularidades con las que nos podamos encontrar; eso quiere decir que
estamos preparados para tener una actividad laboral o social o de otro tipo durante el día, y para dormir durante la noche. Por tanto, todo lo que favorezca ese contraste entre el día y la
noche va a ser beneficioso: el ejercicio físico lo es y mucho, siempre y cuando se produzca lejos del momento de ir a dormir; en cuanto a lo que hablábamos de la luz natural, para dormir
mejor se recomienda recibir al menos dos horas de luz natural al día. Sumemos a ello una serie de hábitos regulares; por ejemplo, no puede ser que un día me vaya a dormir a las once de la
noche y al día siguiente a las tres de la madrugada. Se recomienda cierta regularidad tanto a la hora de acostarse como de levantarse, así como no cenar tan tarde como se tiene por costumbre
en España. Digamos que la digestión de los alimentos y el sueño nocturno no se llevan demasiado bien; entonces, mejor dejar que pasen al menos dos horas entre una cosa y otra. ABRAZO –¿QUÉ
ES EL DARIDOREXANT? –Un fármaco que actúa directamente sobre los mecanismos fisiológicos del sueño, ayudando a conciliarlo. Aunque es pronto, los estudios confirman que no presentaría
efectos secundarios importantes a corto plazo –a largo plazo aún no lo sabemos–, no genera tolerancia, como si ocurre con las benzodiazepinas, y tampoco parece producir somnolencia al día
siguiente. Todo parece indicar que estamos ante una buena noticia y un buen avance médico. –¿QUÉ PASA CON LAS MANTAS? –Hay quienes incluso en verano las echan de menos. El caso es que parece
cierto que tener sobre nosotros un peso cuando nos disponemos a dormir ayuda a conciliar el sueño. Dicen los expertos que es así porque esa presión se asemejaría a un abrazo y nos lleva a
sentirnos protegidos y amparados. –LA SIESTA. –Su sana costumbre tiene una base cronobiológica. De hecho, aunque no comamos, también aumenta la temperatura de nuestras extremidades sobre esa
hora y la somnolencia aparece hayamos comido o no. Este es el verdadero sueño bifásico para el que el ser humano está preparado: un sueño largo por la noche, de una siete u ocho horas, y
otro más corto después de comer. –¿DE CUÁNTO TIEMPO ESTAMOS HABLANDO? –Para mejorar nuestro estado de ánimo y nuestro nivel de alerta, sin afectar demasiado a la somnoliencia que tendremos
cuando llegue el momento de ir a dormir por la noche, una siesta de unos diez a veinte minutos sería suficiente.